
Máster el correo
Viernes, 6 de abril 2018
Cientos de personas caminan por ella cada día. Lugar de paso de trabajadores, estudiantes, vecinos y turistas. La estación de Casco Viejo, llena de ruidos, conversaciones y 'carreras', es el corazón del Metro Bilbao. El centro neurálgico.
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La salida de San Nicolás recibe a los viajeros en un gran gran vestíbulo, muy amplio y luminoso, normalmente abarrotado de gente que 'inconscientemente' se sube la cremallera de la chaqueta para combatir las grandes corrientes de aire que la recorren de continuo. La dimensión del vestíbulo revela la importancia de la estación. Un lugar casi laberíntico donde los bilbaínos se mueven como 'peces en el agua'.
Desde ahí se articula la mayor parte del transporte público. Es el intercambiador que permite unir las líneas 1 y 2, con la 3, lo que también significa que conecta el metro con el Euskotren, sin tener que salir de la estación, con solo caminar 80 metros. Además, la salida de San Nicolás está muy cerca de la parada del tranvía de Arriaga, y por supuesto 'sumerge' al viajero en el centro histórico de la ciudad.
En esa misma salida una gran oficina, que aúna Euskotren y Metro, permite informarse, presentar quejas y hacer trámites con la barik. Avanzando un poco más, en la primera planta se encuentra la línea 3; y descendiendo por unas escaleras mecánicas o un ascensor, se llega al metro 'original'. Todo está señalizado, pero la primera vez que alguien accede a la estación no puede evitar desorientarse ante la gran cantidad de 'alternativas'.
Todos los pasajeros que la usan por primera vez coinciden en una cosa: es una estación «muy liosa». Sobre todo la línea 3, que señala el mismo destino en ambas direcciones, y que además pude 'asustar' al viajero cuando en la cabina del tren lee 'San Sebastián', ya que los trenes interregionales actúan también como línea del metro (algo completamente novedoso en Bilbao). Y aunque nunca viene mal pasar un día en la capital guipuzcoana, la alternativa de hacerlo cuando solo se quiere visitar un barrio de Bilbao no es atractiva.
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Casco Viejo fue la estación más usada durante 2017, con 6.388.736 viajeros. Un récord que había ostentando hasta 2012, pero que le arrebataron Moyúa e Indautxu. Ahora la incorporación de barrios como Matiko, Urribarri u Otxarkoaga al metro, le han devuelto su 'lugar de honor', y la han convertido en el corazón del metro de Bilbao.
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