Más de 40 familias de Kabiezes han denunciado a la sanitaria por simular que vacunaba a sus hijos. E. C.

La enfermera antivacunas deberá volver a su puesto por ser «menos negacionista»

La Seguridad Social dice que debe reincorporarse al ambulatorio de Santurtzi al entender que ahora tiene una actitud «quizá menos deliroide»

Viernes, 17 de mayo 2024, 00:52

La Seguridad Social ha anulado la baja laboral de la enfermera pediátrica de Santurtzi que supuestamente simulaba vacunar a niños que acudían al centro de salud de Kabiezes. En una resolución a la que ha tenido acceso este periódico, el organismo público determina que la ... sanitaria, que lleva de baja desde finales de 2022, debe reincorporarse a su puesto de trabajo. Lo hace en base a un informe redactado a mediados de marzo en el que se determina que la profesional mantiene en la actualidad un discurso «fluido y coherente» y, aunque se muestra «evasiva en algunos aspectos», presenta un comportamiento «quizá menos deliroide en cuanto a sus ideas previamente negacionistas».

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La enfermera fue apartada de las «tareas asistenciales» desde que estalló el caso en el último trimestre de 2022 y poco después le concedieron la baja laboral por estrés. Unas semanas antes varias familias que llevaban a sus hijos al centro de salud de Kabiezes presentaron quejas en Osakidetza por las actitudes «extrañas» de esta mujer. Algunos decían que la enfermera les hacía comentarios en relación a los alimentos y los tratamientos «naturales» cuando llevaban a los niños a inocularse. Pero lo que realmente levantó sus sospechas fue que la mujer hacía el gesto de la vacunación de forma «muy rápida» -los niños lloraban y les quedaba una marca en el brazo- pero que luego arrojaba de forma precipitada la jeringuilla a la basura. En su turno de trabajo, la mujer era la encargada de suministrar a unos 400 niños de la zona las inmunizaciones previstas en el calendario infantil. Entre ellas, las tres dosis de la hexavalente, una inyección contra seis virus y bacterias, la del meningococo y la triple vírica.

Salud abrió una investigación interna. Se realizaron análisis serológicos a varios niños y se comprobó que algunos de ellos no tenían las defensas frente a los patógenos que debían tener por las vacunas.

El organismo apunta que la sanitaria tiene un discurso «fluido y coherente», pero evasivo «en algunos aspectos»

Investigación en curso

Fue entonces cuando se precipitaron los acontecimientos. El Servicio vasco de Salud decidió ampliar la investigación a 400 menores -todos los que atendía la enfermera investigada- para saber si están inmunizados. Y, poco después, 42 familias se unieron para denunciar a la sanitaria, a la que acusan de «falsificación documental» por anotar vacunas no inoculadas en su historia clínica, de «malversación de caudales» por desperdiciar los sueros y de un delito contra la salud pública». Esta investigación penal sigue su curso en los juzgados de Barakaldo. En una conversación con EL CORREO, la enfermera expedientada negó las acusaciones. Pero dijo que las vacunas sobran. «Les puse lo que tenía que ponerles», aseguró.

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En este contexto se ha conocido la resolución de la Seguridad Social, que revisa los expedientes sobre las incapacidades laborales pasado un tiempo prolongado respecto al inicio de la baja. En este sentido, el equipo de valoración de incapacidades considera que a esta persona no se le puede calificar de incapacitada permanente «por no presentar reducciones anatómicas o funcionales» que «disminuyan o anulen su capacidad laboral». Esta resolución, que es recurrible, ha suscitado inquietud entre algunas de las familias denunciantes del centro de salud de Kabiezes en el que trabaja la sanitaria.

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