Francisco Riberas, director de Gestamp e hijo del fundador de la empresa.

Una vasca entre las 500 mayores empresas familiares del mundo

Gestamp ocupa el puesto 184 en un ranking en el que destacan Mercadona e Inditex en las posiciones 48 y 52

Ana Barandiaran

Martes, 27 de octubre 2015, 01:41

Euskadi acoge ayer y hoy el congreso nacional empresa familiar tras la reciente creación de una asociación vasca para este colectivo. La comunidad tiene una larga tradición de empresas fundadas y controladas por familias pero en general son de tamaño pequeño por lo que su ... presencia en el ranking mundial es reducida. De hecho, solo hay una entre las 500 mayores. Se trata de Gestamp, dedicada a la industria del acero y la estampación para componentes de automóvil. Pero no es vasca al 100%. Aunque su sede esté en Abadiño (Bizkaia), su fundador, Francisco Riberas, nació en Burgos, donde instaló su primera fábrica (con el nombre de Gonvarri), y se crió en Madrid. El vínculo con Euskadi le viene de su matrimonio con la bilbaína Josefina Mera y de su expansión por el territorio. El patriarca falleció en 2010 y sus hijos Francisco y Jon dirigen en la actualidad el grupo.

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Gestamp figura en el puesto 184 del listado de las 500 mayores empresas familiares del mundo elaborada por la Universidad de St. Gallen (Suiza). El ranking lo encabeza el gigante norteamericano de la distribución Wal-Mart, fundado en 1962 por la familia Walton, que mantiene el control al poseer algo más del 50% del capital. Su facturación, que es el criterio utilizado para elaborar la clasificación, alcanza los 476.300 millones de dólares y da trabajo a 2,2 millones de personas.

Llama la atención el elevado número de empresas automovilísticas en los primeros puestos. Así, el segundo puesto lo ocupa Volkswagen, bajo los focos en estos días por el fraude de los motores diésel. Esta polémica, que ha supuesto la dimisión de su consejero delegado, ha vuelto a traer a la luz el enfrentamiento entre los descendientes de Ferdinand Porsche, fundador del grupo y artífice del escarabajo, al que Hitler bautizó como coche del pueblo. En cuarta posición de la clasificación está la familia italiana Agnelli, dueña de Fiat Crhysler a través de la sociedad Exor, y en quinta la norteamericana Ford. La alemana BMW está en el ocho.

El grupo francés Peugeot, que participó ayer en el congreso, no anda muy lejos, y figura en el puesto 14. No obstante, esta empresa ha perdido su carácter familiar de acuerdo con el criterio seguido por la Universidad St. Gallen para la elaboración de la clasificación. Así, para considerar como tal a una empresa familiar exige que la familia alcance el 50% de los derechos de voto si no cotiza y el 32% si está en Bolsa. Pues bien, la familia Peugeot ha reducido su peso al 14% tras verse obligada a dar entrada en su capital al grupo chino Dongfeng y al Estado galo, que ya tuvo que rescatar a la compañía en 2012. La firma automovilística registró unas abulatadas pérdidas de 5.000 millones de euros ese año y de 2.300 el siguiente.

Mercadona es la primera empresa familiar española que aparece en el ranking. En concreto, en la posición 48. El grupo de distribución valenciano, dirigido por Juan Roig, alcanza una facturación de 24.300 millones dólares, superior a la Inditex (22.300), que ocupa la posición 52. Su fundador, Amancio Ortega, se colocó hace unos días como el más rico del mundo en la lista de Forbes, por delante de Bill Gates, pero solo duro unas horas debido a los cambios en la cotización bursátil.

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Detrás de Mercadona e Inditex aperecen Samede Inversiones 2010, de Esther Koplowitz, en el puesto 84 y ya fuera de las 100 primeras, en la posición 105, figura el Corte Inglés. La familia controla cerca del 75% del capital de la cadena de grandes almacenes, aunque con algunas desavenencias en su seno. El nuevo presidente, Dimas Gimeno, expulsó recientemente del consejo de administración a Carlota Areces, que se oponía al desembarco en el grupo de un inversor catarí. Es habitual que al ganar tamaño surjan diferencias entre los familiares herederos.

Según la Universidad St. Gallen, las 500 mayores empresas familiares del mundo alcanzarían una facturación de 6,5 billones anuales de dólares, con lo que integradas formarían la tercera mayor economía mundial, por detrás de EE UU y China.

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