Las pymes españolas buscan liquidez en los fondos europeos

Con estos datos España se ha convertido en el país líder de este proyecto europeo que cuenta con la participación de diversos organismos. De hecho, tanto la administración central como las comunidades autónomas han dedicado 800 millones procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para esta iniciativa. A estos recursos se suman los 2.000 millones de riesgo asumidos por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), lo que ha permitido movilizar esos 3.000 millones. El objetivo del programa es alcanzar un máximo de 5.500 millones y beneficiar a 40.000 compañías en 2019. Aunque existe la posibilidad de que se prorrogue hasta 2023.

Uno de los propósitos de este plan es lograr que la financiación llegue a las empresas más pequeñas por ser las que tienen más complicado acceder a préstamos bancarios convencionales. Por ese motivo el 77% de las compañías que han obtenido liquidez de este programa tienen menos de 10 empleados y son micropypmes, según datos del Ministerio de Hacienda. La cifra alcanza el 96% si se eleva el listón hasta los 50 empleados. El importe medio de los préstamos concedidos es de 76.000 euros.

Al mismo tiempo, el programa también pretende servir de apoyo a los emprendedores. En este sentido, el 38% de las pymes que han recibido financiación son 'startups' con menos de 3 años de vida. Para solicitar estos créditos las empresas deben tener menos de 250 trabajadores y una facturación igual o inferior a 50 millones o contar con un tamaño de balance máximo de 43 millones. Otro de los requisitos es que los recursos del préstamo deben destinarse a un proyecto que se desarrolle en España.

«La excelente acogida de esta iniciativa está haciendo posible que miles de empresas españolas puedan disfrutar de mayor liquidez para sus inversiones en condiciones de financiación preferentes», explica el vicepresidente del BEI, Román Escolano, en una reciente visita a España para hacer balance de la iniciativa que abandera su organización. En su opinión, esta herramienta permite a estas pymes «ser más competitivas y disponer de más recursos, beneficiando, de esta forma, a toda la economía española y facilitando la creación de empleo».

La iniciativa también cuenta con el respaldo de nueve entidades bancarias (Bankia, Banco de Santander, Caixabank, Banco Popular Español, Banco Sabadell, Bankinter, Grupo Caja Rural, Liberbank e Ibercaja). Su participación es necesaria porque las pymes que quieran acogerse al programa europeo deben solicitar a uno de estos bancos un préstamo, que estará garantizado en un 50% por los recursos europeos. Es decir, en lugar de otorgarse como una subvención clásica, los fondos FEDER suponen un aval que reduce el riesgo asumido por los intermediarios financieros.

Este mecanismo facilita así la concesión de crédito estas pequeñas empresas y en mejores condiciones. Además, según el departamento que dirige Cristóbal Montoro, se logra un efecto multiplicador de, al menos, un mínimo de cuatro veces la aportación FEDER de cada una de las regiones participantes. En cualquier caso, el Gobierno quiere potenciar más el tamaño de las pequeñas empresas. Por ese motivo tiene previsto aprobar en las próximas semanas la enésima normativa que incentive y facilite el crecimiento de las pymes españolas. Habrá que ver si tiene más éxito que los planes anteriores.