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El Instituto Vasco de Estadística acaba de actualizar los registros de población del territorio. Acompasar nacimientos, defunciones, mudanzas, entradas, salidas y empadronamientos irregulares se antoja una tarea compleja porque los datos se presentan habitualmente con cierto decalaje. El Eustat da hoy por cerrado el balance ... del primer semestre de 2022 y anuncia que el número de residentes en la comunidad autónoma se ha incrementado por primera vez en tres años. Somos 5.096 personas más frente a las 13.194 que perdió el territorio entre el 20 y el 21.
La tendencia a la baja provocada por la galopante crisis demográfica vasca, y acentuada por el cierre de fronteras y la inseguridad generada durante los años más duros de la pandemia, se revierte ahora casi exclusivamente gracias a la inmigración. No es nuevo que el impacto de la población extranjera empieza a ser clave para sostener ciertos sectores económicos, el sistema de bienestar y tirar de la natalidad, pero vuelve a confirmarse.
Durante los primeros seis meses del año pasado llegaron a Euskadi 6.237 personas procedentes de otros países -mayoritariamente desde Latinoamérica- mientras que la población de nacionalidad española se redujo en 1.141 habitantes. En apenas seis meses los extranjeros pasan de representar el 8,5% de la población al 8,8%. Álava es el territorio que más inmigrantes tiene en proporción a sus residentes (10,1%) y Bizkaia el que menos (8,4%).
El País Vasco suma de este modo casi 2,2 millones de habitantes. Bizkaia crece en 2.198 personas de las que 840 han elegido Bilbao para empadronarse. No es un caso aislado: más de la mitad de los municipios de Euskadi ganan población, aunque sea en porcentajes modestos. No perder vecinos ya es un éxtito visto lo visto. Los mayores incrementos se registran en Leioa (268), Santurtzi (213) y Derio (177) seguidos de las localidades guipuzcoanas de Tolosa y Rentería. En el extremo opuesto aparecen Basauri y Ermua que pierden algo menos de 100 vecinos.
Lo que no consigue la llegada de inmigrantes es rejuvenecer el territorio. Al contrario, la población sigue envejeciéndose. La edad media de la población vasca se sitúa ya en 45,7 años, 0,2 puntos más que a comienzos de 2022. Los hombres tienen, de promedio, 44,1 años y las mujeres, 47,2. La razón está explicadísima: cada vez hay menos nacimientos, el personal envejece y la esperanza de vida se va a alargando. El grupo de residentes de 65 años o más se ha elevado en 7.508 personas -un dato similar al de la caída de recién nacidos el año pasado- y suponen ya el 23,5% del total.
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