La falta de relevo pone en peligro la continuidad de miles de comercios vizcaínos

En concreto, los establecimientos más afectados por el envejecimiento de sus plantillas son los dedicados a la venta de productos cárnicos al contar con 253 trabajadores con más de 60 años, de los que 202 son autónomos, propietarios en la mayoría de los casos de estos locales. Otros de los sectores, advierte Campo, sobre los que pende una gran amenaza a corto plazo son los comercios textiles, de los más castigados desde la crisis de 2008 y a los que la pandemia ha complicado aún más su situación.

El informe anual de Cecobi destaca que este gremio aglutina en la actualidad a cerca de medio millar de empleados mayores de 60 años, de los que 367 son autónomos. «También las librerías perderán un significativo volumen de trabajadores a lo largo del próximo lustro», alerta la patronal, que sitúa en un 12,35% el número de personas que causarán baja por jubilación.

El informe coloca a Bizkaia como el territorio de Euskadi con el mayor volumen de negocios minoristas. Álava cuenta con un 21% del total de sus afiliados; Gipuzkoa, con un 29%; y Bizkaia, con un 40% y una problemática especialmente sensible, ya que del total de autónomos un 12%, que suponen 2.035 trabajadores, han entrado en su «última etapa profesional».

La falta de relevo generacional no tendría tanto impacto en el tejido comercial local si jóvenes emprendedores tomaran el testigo y vieran una «oportunidad» en la posibilidad de dar continuidad a empresas «consolidadas» que se verán abocadas «a su cierre» si no encuentran a nuevos profesionales.

Frente a este escenario, Cecobi ha planificado una serie de actuaciones en colaboración con la Diputación para garantizar un relevo que dé aire a uno de los bastiones económicos más tradicionales de Bizkaia. Campo plantea a «corto y medio plazo» la realización de distintos programas de «capacitación profesional» y de acompañamiento en el relevo empresarial para aquellas personas que deseen orientar «su trayectoria» hacia el sector minorista, ahora en graves apuros.