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Miembros del personal laboral de la Embajada de España en Buenos Aires muestran carteles de la huelga.
Se acabó la diplomacia

Se acabó la diplomacia

El personal laboral de la Embajada de España en Argentina lidera una huelga que se extiende a las legaciones en otros países. Viven con el sueldo congelado desde 2009

JOSEBA VÁZQUEZ

Viernes, 9 de junio 2017, 01:37

La mecha prendió el 29 de mayo en Argentina. 170 miembros del personal laboral de la Embajada de España en Buenos Aires y de las oficinas consulares repartidas por el país (Bahía Blanca, Rosario, Mendoza, Córdoba,...) iniciaron ese lunes una huelga indefinida. Suponen «el 95% de la plantilla de toda la representación diplomática» en esas dependencias, según Sebastián Trenado, secretario general de la Federación del Exterior de Empleados de los Servicios Públicos de UGT, uno de los sindicatos convocantes del paro. Los otros dos son Comisiones Obreras y CSIF (Central sindical Independiente y de Funcionarios). Las tres agrupaciones apoyan las reivindicaciones de los trabajadores no funcionarios en las delegaciones diplomáticas del país sudamericano, que acumulan ocho años de congelación salarial. Tampoco sus compañeros en las representaciones españolas en otros estados han visto incrementadas sus retribuciones desde 2009, pero en el caso de Argentina «la pérdida de poder adquisitivo acumulada en estos años por el personal laboral es de más del 40%», afirma Sebastián Trenado. «Su situación es dramática», añade.

A punto de cumplir la segunda semana de huelga, y para compensar la merma de su poder adquisitivo, estos empleados reclaman al Gobierno español una subida salarial del 25%, con efectos al pasado 1 de enero, además de aumentos del 10% en cada uno de los dos años próximos. Los datos oficiales hablan de una inflación global del 53% a fecha de diciembre de 2016 y una previsión del 27% para el ejercicio en curso. Ya en el primer trimestre de este los precios se han encarecido un 6,3%. Cifras como para preocuparse. Igual que sucede en otros puntos del globo, según las organizaciones sindicales.

Por este motivo, hay ya paros convocados en la misión diplomática en Suecia y en la oficinas de turismo de España en Canadá y Estados Unidos. Estas tres tendrán lugar en las jornadas del 14 y 15 de junio. Además, CSIF ha presentado los preceptivos preavisos en las embajadas de Australia (para el 23 de junio) y de Finlandia, donde se iniciaría la protesta el 1 de agosto, con cese de la actividad laboral los martes y los viernes. Podrían seguir las dependencias de Marruecos y Guinea Ecuatorial y CC OO asegura que en Uruguay se está muy pendiente de lo que sucede en Buenos Aires. Prendida la mecha en Argentina, falta ver por dónde se expande el reguero de pólvora. Y «la traca final» , según los sindicatos, puede producirse con una huelga de los trabajadores de la representación de España ante la Unión Europea.

El umbral de pobreza

Un número importante de los empleados laborales que reclaman subidas están cobrando salarios muy por debajo del nivel de vida de las ciudades en las que trabajan, ha afirmado esta semana Javier Sastre, responsable de Exterior de CSIF, que ha citado también los casos de Singapur, Emiratos Árabes, Catar o Israel. «En algunos casos los sueldos están por debajo del umbral de pobreza del país donde prestan servicio. En Suecia, por ejemplo, un lugar muy caro, sus salarios no llegan al mínimo que exige la autoridad local para tener acceso a viviendas de protección oficial. Son personas particularmente insolventes tratándose de empleados públicos de una embajada», abunda Sebastián Trenado. El personal laboral afectado por los ocho años de congelación salarial -entre 7.000 y 8.000 empleados en todo el mundo- son, indistintamente, ciudadanos de nacionalidad española, del país donde se encuentran las oficinas o de terceras nacionalidades. El responsable de UGT hace, además, hincapié en el estado de desigualdad de estos trabajadores respecto a los funcionarios de las mismas misiones y, especialmente, en relación a los diplomáticos. Denuncia también lo que considera una pobre dotación de medios en las legaciones. «Las oficinas consulares en Argentina, por ejemplo, llevan años funcionando al ralentí -dice-. No se están tramitando visados, ni pasaportes, ni nacionalidades al ritmo deseable». Ello, en el país del mundo donde más españoles residen, casi 450.000 según el último censo oficial.

Los sindicatos esperan reunirse en breve con la Comisión Técnica del Exterior para tratar de resolver el conflicto. ¿Y qué piensa el Gobierno acerca de él? ¡Magnífica pregunta! En Función Pública derivan a la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos; de aquí, a Exteriores, ministerio donde se promete al periodista una llamada que... no se produce.

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