Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Adolfo Llorente
Miércoles, 26 de octubre 2016, 00:25
Para España, el exministro Miguel Arias Cañete es lo más parecido a eso que los periodistas llamamos Bruselas. Que si Bruselas esto, que si Bruselas aquello... El club, ya saben. El 1 de noviembre cumple dos años como comisario de Acción por el Clima ... y Energía en un momento dulce, tras ser la imagen de la UE en el histórico acuerdo climático de París. Tras muchos meses ajeno al foco español por el escándalo de los Papeles de Panamá, donde apareció su mujer, rompe su silencio en EL CORREO, en una entrevista en exclusiva en la que asegura que España «tiene que demostrar que es un país serio» y recuerda al nuevo Gobierno «que deberá tomar decisiones importantes con verdadera urgencia tras perder un año».
¡Por fin habrá Gobierno!
Eso parece. La UE necesita un Gobierno estable en España que dé cumplimiento al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y ponga en marcha las reformas estructurales necesarias para que España prosiga el proceso de saneamiento de las finanzas públicas y sea más competitiva. El interés de la Comisión es que haya un Gobierno, un interlocutor que pueda tomar decisiones importantes.
¿Lo que ha ocurrido, la abstención del PSOE, es lo que siempre quiso Bruselas?
Lo que quiere Bruselas es un Gobierno estable con capacidad de tomar decisiones.
Insiste en lo de Gobierno «estable», pero estable estable, no tiene mucha pinta de que vaya a ser.
Cuando se está en minoría parlamentaria debe haber pactos y confío en la responsabilidad de todos los partidos para que sean conscientes de los compromisos que España como país tiene asumidos con la UE. No se trata de uno u otro partido o Gobierno, sino de un país. Ahora es un modelo en crecimiento económico y creación de empleo, pero hay otras áreas en las que debe mejorar sustancialmente.
¿Cuánto durará el próximo Gobierno? Meses, dos años...
España es un país sorprendente y no apostaría ni un euro al qué pasará. Sólo espero que tanto el Gobierno como el resto de partidos tengan en cuenta el marco comunitario europeo y analicen qué ha pasado en otros países cuando no ha sido así. Debe haber responsabilidad. La UE es un club en el que se está de forma voluntaria y si se está, hay que cumplir las reglas. Otros prefieren irse.
Jean-Claude Juncker advirtió en enero: «Espero que España esté a la altura y tenga un Gobierno estable lo más rápido posible». Mucho caso no le han hecho.
Hubiera sido deseable que esto hubiese ocurrido antes y que España hubiera aprovechado este año para hacer ajustes fiscales tomando las decisiones más inteligentes. Hay grandes decisiones, reformas y debates como el tema laboral o las pensiones que el nuevo Gobierno deberá impulsar con verdadera urgencia y con mucho diálogo con la oposición, porque muchas de las reformas estructurales son a largo plazo. Es España la que se la juega como país, no se trata de uno u otro partido o Gobierno.
Ahora que usted está en el otro bando, que habla como Bruselas, ¿no tiene la sensación de que España no se toma muy en serio los compromisos comunitarios?
El problema, a diferencia de otros países, es que el debate europeo no está en el debate nacional. Y en un mundo global hay que poner las luces largas, no las cortas.
Se lo pregunto de otra forma. España gastará este año 46.000 millones más de lo que ingresa, tiene el peor déficit de la Eurozona, lleva una década incumpliendo el Pacto de Estabilidad... ¿A Bruselas se le ha agotado la paciencia?
Es verdad que España tiene un déficit por encima de los parámetros europeos, pero la senda es decreciente, positiva, lo está reduciendo. Aunque el esfuerzo hay que intensificarlo y va a haber que hacer esfuerzos importantes tanto en 2017 como en 2018.
Multa perdonada
Pese a todo, acaban de darle la cuarta prórroga desde 2009 para cumplir el déficit y perdonado una multa de hasta 2.000 millones. ¿Es la última oportunidad?
