Luis López
Domingo, 30 de abril 2017, 02:35
Estamos rodeados de desigualdades e injusticias, sí. Pero hay una verdad histórica innegable: nunca desde el inicio de los tiempos ha habido tanta gente con un nivel de vida tan alto como la que hay hoy en las sociedades occidentales. Eso pasa porque existe (todavía) ... la clase media. Y la clase media existe porque la riqueza se reparte. Y la riqueza se reparte, en buena medida, porque desde hace más de dos siglos -desde que la Revolución Industrial lo cambió todo- los sindicatos han luchado por mejorar las condiciones de los trabajadores. Unos trabajadores que deben tener sueldos dignos para así poder consumir las cosas que venden las empresas que a su vez contratan a los trabajadores... Es un círculo.
Publicidad
En fin, que la acción sindical ha sido definitiva y definitoria para las sociedades modernas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte estas organizaciones han perdido potencia. Quizás sea porque el mundo es cada vez más individualista, o por los pecados que las centrales han cometido y que en vísperas del Primero de Mayo no es cuestión de andar revolviendo.
Pero sí hay que recordar que su papel es aún fundamental. Y no sólo en la negociación colectiva que garantiza las condiciones laborales de los asalariados, sino en las peleas de baja intensidad. A continuación, los dirigentes de los cuatro principales sindicatos vascos dan ejemplos de historias que reflejan cómo su actuación puede cambiar la vida de la gente.
Kellys contra la degradación de las condiciones laborales
A Txiki Muñoz, secretario general de ELA, le gusta recordar el caso de las kellys -camareras de piso- del Hotel Occidental, en Bilbao. Nueve mujeres que tras movilizarse durante seis días lograron cerrar la puerta a una enorme degradación de sus condiciones laborales. Lo curioso del caso no es el resultado final, sino haber movilizado a un sector tan atomizado y precarizado.
Publicidad
«El hotel tenía a las nueve mujeres subcontratadas con una empresa que aplicaba el convenio de hostelería de Bizkaia, con lo que cobraban 1.294 euros al mes, por 15 pagas. El problema era que el contrato terminaba el 1 de marzo, y el plan era traer a una empresa outsourcing con salarios de 850 euros por doce pagas, aplicando el convenio de empresa estatal, que es el que ahora tiene prioridad aplicativa», explica Muñoz. «Cuando supimos que las condiciones laborales tenían fecha de caducidad, ELA se juntó con la gente. Tienes que enganchar a las personas, motivarlas. Se convocó una huelga, evidentemente contando con la caja de resistencia (que reporta 866,53 euros al mes a cada huelguista), y al séptimo día se llegó a un acuerdo con la empresa, que aceptó el derecho de subrogación y mantener los sueldos». El caso fue sonado en el sector y «vino gente hasta de Lanzarote para saber cómo lo habíamos hecho».
A su juicio, sólo hay un secreto: «Hay que dar referencias a la gente, demostrarles que su situación no es una condena divina y hacerles ver que lo que hace falta es tener una relación de fuerza que te permita discutir lo que te imponen. Y eso se hace luchando. La práctica sindical te demuestra que si llegas a los centros de trabajo, incluso en sectores tan atomizados y precarizados como este, se abren oportunidades».
Publicidad
A juicio del secretario general de ELA, el mayor activo de su sindicato son «sus medios humanos, tener gente en la organización que sepa cuál es la prioridad». Y la prioridad es llegar al mayor número de centros de trabajo posibles. «Tenemos 60 personas responsables de pymes» cuya principal función en «patear» la calle y «vencer el miedo de la gente de cara a organizar la lucha».
Cómo esquivar un ERTE y conseguir las 35 horas semanales
En LAB, la central liderada por Ainhoa Etxaide (en la foto) apuntan como ejemplo de lucha y victoria el caso de CAF. Lo relata Xabier Ugartemendia, responsable de la federación de servicios privados del sindicato abertzale: «Hace un tiempo se dio en la empresa una situación de falta de carga de trabajo en las plantas de Beasain e Irún. Pese a que iba muy bien, pretendía hacer lo mismo que hacen otras empresas: un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo)». Es decir, mandar a la gente a su casa cobrando el paro. «Eso generó rechazo en la plantilla, que apostó por la acción sindical para evitar ese modelo. Hubo movilizaciones durante meses y se consiguieron dos cosas...».
Publicidad
Según Ugartemendia, de un lado se logró que «en los periodos sin carga de trabajo se llevarían a cabo acciones de capacitación de la plantilla; es decir, los momentos con menos ocupación se utilizarían para realizar planes de formación». Además, las movilizaciones en CAF propiciaron que «se instaurasen las 35 horas semanales sin menoscabo del salario como fórmula de repartir trabajo». En definitiva, se apostó por «mantener el empleo que existe y, además, de cara al futuro se garantiza que las nuevas generaciones tengan trabajos de calidad».
