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El experto Jacinto Bátiz, secretario de la comisión de Deontología de la Organización Médica Colegial (OMC) medita sobre la vida y la muerte. IGNACIO PÉREZ
«No estudié Medicina once años para quitar la vida a un paciente»

«No estudié Medicina once años para quitar la vida a un paciente»

Los premios europeos Kate Granger reconocen al experto vasco en Cuidados Paliativos por su forma de cuidar al paciente moribundo

Jueves, 21 de junio 2018, 01:42

España se prepara para el que será el debate más caliente de su historia sobre la muerte digna. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a legislar sobre la eutanasia; y los médicos, a través del Consejo General que los agrupa, ya han advertido que no están para facilitar la muerte a los pacientes. En medio del debate, el vasco Jacinto Bátiz, especialista en atención paliativa, ha sido reconocido con el premio europeo Kate Granger al Cuidado Compasivo. El jurado ha valorado su «forma ambiciosa e innovadora de brindar atención, excelente liderazgo e impacto positivo en la experiencia del paciente». Bátiz lo tiene claro: «Para poner una inyección, no se necesita un médico».

- ¿La eutanasia es un mal moral, un atentado a la dignidad de la persona, como dicen los obispos?

- Yo lo veo de otra forma. Lo importante ante una situación así es reflexionar. ¿Por qué un paciente pide la eutanasia? Me parece muy duro plantearse cómo quitar de en medio el sufrimiento eliminando a la persona que lo padece, en una sociedad donde no se garantiza el bienestar humano al final de la vida.

- ¿Por qué no, si un paciente lo tiene claro y está en su sano juicio?

- Si fuera así y las leyes lo permiten, por qué vamos a tener que ser los médicos quienes la practiquemos. Para poner una inyección y acabar con la vida de un paciente no hacen falta seis años de carrera y cinco de especialización. La ley deberá estipular quién se encarga de algo así.

- ¿Eutanasia no, de ningún modo?

- No digo no. Es la sociedad representada en sus políticos la que decidirá. Lo que digo es que la eutanasia no es un acto médico, porque nos hemos formado para dar vida, para conservar la salud de las personas y, si no es posible, ayudarles a morir en paz; no para causar su muerte.

Objetivo, que no sufra

- El Consejo General de Médicos dice que su código deontológico prohíbe promover intencionadamente la muerte de un paciente...

- «...ni aunque lo pida expresamente». Capítulo 7, artículo 36.3.

- Pero la sedación paliativa ya adelanta la muerte.

- Si está bien hecha, no adelanta la muerte. Lo que hace es disminuir la conciencia del paciente para que siga el proceso de la enfermedad y la muerte llegue cuando deba. Si se adelanta por la razón que fuere, por ejemplo porque al estar sedado no come ni bebe, no se considera eutanasia, sino un efecto del tratamiento. El objetivo no es acabar con el paciente, sino evitarle sufrimiento.

- La muerte, cuando se tiene conciencia plena y serena de que la vida ha dejado de serlo, ¿no se consideraría tratamiento paliativo?

- No. Cuando un paciente ve que lo pasa mal y su vida carece de sentido, puede ver la muerte como solución. Pero no puede obligar a nadie a practicársela. Antes el paciente se suicidaba; ahora quieren que le ayudemos al suicidio.

- El PSOE les prometió regular los cuidados paliativos, pero no se hizo. Ahora ya habla de eutanasia.

- Fui uno de los consultados entonces. Ya en 1988, la Organización Mundial de la Salud calificó de irresponsable al Gobierno que legislara sobre la eutanasia antes que sobre los cuidados paliativos. Tenemos nada menos que once leyes autonómicas porque a nivel nacional, los partidos no han sabido ponerse de acuerdo. En Euskadi, en cambio, los partidos fueron lo suficientemente inteligentes para legislar sobre lo que les unía; y gracias a eso tenemos uno de los mejores textos legales.

- Más de 3.000 vascos se agencian cannabis para mitigar el dolor que no les quita el servicio de Salud.

- Me parece correcto que se empleen todos los tratamientos que demuestren su eficacia. El cannabis ha demostrado eficacia frente a los espasmos musculares de la Esclerosis Lateral Amiotrófica. Cualquier maniobra o terapia a la que pueda acceder un paciente por aliviar su sufrimiento, me parece correcta, aunque no esté legalizada. Piense en lo que era hablar de la morfina hace once años.

En su contexto

  • Jacinto Bátiz (Sestao, 1948). Doctor en Medicina y Cirugía (UPV/EHU), dirige el Instituto para Cuidar Mejor del hospital San Juan de Dios (HSJD), en Santurtzi.

  • Promotor de la Unidad de Cuidados Paliativos del HSJD, que dirigió 25 años, integra la comisión deontológica de la Organización Médico Colegial.

  • Premio europeo 'Kate Granger' 2018 al Cuidado Compasivo.

- Unas 140 personas mueren cada día en España con dolor evitable, siete u ocho en el País Vasco.

- Por una razón: falta formación a los profesionales. Aquí, en Euskadi, tenemos un máster de la UPV/EHU en Cuidados Paliativos. Vamos a hacer el cuarto y hemos formado a 70 profesionales, que rotan un mes en San Juan de Dios. Los alumnos llegan con la idea que se van a encontrar con algo tremendo y lo pasan mal. Cuando se van, se marchan contentos, porque saben que se van a sentir mucho más cómodos cuando un paciente se les esté muriendo.

Los niños fallecen peor

- ¿Se gestiona bien el dolor físico de los moribundos?

- Para atender bien a un moribundo hay que tener asumida la muerte propia. En general, se gestiona de manera aceptable. Todo es mejorable, pero yo estaría satisfecho de poder morirme en Euskadi.

- ¿Y el anímico, el dolor emocional, está bien controlado?

- En el dolor emocional hay más déficit, porque la sanidad pública contempla a profesionales meramente sanitarios. Hay que abordar al paciente que se muere en sus cuatro dimensiones, la física o biológica, la psicológica o emocional, la dimensión familiar o social y también la espiritual o trascendental, que no religiosa. Espiritual se refiere al sentido vital. ¿Qué he hecho en la vida?, ¿por qué estoy aquí?, ¿merece la pena seguir viviendo? Nietzsche decía que 'Quien tiene un porqué para vivir soporta cualquier cómo'.

- ¿Y los niños, se mueren bien?

- No. En Euskadi estamos siendo un poco líderes en esto, pero discretos.

- Tenemos margen de mejora...

- ¡Claro!

- ¿Qué les pasa a nuestros niños?

- En Cruces tenemos un equipo muy fuerte de atención a domicilio, pero faltan profesionales.

- ¿La calidad de la muerte depende del lugar donde uno viva?

- De cada autonomía, de cada comarca y de cada ciudad. La muerte no es igual en el centro de Bilbao que en un caserío de Ibarrangelu.

- ¿En Euskadi, cuál es el mejor sitio para morir?

- Es difícil decirlo. Cada uno tendrá sus propios criterios...

- ¡Hombre! Con los criterios suyos, que son los profesionales.

- No se ha estudiado, pero se está haciendo. Estoy dirigiendo una tesis que elabora un mapa de España, provincia por provincia. Lo veremos.

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