Jorge Murcia
Jueves, 29 de junio 2017, 17:29
La dependencia de España respecto a los hidrocarburos es prácticamente absoluta. En el caso del gas natural, sólo el 0,2% del que se mueve por el territorio corresponde a producción propia, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) de ... año móvil abril 2016-abril 2017. Materia prima que proviene en su gran mayoría (79,5%) de un solo yacimiento, el denominado Viura, ubicado en la localidad riojana de Sotés. Otro 10,5% de extrae en el Poseidón, yacimiento localizado a 30 kilómetros de la costa de Mazagón (Huelva). El resto se repartió entre los pozos de El Romeral en Sevilla (4%), y de Marismas, en el entorno de Doñana (0,2%). El 5,9% restante correspondió a la producción de biogás en las distintas plantas repartidas por la geografía española.
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Del subsuelo español salieron sólo 569 gigavatios (Gw) de gas natural en el periodo comprendido entre abril de 2016 y abril de este año. Por contra, las exportaciones ascendieron a 374.744 Gw. España depende, por tanto, del combustible que le llega de otros países. Sin embargo puede presumir de una gran diversificación geográfica, lo que le mantiene más o menos a salvo de hipotéticas crisis de suministro que afecten a determinados países, como ocurrió con Ucrania en 2014.
Eso sí, más de la mitad de las importaciones provinieron de un solo país, Argelia, con un 56% del total. A mucha distancia le sigue otro país africano, Nigeria, origen del 15,2% del gas natural que llegó a España durante ese periodo. En tercer lugar figura Noruega, principal productor europeo (9,4%), seguida de Perú (7,4%), Catar (6,8%), Francia (2,4%), Trinidad y Tobago (1,2%), Estados Unidos (1,1%) y Angola, con un 0,6%.
¿Y cómo llega esa materia prima? Pues el 58,2% en forma de gaseosa, a través de la red de gasoductos que conectan la Península Ibérica con África y el resto de Europa. Más de una cuarta parte del gas natural importado por España (el 26,9%) llegó por la conexión internacional de Zahara de los Atunes (Cádiz), mientras que otro 21,8% lo hizo por Almería (21,8%) y el 9,6% a través de los Pirineos.
Por su parte, el 41,8% del gas restante llegó en forma de gas natural licuado (GNL) en los buques metaneros procedentes de distintas partes del globo. Este gas tiene como destino las seis plantas de regasificación con que cuenta España, donde se devuelve a su original estado gaseoso. Una de ellas es la de Bahía Bizkaia Gas (BBG), ubicada en las instalaciones del Puerto de Bilbao. En esta planta, copropiedad de Enagás y el Ente Vasco de Energía (EVE) se procesa el 5,4% del gas que entra en España.
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¿Y qué destino tiene el gas natural? Pues la gran mayoría (un 78,1%) se empleó en el consumo convencional. Es decir, para alimentar la actividad de las industrias y calentar comercios y hogares. El 18,8% se dedicó a la generación eléctrica, fundamentalmente en las plantas de ciclo combinado. Y el 3,2% restante correspondió a GNL de consumo directo.
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