Etxanobe exige un plan nacional de reparto de menas porque Bizkaia «no da más de sí»

Etxanobe lanzó este mensaje en la Casa de Juntas de Gernika, aunque el destinatario está en Madrid: el Gobierno central. Para la diputada general la respuesta a la «saturación» no pasa por abrir nuevos recursos, sino porque se elabore un protocolo nacional de reparto de menas, En plena crisis migratoria en Canarias y la frontera sur, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no consigue los apoyos suficientes para fijar una hoja de ruta. El primer intento de reforma de la Ley de Extranjeria fracasó en el Congreso el pasado julio.

Según los últimos datos oficiales, de comienzos del verano, Bizkaia tutela a 534 menores no acompañados, aunque son seguramente más. Los centros forales ofrecen algo más de 300 plazas, pese a la apertura en marzo del controvertido palacete de Sopuerta. En esta tesitura, la diputada general lamentó ayer, sin citarlas, que otras autonomías no estén asumiendo el cupo de menas que les corresponde, una queja que ya expuso el lehendakari hace unos meses. «Esta crisis humanitaria precisa de un plan de contingencia y que nadie esquive sus responsabilidades como hoy sigue ocurriendo», se quejó Elixabete Etxanobe.

La alusión a Sánchez no agradó al PSE, socio de los nacionalistas en la Diputación. Pequeña turbulencia. «Una riña», lo calificaron los socialistas. Su portavoz en las Juntas, Goyo Zurro, respondió a la diputada general que más allá de la «colaboración» entre los distintos organismos, es necesario que haya «solidaridad entre las instituciones que más tienen. El Gobierno de España trabaja desde el primer momento frente a las trabas de otros partidos», señaló en alusión al PP.

La diputada general afrontó ayer su primer Pleno de Política General tras cumplir el pasado julio un año al mando del Ejecutivo foral. Como hiciera su antecesor, Unai Rementeria, se presentó ante el Parlamento con un discurso en el que desgranó su gestión, sin el más mínimo componente político. No estaba previsto, pero la presión de EH Bildu obligó a Etxanobe a pronunciarse respecto al nuevo estatus y el derecho a decidir en su segunda intervención. Y lejos de emular a su homóloga guipuzcoana, Eider Mendoza, la dirigente vizcaína evitó confrontar con sus socios del PSE y despejó el asunto sin fijar una posición oficial. «Soy miembro del PNV y tengo mi opinión, pero puede no ser la de todas las personas que conforman este gobierno».

Durante las dos horas y pico que estuvo sobre el atril -sumados los turnos de mañana y de tarde- para detallar sus planes y expectativas, Etxanobe también lanzó un par de zarpazos dirigidos al principal grupo de la oposición, EH Bildu. El primero por «fijarse solo en lo que va mal» en Bizkaia, y el segundo por «demonizar» a las grandes empresas que se asientan en el territorio o quieren hacerlo. «No ayuda nada a crear el clima adecuado para fomentar el crecimiento económico y el empleo, y me preocupa mucho», lamentó.

Etxanobe señaló precisamente a la bonanza económica y el empleo como dos de sus mayores retos para los próximos años. Un proceso que pasa por ayudar al tejido empresarial y «convertir Bizkaia en un referente mundial» del emprendimiento. Ahí deben englobarse, por ejemplo, proyectos como el del la Torre Bizkaia o el plan para desarrollar tecnología cuántica. En parte también la reforma fiscal que está a punto de ver la luz, previsiblemente en diciembre. La diputada general anunció que se va a prorrogar otro año la deducción de 200 euros en el IRPF y retoques estructurales para, por ejemplo, favorecer el alquiler de los jóvenes. Pero sin grandes revoluciones. «Tenemos un sistema tributario que funciona bien», zanjó.

Sí que quiso Etxanobe ser tajante al hablar de la aplicación del sistema Batuz, que obliga a las empresas del territorio desde el pasado 1 de enero a emitirla factura electrónica y transmitir en tiempo real sus operaciones a Hacienda. Una cuestión que, entre otros colectivos, afectará a las comparsas a partir del verano que viene. La queja de los afectados ya está sobre la mesa. En verano reprocharon que se trate de una iniciativa que va contra el modelo festivo vasco y la supervivencia de las propias comparsas. «Nadie va a pagar más de lo que debe, pero el que pretenda que no cumplamos con nuestra obligación de perseguir el fraude fiscal se equivoca», dijo la diputada general.