Este tipo de acuerdos puede darse en empresas potentes, con buenos resultados. Pero, ¿qué pasa en las que tienen el agua al cuello? ¿Cómo van ni siquiera a pensar en conceder semejantes beneficios a sus trabajadores? «Las empresas que hacen ese tipo de cosas, que apuestan por los ERTE cuando baja la carga de trabajo, no son precisamente las que están con el agua al cuello. Son Sidenor, Firestone... Cada empresa es diferente y hay que buscar soluciones para cada una. Pero la solución no es que la gente se vaya a casa y acabe con la prestación de desempleo».
Publicidad
Para Xabier Ugartemendia la conclusión de lo ocurrido en CAF, y en otros conflictos similares, es que «la unión de la plantilla en torno a unos objetivos y la acción sindical ofensiva normalmente da resultados para salir de la precariedad, mejorar la calidad del empleo o mantenerla».
Un músico sordo y la batalla de las enfermedades profesionales
CC OO siempre ha sido una referencia en la lucha por el reconocimiento de enfermedades profesionales. La guerra del amianto es bien conocida, con cientos de batallas ganadas y una notable visibilización social del problema. Pero Unai Sordo, secretario general del sindicato en Euskadi y próximo líder de la central a nivel estatal, elige como jemplo de pelea ganada una más sencilla: «Es el caso de un músico, un trombonista de la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Cuando tenía cincuenta años, y 24 de antigüedad en la OSE, le diagnosticaron hipoacusia neurosensorial bilateral». Es decir, una sordera.
Noticia Patrocinada
Cuando este hombre acudió al sindicato ya suponía que el origen de su dolencia sería su actividad profesional. «No era invalidante, podía seguir trabajando, pero si se reconocía su origen profesional tenía derecho a una indemnización».
La mutua le negó ese derecho pese a que la Seguridad Social en su primera valoración reconoció el origen profesional de la enfermedad. «Siempre suelen reclamar al INSS aunque sepan que no tienen razón porque los procesos son largos y penosos. Su esperanza es desanimar a los trabajadores. En estos casos, el sindicato es su sostén, porque sin esa ayuda la gente se pierde o desiste».
Publicidad
Al final, el INSS falló a favor del músico y se le concedió una indemnización de 2.990 euros. En casos más graves las cantidades son millonarias, y en enfermedades incapacitantes hay recargos en las prestaciones. «Cada año sacamos más de cien reconocimientos de enfermedades de origen profesional; a veces son muy graves, y otras menos. Pero lo importante no es la indemnización», explica Unai Sordo.
A su juicio, lo realmente relevante es que reconocimientos de este tipo «fuerzan al cumplimiento de planes de prevención, de manera que se combina la utilidad individual con la acción colectiva, que se traduce en una mejora de las condiciones laborales, la eliminación de riesgos. Es algo muy representativo de nuestro modelo sindical: hay que estar en el centro de trabajo para impulsar planes de prevención, y combinar la movilización con la participación en organismos como Osalan».
Publicidad
36 interinos contratados en fraude de ley convertidos en indefinidos
Raúl Arza pone el foco sobre la utilización «fraudulenta» que hace el Gobierno vasco de la contratación interina para desempeñar «trabajos que por su naturaleza son de carácter indefinido». Así que el secretario general de UGT en Euskadi elige como ejemplo de pelea exitosa el caso de «36 orientadores que en noviembre de 2011 comenzaron a trabajar en Lanbide con un contrato de interinidad» y que gracias al papel jugado por el sindicato desde hace más de un año son «indefinidos no fijos». Esas 36 personas llegaron como refuerzo al Servicio Vasco de Empleo donde «no existía relación de puestos de trabajo, así que, ¿cómo van a ser interinos?», se pregunta. «Primero tratamos de regularizar su situación negociando con el Gobierno, pero nos dijo que o les obligaban por sentencia o nada. Y eso que ya habíamos ganado un caso parecido con personas que habían llegado a Lanbide del Sepe».
«Además, nos amenazaron con hacerlos funcionarios interinos, en vez de ser laborales interinos». Dice Arza que ese cambio sería negativo para los afectados porque supondría que cualquier pleito debería dirimirse por vía Contencioso-Administrativa, «mucho más proclive a los intereses de la Administración». Así que, antes de que eso ocurriese, UGT inició el proceso en la jurisdicción laboral.
Publicidad
Al final, el Juzgado de lo Social número 1 de Vitoria declaró que la contratación fue «fraudulenta», incide Arza, y obliga a Lanbide a considerar a los 36 afectados «indefinidos no fijos, ya que en la Administarción sólo se puede ser fijo cuando se gana la plaza». Además, «con presión sindical hemos conseguido que el Gobierno vasco no saque a concurso sus plazas en tanto no se cree esa categoría profesional.
Cuando se cree esa escala habrá OPE y podrían irse a la calle, pero queremos que se abra un proceso de consolidación para que se valore su experiencia y se queden en sus puestos».
El problema es que, pese a este y otros varapalos judiciales, Lakua «utiliza de forma masiva la contratación interina para no hacer OPEs, hata el punto de que tiene el 31% de temporalidad».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.