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Euskadi es la comunidad autónoma que más dinero invierte para los cuidados de las personas dependientes. El año pasado el gasto anual por persona beneficiaria de estas prestaciones ascendió a 13.390 euros, cantidad a la que solo se acercan Navarra (11.173) y Extremadura ( ... 11.264). Mientras, la Región de Murcia (6.984), Galicia (6.953) y Castilla y León (6.716) mantienen la financiación más baja.
Según datos aportados por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, la inversión total destinada a la dependencia el año pasado en Euskadi ascendió a 874 millones de euros, lo que implica un aumento presupuestario del 3% respecto a 2021. Aproximadamente, 65.000 personas se vieron beneficiadas de estas ayudas.
Aún así, el director de la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, alerta de un «deterioro del sistema vasco de atención a la dependencia». Según explica, el coste de las residencias (que en algunos casos duplican en precio al resto de comunidades autónomas) sobredimensiona la cifra destinada 'per capita'. Además, el año pasado ni siquiera se mantuvo la tasa de reposición por atendidos: mientras en la mayoría de territorios la cantidad de personas que reciben una prestación aumenta año a año, en Euskadi disminuye.
En el conjunto de España, más de 45.000 personas fallecieron mientras esperaban una ayuda el año pasado, mientras que la inversión pública en este área fue de 10.234 millones de euros. De ellos, las Comunidades Autónomas financiaron el 74%. La aportación estatal, en cambio, se sitúa en el 26%, con 2.661 millones de euros (si incluimos el cupo vasco y la aportación Navarra), habiendo incrementado un 33,6% respecto al año anterior.
En el casco vasco, la aportación realizada por las distintas instituciones vascas aumentó a la par que la estatal. Sin embargo, desde la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales alertan de que nueve comunidades autónomas han recortado las partidas presupuestarias destinada a las personas dependientes. Destaca el caso de Cataluña, Andalucía o la Comunidad Valenciana, todas ellas con una recortes superiores a los 40 millones de euros.
Esta situación derivó en que la aportación del conjunto de las comunidades autónomas a la atención a la dependencia se redujera en 98 millones de euros el año pasado. Entre 2015 y 2020, el peso relativo de la financiación autonómica frente a la estatal representaba una tendencia alcista. Sin embargo, el incremento de la financiación aportada desde los Presupuestos Generales del Estado como plan de coche al coronavirus ha llevado a algunas comunidades autónomas a retirar parte de su financiación y «aliviar las arcas autonómicas en lugar de incrementar las ayudas a las personas dependientes», señala Ramírez.
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