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El exalcalde de Alonsotegi José Luis Erezuma (PNV) declaró ayer ante la juez que investiga un posible delito de malversación y fraude de dinero público en los pagos a un constructor por obras que nunca llegaron a ejecutarse. Erezuma admitió ante la magistrada haber cometido ... diversas irregularidades, pero sostuvo que no hubo ni mala fe ni sus decisiones generaron un daño a las arcas públicas, según ha podido saber EL CORREO.
El caso se remonta a finales de 2011, cuando el Consistorio encartado recibió una subvención de más de 600.000 euros para realizar unos supuestos arreglos urgentes con motivo de unas inundaciones. Erezuma relató a la juez que, en ese momento, el Ayuntamiento tenía una deuda galopante (7 millones de euros) y que el principal acreedor era Construcciones Laneder. Se le debían 1,2 millones. El exalcalde, que acababa de acceder a su cargo, afirmó en sede judicial que la situación del dueño de la empresa era desesperada y que iba a ir a la quiebra y perder su casa. Fue entonces, según su relato, cuando se planteó encargarle las obras de las inundaciones para liquidar así parte de la deuda municipal y evitar, al mismo tiempo, que la constructora cerrara. Para ello no realizó ningún proceso de licitación, aunque refirió que, al tratarse de una emergencia, podía adjudicarse así.
El acuerdo, a tenor de lo declarado ante el juez, incluía los pagos y un posterior compromiso para que el constructor realizara más adelante los trabajos, que serían financiados a varios años vista. Sin embargo, según Erezuma, Laneder acabó quebrando y nunca llegó a ejecutar las reparaciones. El exregidor insistió en que ni se quedó con el dinero ni se lucró con una operación que, a tenor de lo dicho por varios testigos en sede judicial, fue totalmente irregular. Tampoco hubo, aseguró a la magistrada, un perjuicio patrimonial para el Consistorio, porque el dinero entregado era inferior a la deuda contraída con el constructor y habría que habérselo pagado de todas formas.
Erezuma también habría admitido que dos arquitectos realizaron informes no sujetos a la realidad (uno de ellos cobró casi 60.000 euros) para justificar ante la Diputación el cobro de las ayudas, lo que revela la nula vigilancia de la institución foral sobre el dinero entregado. Erezuma fue alcalde entre 2011 y 2015. Venía del mundo empresarial. Nunca había tenido un cargo público y siempre defendió que su misión era sanear el Consistorio a toda costa. Su primera medida fue retirarse el sueldo. Sus dos antecesores serán procesados por varios delitos de corrupción.
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