Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
M. P.
Viernes, 15 de marzo 2019, 01:19
«Cordial», pero «sin compromisos». Así concluyó ayer la reunión que mantuvieron en Madrid las víctimas de abusos sexuales cometidos por religiosos con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez. Juan Cuatrecasas, presidente de Infancia Robada y padre del joven agredido en ... el denominado 'caso Gaztelueta', declaró que había apreciado «empatía» y «receptividad» en el cardenal, pero lamentó que no atendiera su principal reclamación: que la Iglesia investigue los casos ocurridos entre la actualidad y 1960.
Blázquez rehusó hacer declaraciones sobre el encuentro, que duró dos horas. «No voy a decir nada», avisó a los periodistas, antes de fundirse en un abrazo con el presidente y el vicepresidente de la asociación –este último prefirió mantener el anonimato– que tomaron parte en la entrevista. Cuatrecasas valoró especialmente que Blázquez escuchara sus reclamaciones. «Ha dado su punto de vista, está convencido de que no estamos hablando de pecado sino de delito, lo cual es un paso importante», destacó. «Está a la espera del vademécum del Papa. Coincide con todas nuestras reivindicaciones, ha sido bastante receptivo y no ha habido compromisos de actuación», añadió.
Los dos repreentantes dejaron en manos del arzobispo el documento donde exponen sus reivindicaciones; la principal de ellas, la apertura de una investigación sobre los abusos del pasado, que ya la Conferencia Episcopal desestimó hace días. No obstante, Cuatrecasas opinó que «ha habido cierta rectificación» por parte del cardenal, quien aparentemente «ve claro que la línea del Vaticano es investigar todos los casos. Nosotros hemos marcado un plazo lógico: investigar hasta los años 60. Más allá, probablemente el actor y la víctima hayan fallecido».
Las víctimas también exigen en este documento que todas las actuaciones en torno a los abusos estén «monitorizadas» por «personas independientes a la jerarquía eclesiástica» y que en la Comisión antipederastia de la Conferencia Episcopal no haya solo sacerdotes, sino también profesionales imparciales y víctimas «cuyas voces y experiencias son valor innegable a la hora de tomar medidas».
Cuatrecasas admitió su «escepticismo» y anunció que los damnificados siguen «críticos» con la Iglesia, aunque vieron en la reunión «un paso» y las «puertas abiertas» para celebrar otro encuentro en el futuro. «No es tranquilidad ni decepción», pero «queda mucho que avanzar» para dar a los obispos un «voto de confianza», resumió.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.