![Se enfría el espíritu empresarial vasco](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/pre2017/multimedia/noticias/201701/03/media/empresarial-k0k-U2111033074207d-575x323@El%20Correo.jpg)
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Luis López
Miércoles, 4 de enero 2017, 02:04
La crisis económica ha triturado el mercado laboral y el tejido empresarial vasco, dos realidades inseparables e interconectadas. Porque no hay trabajo si no hay empresas.
Pero además, estos años negros parecen haber tenido otro efecto colateral: un cambio en los códigos, en los valores. ... Desde siempre el espíritu emprendedor ha sido uno de los rasgos de identidad en Euskadi, y es eso lo que se está transformando. Han sido muy sonadas y polémicas las críticas patronales al acomodamiento de la juventud y su falta de afán emprendedor, los lamentos por la falta de reconocimiento social al empresariado; también ha habido informes que sitúan al País Vasco como una de las comunidades con menos actividad emprendedora de España, y otros que revelan que las mayores aspiraciones de los universitarios vascos son convertirse en funcionarios o trabajar en una multinacional.
En la Encuesta de Población Activa (EPA) hay unos datos curiosos cuando se compara la situación de 2007 y la actual. Por supuesto, en ese tiempo se ha encogido el mercado laboral, han cerrado miles de empresas y se han quedado en paro muchos más miles de trabajadores. Y también ha cambiado bastante el universo de personas ocupadas.
Así, en la última encuesta, correspondiente al tercer trimestre de 2016, se reflejaba que el 85,1% de los ocupados vascos son asalariados, frente al 79,5% del mismo periodo de 2007. Se trata del mayor aumento en el trabajo por cuenta ajena de todas las comunidades y sitúa a Euskadi como la autonomía con mayor porcentaje de asalariados, sólo por detrás de Madrid y Canarias. De manera paralela, han menguado quienes se definen como empleadores es decir, quienes crean empleo, ya que ahora sólo suponen un 3,8% de los ocupados frente al 5,2% que representaban hace nueve años. El resto de ocupados son, esencialmente, autónomos, empresarios sin trabajadores a su cargo y cooperativistas, cuya presencia porcentual también mengua en favor de los trabajadores por cuenta ajena.
Para Diego Barceló, investigador de la firma Adecco especializado en el análisis de la EPA, esto no tendría por qué ser una mala noticia. «En los mercados laborales de los países más avanzados el porcentaje de asalariados supera el 90%», esencialmente porque tienen empresas de mayor tamaño, con dimensión para competir a nivel global. Es decir, se trata de entornos menos atomizado, con menos compañías. De ser esto así, en Euskadi estaríamos de enhorabuena porque, tras Madrid y las Islas Canarias, somos la comunidad con más proporción de asalariados. Y hay que tener en cuenta, añade Barceló, que en la capital española se concentra «la estructura del Estado» y están las sedes de las grandes compañías; y en las islas, rendidas al turismo, la estructura productiva es poco comparable.
Sin embargo, desde el empresariado vasco hay voces que ven esta interpretación demasiado complaciente. Porque, al fin y al cabo, en los últimos años no ha surgido en Euskadi ninguna gran empresa que marque diferencias. Y las que ya existían tampoco han disparado sus contrataciones. Lo que ha habido, en todo caso, es el cierre de muchas pymes con pocos trabajadores o, si acaso, la concentración de varias firmas para alumbrar otra con mayor dimensión y posibilidades de competir. Muy pocos se han embarcado en la aventura de emprender, y quienes lo han hecho, muy mayoritariamente han tomado la decisión empujados por la necesidad y tras muchos meses en el desempleo.
Empresas y empresarios
También es cierto que, según los últimos datos de Confebask, del pasado mes de noviembre, en Euskadi había 59.047 empresas con trabajadores; un apreciable repunte sobre los mínimos de 2014 (cuando se habían quedado en 56.672), pero aún lejos del escenario precrisis ya que en abril de 2008 había 64.635. Eso sí, en este cómputo con base en los datos incontestables de la Seguridad Social se tiene en cuenta el número de empresas, agrupando cuentas de cotización con el mismo NIF. Ya sean sociedades, o pertenezcan varias al mismo empresario. Bien mirado, quizás importe menos el número de empleadores que el de empresas, porque son éstas las que en última instancia crean empleo. Aunque también hay que tener en cuenta que si se enfría el afán emprendedor, se compromete el dinamismo futuro.
Todo lo anterior eran porcentajes sobre el total de ocupados. Si se tienen en cuenta los valores absolutos el resultado, como no podía ser de otro modo, es un desplome entre 2007 y 2016. Euskadi ha pasado de tener 51.500 empleadores hace nueve años a 34.500 en el tercer trimestre del ejercicio pasado, según la encuesta EPA. En cuanto a los asalariados, tras estos dos últimos años de recuperación del mercado laboral a costa de una notable precariedad, la caída ha sido de 795.000 a 772.000. También se han desplomado los autónomos (había 204.300 en 2007 y 134.900 el año pasado) y algo menos los que se identifican como empresarios sin asalariados (de 116.100 a 81.900).
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