Un incidente con ácido y humo en una fábrica de Zorroza eleva el rechazo vecinal

Efectivos de la Ertzaintza, la Policía Municipal y los Bomberos de Bilbao no tardaron en personarse en el lugar. También lo hicieron los inspectores del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco. A mediodía, el Ayuntamiento de Bilbao informaba de que se había producido «una reacción química» en el interior de las instalaciones de Profersa, pero tranquilizaba a la población con el mensaje de que la situación estaba «controlada» y de que no había habido heridos ni se habían originado llamas.

El Ejecutivo autonómico precisaría después que la reacción fue provocada por la mezcla de «ácido» con agua y que «no produjo daños a la salud al diluirse en el aire el abundante humo blanco generado». Sobre las 13.30 horas, los agentes y los Bomberos, que revisaron con escalas el edificio, dieron por concluida la emergencia. La empresa, por su parte, emitió un comunicado en el que afirmaba que el humo era «vapor» y que la situación estuvo controlada en todo momento.

El incidente, no obstante, ha elevado el malestar de los vecinos del entorno. Profersa está situada junto a Sader, que se dedica a la neutralización y tratamiento de residuos (peligrosos y no peligrosos). Ambas compañías pertenecen al grupo Agaleus.

Las denuncias de olores y picores de garganta son recurrentes en Zorroza y vienen de muy lejos. Pero las protestas vecinales se han intensificado en los últimos dos meses. ¿El motivo? Primero porque Sader ha empezado a recibir todos los lixiviados procedentes de los vertederos de Gipuzkoa. Trataba parte de ellos desde hace años, pero ahora va a procesar su totalidad, después de que las autoridades navarras rechazaran estos desechos al comprobar que una empresa de la comunidad foral los estaba recepcionando «de forma ilegal».

La segunda razón es porque hace unas semanas se supo que tanto Sader como Profersa se quedarán en Zorroza varios años más. El convenio que Agaleus firmó con el Ayuntamiento de Bilbao hace una década para fijar su salida sigue sin cumplirse por parte de la Administración local. El Consistorio está obligado a aprobar varios cambios urbanísticos necesarios para recuperar Punta Zorroza. A partir de ese momento, Agaleus tendría dos años de plazo para marcharse. El problema es que toda la cocina administrativa les va a llevar a los responsables municipales más de año y medio, con lo que queda un largo camino por delante, seguramente hasta 2028, si un acuerdo relámpago entre ambas partes no lo soluciona antes.

En este contexto, hace dos semanas, once entidades sociales y vecinales de Bilbao crearon una nueva plataforma para intentar «acelerar la salida de Sader y Profersa de Zorroza». Ayer, este colectivo se mostró muy crítico con lo sucedido. Recordaron que Sader es la única empresa con un alto potencial contaminante (requiere de un permiso especial llamado AAI) que queda en el casco urbano de Bilbao. «La zona estaba irrespirable», denunció. La plataforma arremetió también contra el Gobierno vasco, al entender que «la nube química originada no puede ser inocua para la salud, como dicen desde Medio Ambiente». Y volvió a exigir la salida de Zorroza de las instalaciones del grupo Agaleus. La Federación de Asociación de Vecinos de Bilbao, por su parte, mostró también su inquietud y pidió «transparencia» con respecto al escape.

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