XABIER GARMENDIA
Viernes, 8 de noviembre 2019, 08:20
Bilbao recupera la normalidad tras haber amanecido este viernes inmerso en una especie de 'déjà vu'. Si hace poco más de un mes las manifestaciones de los trabajadores del metal vizcaíno colapsaron los accesos a la ciudad en plena hora punta, hoy eran los ... profesores de la enseñanza concertada quienes buscaban emular ese enorme impacto a través de otra convocatoria de características muy similares. La marcha de unos 200 docentes, que ha comenzado pasadas las 8.00 de la mañana desde la sede de EITB rumbo al Sagrado Corazón, ha obligado a cortar de forma intermitente los túneles de San Mamés para regular el paso de los vehículos, mientras que en la desembocadura se han ido restringiendo algunos de los carriles.
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Durante casi dos horas, la situación se ha traducido en importantes retenciones en la A-8 y mayores dificultades en el resto de entradas por carretera a la villa, especialmente por Juan de Garay. También se ha visto afectado el servicio de Termibus, aunque no así el del tranvía, que ha circulado con normalidad. El tráfico rodado se ha complicado aún más debido a un accidente entre dos vehículos en la N-637 a su paso por Erandio, en dirección hacia Galdakao. El siniestro ha causado atascos en la zona del puente de Rontegi y ha obligado a cortar dos carriles.
A la espera de avances en la negociación, los profesores de los colegios concertados protagonizan este viernes la segunda de las 21 jornadas lectivas consecutivas de paro con una mañana repleta de concentraciones en el centro de Bilbao. La primera marcha, convocada por los sindicatos ELA, Steilas, CC OO y LAB, ha finalizado al filo de las 9.20 en la rotonda del Sagrado Corazón tras completar un recorrido de aproximadamente 850 metros. Los promotores contaban con permiso para ocupar la zona hasta las 10.30, pero el frío y la lluvia han contribuido a disolver la concentración una hora antes. En cualquier caso, se reactivará a las 12.00 del mediodía muy cerca de allí, ante la sede del Gobierno vasco en la Gran Vía. Esta segunda cita se prevé más multitudinaria, ya que se incorporarán docentes venidos de Álava y Gipuzkoa.
Consciente de la importante afección al tráfico que tuvo la manifestación del metal vizcaíno el pasado 2 de octubre, el Departamento vasco de Seguridad, competente en la concesión de autorizaciones, comunicó que en esta ocasión no se permitiría el cierre total de la circulación. De hecho, y a diferencia de lo que ocurrió entonces, la Diputación Foral de Bizkaia no envió ayer ninguna nota informativa avisando de las posibles complicaciones para los conductores que entran en la capital vizcaína en hora punta. No en vano, los accesos a San Mamés registran diariamente el paso de casi 60.000 vehículos. Aun así, las dificultades se han producido de igual manera.
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