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Juan Carlos Berdonces
Viernes, 2 de junio 2017, 14:30
Loli García ha sido elegida este viernes nueva secretaria general de CC OO en Euskadi con el 84,3% de los votos emitidos (231 de un total de 274) durante la segunda y última jornada del congreso celebrado por el sindicato en el Palacio Europa ... de Vitoria. García se convierte de esta manera en la primera mujer que ostenta la máxima representación de la organización en el País Vasco, para un periodo de cuatro años, y toma el relevo de Unai Sordo, que ya encara la recta final de cara al congreso confederal de Comisiones Obreras a nivel nacional, que se celebra del 29 de junio al 1 de julio en Madrid. Éste supondrá su salto a la secretaría general una vez que Ignacio Fernández Toxo ya ha anunciado su salida.
La nueva comisión ejecutiva, elegida con el 82,12% de los votantes, consta de diez personas, cuatro de ellas mujeres. Así, junto a Loli García estarán Marcial Moreta, Mari Cruz Vicente, Estíbaliz Montero, Alfonso Ríos y José Mari García, que repiten del periodo anterior, junto a los nuevos Santi Martínez, Fran Osuna, Jone Robledo y Juan Carlos Martínez.
En su primer discurso tras la elección, Loli García ha estado acompañada por la comisión ejecutiva al completo y por los máximos responsables de las siete federaciones que componen el sindicato. La nueva secretaria general de CC OO-Euskadi ha asegurado que son tres los ejes transversales que van a marcar el trabajo de este mandato: el feminismo, la lucha contra la desigualdad, la precariedad y la pobreza laboral y en tercer lugar la confederalidad, es decir, la representación general de los derechos e intereses de la clase trabajadora, «partiendo de su diversidad, defendidos y promovidos desde un programa compartido e inspirado en valores que identifican a las Comisiones Obreras y que las diferencia de otras organizaciones».
García reconoce que «se están produciendo cambios en las empresas, en los centros de trabajo y en la sociedad», y esto obliga a «situarnos ahí como eje central de nuestra acción sindical, avanzando en el gobierno democrático de las relaciones laborales. Pero estos cambios, requieren, a su vez, ganar espacios de intervención, que tienen que ver con los sistemas de protección social, con la política educativa, con la sanidad, con los servicios públicos como derecho básico de toda la ciudadanía. Es decir, situamos el centro de trabajo como elemento central en la articulación de nuestra acción sindical, para ser más fuertes en la sociedad».
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