El servicio de ambulancias está conformado por 330 vehículos, de los que 242 son para servicios no urgentes. Maika Salguero

«Esperamos diez horas a la ambulancia y al final llevamos a mi ama a casa en coche»

Familiares de una mujer de 85 años y con demencia avanzada critican el «trato vejatorio» sufrido a causa de la falta de vehículos sanitarios en el hospital de Galdakao

Martes, 20 de agosto 2024

Magdalena tiene 85 años y sufre demencia en estado avanzado. Apenas se comunica y tampoco se vale por sí misma. «Es dependiente en el grado más alto y la poca movilidad que tiene es gracias a sus familiares, que la ayudamos», cuenta su hija, Isabel. ... El pasado lunes 12 de agosto Magdalena empezó a encontrarse mal. «Tenía un color amarillento y la llevamos al ambulatorio. Allí le hicieron un electrocardiograma y vieron que las pulsaciones las tenía muy bajas. La doctora nos mandó directamente a urgencias del hospital de Galdakao», narra esta vecina de Basauri.

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La primera sorpresa llegó cuando la médica les insistió en que fueran ellos, en su propio vehículo, quienes llevasen a la enferma al centro sanitario. «No tenemos un coche adaptado para transportarla, pero lo hicimos. En ese momento estábamos más preocupados por lo que le podía pasar, así que ni lo pensamos», confiesa la hija. Magdalena sufría ictericia y le detectaron también problemas en el estómago, así que cuando llegó a Galdakao la ingresaron cinco días. El viernes, al ver que por su estado «no era recomendable hacerle más pruebas invasivas», el médico decidió darle el alta sobre la una del mediodía. Diez horas después, la ambulancia que debía llevarla a casa no había llegado.

«Nos dijeron que no sabían a qué hora podría venir el vehículo. Que estaba pedido pero que no nos podían asegurar un horario concreto. A las ocho de la tarde nos informaron que había trabajadores en huelga y que algunos pacientes llevaban incluso 24 horas pendientes de un transporte», explica la hija indignada. Ante la incertidumbre y tras horas de espera y cansancio acumulado, la familia de Magdalena decidió trasladarla a casa en su propio coche. «La alternativa que nos daban era que nos fuésemos y dejarla ahí sola. Nos decían que ya la llevarían, como si fuese un paquete o una mercancía. A mi padre, que nos esperaba en casa, le estaba dando un ataque de nervios al no saber qué pasaba. Creo que hay medios para llevar a una enferma a su domicilio sin tener que sufrir un trato vejatorio como el que vivimos. Estaba fuera del hospital, en silla de ruedas y bata, cogiéndola a pulso... », describe Isabel.

En Euskadi el transporte sanitario se divide en diversas áreas. Las UVI móviles y el helicóptero los gestiona Osakidetza, mientras que el servicio urgente y el programado está contratado a empresas externas. En el caso vizcaíno a Grup La Pau, que reconoce retrasos en el traslado de pacientes. Fuentes de la empresa catalana aclaran que las demoras se producen por varios factores. Primero hacen alusión a la huelga que el sindicato LSB-USO mantiene activa desde finales de mayo y que afecta «a algunas de las prestaciones que legalmente no tienen servicios mínimos». Se refieren sobre todo al traslado de los enfermos que son dados de alta. Por lo general, personas mayores y vulnerables. Pero también mencionan un «paro encubierto» y una «huelga de celo» por parte de los trabajadores.

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La empresa externa que gestiona el transporte reconoce que hay retrasos debido «a una huelga legal y a otra encubierta»

Absentismo laboral

La Pau, que admite un descontento generalizado de los empleados ante la amenaza de reducirles el salario y descolgarse del convenio al justificar una delicada situación económica (la cooperativa apunta que finalmente no se ejecutó), asegura que otra razón de que se produzcan demoras es el absentismo laboral. La media es del 25% de la plantilla, aunque «hay veces que el porcentaje llega al 40%». «Informan de bajas en el último momento. Y esto es peor en vacaciones porque no hay tanta gente disponible. Si uno de los dos operarios de la ambulancia no viene, el vehículo no puede moverse y hay que buscar un sustituto». La cooperativa cuenta en Bizkaia con 330 ambulancias y 242 son para el servicio no urgente.

La solución más rápida pasa por «contratar a personal», aunque «no es fácil encontrarlo». Afirman tener que «buscarlo fuera del País Vasco, en provincias limítrofes». Los sindicatos, en cambio, señalan que el problema es «estructural» y que las bajas son fruto «de un incumplimiento de medidas para prevenir riesgos laborales». «Además de la desorganización absoluta que hay, se producen sobreesfuerzos y cargas de trabajo que llevan a que haya más bajas», argumentan.

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Osakidetza también reconoce retrasos, pero en «momentos puntuales», y dice que el Departamento «vela para que el transporte sanitario se desarrolle con normalidad al ser un servicio crucial para nuestra sociedad». Desde Salud añaden que «la exigencia a la empresa es máxima» e incluso tiende la mano para «colaborar en la resolución del conflicto».

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