Da lo mismo que se ande con alpargatas, zapatillas deportivas o de lona, náuticos, mocasines... Se impone la moda urbana de ir con el pie desnudo y prescindir de una prenda tan tradicional
Confirmado: en Bilbao caminamos sin calcetines. Cada vez más. Que coincidan el titular y el arranque de este reportaje sólo pretende realzar una tendencia urbana que se observa con mayor frecuencia en las calles de la capital vizcaína. Basta andar con los ojos bien ... abiertos y mirar a ras de suelo. Se trata, obviamente, de una corriente predominante en los meses de verano, cuando más aprieta el calor. Y aquí no hablamos de hombres, entre los que me incluyo, que nos fascinan las chanclas y sandalias. Hombres que nos pasaríamos todo el año con los pies al aire si no fuera porque después del verano se suceden el otoño e invierno y el frío aprieta por estos lares.
El desapego hacia los calcetines se veía venir. Pasear por la ciudad con zapatillas deportivas y bermudas al estilo de los guiris que nos visitan exigía una corrección inmediata, sostienen los estilistas. Que algunos se subieran los calcetines casi hasta la rodilla y que encima los escogieran de color blanco, ya era demasiado. Ha costado dar el paso, sobre todo entre las personas de mayor edad, remisas a esta moda, pero lo han dado los más jóvenes.
A la tendencia de ir con los pies desprotegidos, sin soportar mayor roce que el de la piel del calzado (cuidado con las temidas ampollas), se han sumado, entre otros, los dependientes de muchas tiendas de moda. El look estival de los chicos de Massimo Dutti, por ejemplo, se compone de traje azul Bilbao a juego con camiseta blanca. Todo muy fresco. El zapato plano se calza, por supuesto, sin calcetines. Pasa en Massimo y en otras firmas. Así es como caminan los empleados textiles por las calles y atienden en sus tiendas.
Esta práctica combina con todo: lo mismo con alpargatas y zapatillas deportivas o de lona que con los formales mocasines. Es evidente que la estética juega un papel fundamental y que ver a muchos hombres con náuticos y calcetines rompía todas las reglas, no ya estilísticas sino del más mínimo decoro. Hay, además, modelos como los slippers, que son inimaginables combinados con los calcetines de toda la vida.
Esos pikis tan feos
Pero, ojo, que no sea peor el remedio que la enfermedad y al prescindir de los calcetines destapemos o nos pillen en fuera de juego mostrando otra prenda tan ridícula como fea, aunque obligatoriamente práctica: hablamos de los pinkis o pikis. Por fortuna, estos han dejado de apilarse únicamente en los cajones femeninos. No queda otra opción. Los especialistas advierten de que llevar zapatos sin protección puede causar problemas de mal olor, rozaduras, heridas molestas e incluso llegar a estropear el calzado. Existen, por ejemplo, calcetines invisibles confeccionados con algodón orgánico hipoalergénico y libre de sustancias tóxicas que dejan respirar la piel.
Como en todos los asuntos, hay quienes creen que se puede prescindir de los pinkis sin cuestionar ninguna regla higiénica. Resueltas, pues, las dudas de comodidad y salubridad, se impone una pregunta ¿qué looks agradecen este estilo? En Bilbao se ve de todo. Está el clásico de los vaqueros tobilleros y zapatillas deportivas, pero también con pantalones desflecados y botines y hasta con traje en la opción, sin duda, más arriesgada. En la villa, como en Madrid y Barcelona, crece el número de jóvenes ejecutivos que se atreven con sus ternos de negocios, pero sin corbata, caminando sin ataduras de ningún tipo.
Borja Elorza, reconocido publicista bilbaíno de estilismos atrevidos pero tamizados por un aire de inequívocas referencias dandis, lleva años subido a esta ola. «Es comodísimo andar así, sobre todo en días de calor», subraya. Y confiesa lo que muchos no se atreven a descubrir: en su vestuario no hay lugar para los pinkis. «Me gusta mucho utilizar mocasines y alpargatas en verano. Lo mismo las combino con un look más informal que con americanas. Las alpargatas me gusta comprarlas en Iparralde y en tiendas pequeñas de Bilbao», subraya este amante de ir por la vida sin calcetines. «Irrumpió con fuerza en 2015 en la Pitti Uomo de Milán y en las pasarelas se sigue viendo habitualmente», asegura.
Elorza se declara, no obstante, «defensor» del calcetín. De hecho, los colecciona, pero en verano prescinde de ellos. «Tengo la suerte de que no me sudan los pies y por ello no uso pinkis». No obstante, el Colegio de Podología del Reino Unido lleva tiempo alertando contra esta práctica al responsabilizarla del aumento de infecciones por hongos entre los jóvenes que visten zapatos cerrados sin calcetines. Tendencia que abrazan y con la que pisan fuerte actores como Bradley Cooper, Ryan Gosling, Orlando Bloom y Jude Law. Son amantes de lucir tobillos desnudos. Igual que Borja Elorza.
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