Emotivo homenaje en Santutxu a 11 mujeres asesinadas por el franquismo: «Se está recuperando la dignidad»

Representantes del PNV, PSE, el PCE y sindicatos como la CNT o UGT, además de ANV o fundaciones y grupos memorialistas, han depositado ramos y flores en la placa, con la banda sonora de los txistularis y de la canción Txoria Txori de Mikel Laboa. Después, los asistentes, algunos de ellos muy emocionados, han irrumpido en aplausos. Al acto han asistido personalidades como Denis Itxaso, delegado del Gobierno en Euskadi, Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar, Aintzane Ezenarro, directora del Instituto Gogora y el propio alcalde, que ha presidido el acto.

«Con este acto sencillo pero enormemente emotivo intentamos recuperar la memoria de las mujeres que fueron víctimas durante la guerra y la dictaduras. Fueron más de 2.500 las que pasaron por las cárceles bilbaínas de Larrinaga y el Chalet Orue. Estas once mujeres fueron sacadas de allí y después fusiladas. Fueron encarceladas por pensar diferente. Queremos recuperar su memoria y su dignidad. Cuando hablamos de guerras, fundamentalmente hablamos de hombres y este es el primer homenaje que se hace a las mujeres víctimas de la guerra», ha apuntado el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.

El evento forma parte de un calendario municipal para recuperar la memoria de la ciudad. En concreto, la iniciativa surgió por petición de las agrupaciones memorialistas. El Ayuntamiento ha recordado que entre 1937 y 1942, cientos de mujeres, en ocasiones con sus hijos e hijas, fueron recluidas en condiciones infrahumanas por sus ideas políticas o por el mero hecho de ser mujer, y en muchos casos fueron objeto de torturas, violaciones y otros tipos de humillaciones públicas y asesinatos.

Oiane Valero, de la asociación Baskale, que ha realizado la investigación sobre el Chalet Orue, ha explicado que «nos alegramos de que el Ayuntamiento haya recogido la pelota». «Ya es hora de que estas mujeres reciban el reconocimiento que merecen 85 años después. De darles un papel en los libros y en nuestras calles. Porque somos los que fueron y serán lo que seamos», ha expuesto. Valero ha recordado que esta cárcel fue después una clínica antes de que se derribara para construir pisos. Como el barrio de Santutxu es prácticamente nuevo, mucha gente conocía la clínica, pero desconocía que allí había habido una cárcel. Estas 11 mujeres fueron fusiladas por diferentes causas. Algunas «por publicar noticias contra la guerra, otras por dejar al marido y marcharse con un miliciano... Se les atribuyeron cargos distintos a los de los hombres. El delito de Feliciana, que era de Olabeaga, fue adulterio. Ambos fueron detenidos dos años después y ella fue fusilada».

Al acto también han asistido familiares de mujeres que estuvieron allí encerradas. Maialen Lizarralde Altuna es nieta de Matxalen, que estuvo presa durante dos años. Durante su etapa en la prisión conoció al que luego sería su marido, Pablo. «Ha sido muy emotivo. Hemos recordado el sufrimiento que pasaron, pero también estoy contenta por cómo se está rompiendo el silencio de aquella época y recuperando la dignidad. Es importante que todo salga a la luz para que todo lo que pasó no se vuelva a repetir». La tía de Carmen Zarate, que ha acudido con su hija Maite Zarate, también estuvo presa allí. «Fue una maestra represaliada en todos los ámbitos, en su trabajo de maestra dejaron de pagarle las nóminas. Sufrió la venganza a lo largo de toda su vida era de izquierdas, militante de UGT. Hay que recuperar su historia, buen nombre y honor. Y para ello es muy importante que se reconozca y se conozca lo ocurrido», ha expresado Maite en euskera.

Larrinaga y Orue conformaron la estructura fundamental para la represión penal de las mujeres en Bizkaia, donde se estima que pudieron ser recluidas cerca de 3.000 mujeres entre 1937 y 1942. El chalet Orue se trataba en realidad de una gran casa donde las mujeres estuvieron hacinadas. Tras su cierre, a partir de 1942, el edificio se convirtió en la conocida clínica médica de especialidades Santa Marta. Entre 1967 y 1968 fue demolido para construir las actuales viviendas del Grupo Monseñor Remigio Gandasegi.

- María Fernández García, de Barakaldo, 53 años, vendedora de profesión y afiliada a UGT.

- Elvira Martínez Pascual, de Bilbao, 48 años, de profesión desconocida y afiliada al PSOE.

- Teresa Chiches Ledesma, de Bilbao, 26 años, jornalera de fábrica y afiliada a la CNT.

- Cecilia Idirin Garate, de Basauri, 24 años, de profesión y afiliación desconocidas.

- Ana Naranjo Martín, de Sestao, 54 años, de profesión desconocida y socialista.

- Juana Mir García, de Bilbao, 32 años, periodista y nacionalista.

- Berta Peña Parra, de Sestao, 42 años, trabajadora doméstica y socialista.

- Adelina Fernández Pérez, de Bilbao, 48 años, pescatera y afiliada a la CNT

- Feliciana Echave Artola, de Bilbao, 39 años, trabajadora doméstica y de afiliación desconocida.

- Juana Abascal Nicolás, de Castro-Urdiales, 29 años, jornalera de afiliación desconocida.

- Leónides Antruejo Lorenzo, de Sestao, 35 años, trabajadora doméstica y socialista.