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José Domínguez
Martes, 19 de febrero 2019, 00:23
«Diseño envolvente», «acabados de calidad» «tracción permanente total», «climatización y confort sonoro», «buena aceleración y velocidad punta». El arranque del informe encargado por la división de prevención y salud de la Ertzaintza sobre sus nuevos coches patrulla parece el guión ideal para un ... anuncio publicitario. Lo malo es que este automóvil no se usa como un turismo normal, sino que es una herramienta de trabajo fundamental para la Policía autonómica. Y de ahí que el estudio acabe reconociendo que, para eso, quizá se haya elegido un modelo pequeño.
«Espacio interior restringido» o «embarque y desembarque dificultoso» son algunos de los «puntos débiles» que atribuye a los nuevos 150 Seat León adquiridos por el Departamento vasco de Seguridad para que su plantilla patrulle las calles y traslade a detenidos. Aunque lo más sorprendente de la «evaluación ergonómica» de estos vehículos son algunas medidas que propone a la jefatura para paliar las estrecheces denunciadas por los propios agentes, muchos de los cuales admiten no caber en su interior. Pues les propone que hagan «calentamientos» previos y «estiramientos» específicos, que disfruten de «pausas activas» y no conduzcan o estén en su interior más de 20 o 30 minutos seguidos. Y directamente plantea que no los usen los más altos y grandes -«tallas extremas», los denomina-.
El informe también abre la puerta a dar a los efectivos la posibilidad de, en función de su envergadura, elegir el vehículo para patrullar. Además, propone disminuir el grosor de los asientos, habilitar puntos de apoyo fijo para que los policías puedan entrar y salir con mayor facilidad e incluso darles una formación específica para ganar en agilidad y seguridad a la hora de realizar estas labores de «embarque y desembarque».
El secretario general de Erne, Roberto Seijo, reconoce que la lectura del informe les ha sorprendido, «y hasta nos ha dado la risa». Aunque se queda con su «seriedad al reconocer muchas cuestiones que hacen que un ertzaina no pueda trabajar en condiciones físicas ni de seguridad para detenidos y ciudadanos». Por eso adelanta la intención de su sindicato de denunciar en los tribunales las estrecheces de los Seat León y pedir las «responsabilidades políticas que correspondan, porque tras este informe es más que evidente que estos vehículos no cumplen las mínimas exigencias físicas a las que obliga el pliego de condiciones de contratación y eso significa que alguien ha tomado una decisión errónea por la que debe ser sancionado». En se sentido, concreta que exigirán en un juzgado de lo contencioso-administrativo la paralización «inmediata» de los 75 coches patrullas que han sido equipados con mamparas para trasladar a unos detenidos que, «debido a la falta de espacio, también corren peligro de lesionarse en los traslados». «Pero es que debido a estos cristales protectores los asientos de los agentes están adelantados y rígidos, con lo que solo los más pequeños pueden entrar aceptablemente».
Seijo adelanta que, por ahora, la presentación de esta denuncia judicial está pendiente del informe que elabora la Inspección de Trabajo del Gobierno vasco, con cuyos representantes se reunió ayer la central. «Si sus conclusiones abogan por retirar al menos los automóviles con mampara nos replantearíamos qué hacer, pero si no lo hacen ellos les obligarán a hacerlo los jueces», advierte.
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