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La Euskal Encounter regresó ayer a sus orígenes. La gran fiesta vasca de la informática abrió su edición número 28 en el frontón Ederrena de Urretxu, su lugar de nacimiento en 1994. Este año, la Covid-19 ha obligado a sus organizadores a 'reunir' a ... sus participantes virtualmente, en internet. En la jornada inicial, 3.000 personas tomaron parte de este modo en las diferentes actividades programadas. «El seguimiento de los participantes desde sus domicilios está siendo muy elevado en estas primeras horas», destacaron desde la organización que, «en un guiño nostálgico», ha establecido su base en el frontón de Urretxu.
En el acto inaugural, Aitor Urzelai, director de Emprendimiento, Innovación y Sociedad de la Información del Gobierno vasco, destacó el «mérito» que supone mantener en pie la Euskal Encounter «en un escenario tan complejo como el actual». Por su parte, Xabier Iturbe, presidente del Grupo Euskaltel y de Euskaltel Fundazioa, coorganizadora del evento, destacó que «no ha faltado ni una sola vez a su cita» en 28 ediciones, y animó a los participantes a conjugar «diversión y formación».
El eje temático de la Euskal Encounter de este año es la inteligencia artificial, y algunas de las más de 70 competiciones y gran parte de las 30 charlas del programa están enfocadas hacia esta cuestión. Ayer, por razones obvias, llamó la atención la del ingeniero informático Unai Elordi, que trató del uso la inteligencia artificial para evitar el contagio frente a la Covid-19. Este investigador del centro tecnológico Vicomtech habló de «diferentes sistemas que se pueden crear para observar la distancia social, o la detección de aglomeraciones».
«Nosotros trabajamos en el campo de la interpretación de la imagen,algo que se puede desarrollar en el contexto del Covid». Por ejemplo, «ahora existen aplicaciones de distanciamiento social por Bluetooth en móviles. En nuestro caso, como tenemos la capacidad de interpretar imágenes mediante la inteligencia artificial podemos hacer que se puedan usar los sistemas de videovigilancia para observar el tráfico de personas y detectar si se está respetando la distancia social. O el uso de las mascarillas». Pero sin ser invasivos. «Estas cosas se pueden hacer sin tener que entrar en la privacidad de la gente. En estos sistemas no se requiere el uso de ningún dato personal. No estamos hablando de reconocimiento facial ni nada por el estilo». Para Elordi, «no hay que pensar en la inteligencia artificial como algo que controle nuestras vidas, sino que es un aliado».
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