La Comisión ha sido muy realista y ha dado más tiempo para que el ajuste tengo el menor impacto social, como siempre ha defendido Juncker. No sólo nos guiamos por decisiones burocráticas. España ha recibido un plazo muy generoso para hacer los ajustes presupuestarios, pero eso sí, esto requiere actuaciones en muchos ámbitos. El futuro Gobierno tiene por delante una tarea muy importante para demostrar la seriedad de España como país.
¿Usted se puso la camiseta nacional en el Colegio de Comisarios del 27 de julio en el que se perdonó la multa a España?
Digamos que yo fui uno de los que participó en un consenso político teniendo en cuenta la situación especial de un país.
Resulta paradójico que quienes querían multar a España eran comisarios del PP europeo, como los vicepresidentes Dombrovskis y Katainen o el alemán Oettinger.
No se trata de encasillar a unos y a otros. El Colegio es muy político y hay grandes debates políticos. La ortodoxia presupuestaria va por barrios. Se ha actuado con flexibilidad y la flexibilidad es parte del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Nadie se ha saltado las normas.
Si es una Comisión que mira tanto por lo social, ¿deducimos entonces que no se congelarán los fondos estructurales? España se juega más de mil millones en 2017.
Son procedimientos diferentes. La multa era irreversible. Se ponía y se pagaba. El debate de los fondos es diferente. No es una sanción, sino un incentivo para que el Gobierno tome las medidas necesarias. Si lo hace, los fondos se descongelarán y la decisión no tendrá efecto. Depende del país.
La Comisión ha cifrado el ajuste de 2017 en unos 5.000 millones y en otros 5.000 en 2018. ¿Se subirá el IVA, como insiste Bruselas?
Los Estados miembros tienen discrecionalidad para hacerlo. Lo que se le pide al Estado es acción efectiva y el Estado tiene un amplio margen de actuación. España decidirá.
La semana que viene cumple dos años ya en Bruselas. ¿Satisfecho?
Mucho. En lo personal, ser comisario ha colmado todas mis expectativas tras una larga vida política. Tengo un gabinete espectacular, muy potente y respetado. Quizá lo que me ha faltado ha sido estar más en los parlamentos nacionales, también en el Congreso, para que el debate europeo vuelva a estar en la escena política española.
Sus críticos le afean que a diferencia de sus antecesores, como Joaquín Almunia, está desaparecido. ¿Por qué en la «Comisión más política de la historia» habla tan poco de política?
Porque he tenido una cartera muy exigente. El histórico acuerdo del Clima de París lleva consigo mucho sacrificio, mucho trabajo... Y cuando hay resultados, contarlos, como en París, donde pasé por las televisiones más importantes de todo el mundo. El eco en la Prensa internacional ha sido enorme, en España no tanto, donde parecen gustar temas que puedan afectarme más personalmente.
¿Por qué tras destaparse el caso Acuamed y aparecer su ujer en los Papeles de Panamá decidió esconderse de los medios?
Nunca me he escondido. He salido cuando me han preguntado y me he dedicado a lo que me tenía que dedicar, que es a trabajar y hacerlo lo mejor posible. Y luego, que las fotos se las haga el que quiera. No soy comisario español sino europeo, y debo preocuparme de mi imagen en 28 países de la UE y en 196 del mundo.
¿Nuncó pensó en dimitir?
No, nunca. Nunca he incurrido en un conflicto de intereses.
Los socialistas y el resto de la oposición no piensan lo mismo.
Los socialistas nunca me apoyaron cuando, históricamente, los grandes partidos españoles siempre cerraron filas con el comisario español de turno. Ellos verán.
Acaban de estallar los escándalos del expresidente Barroso (fichaje por Goldman Sachs) y la excomisaria Neliee Kroes (Papeles de Bahamas). ¿Los comisarios son unos privilegiados por ganar más de 20.000 euros al mes?
Están bien retribuidos, es verdad, pero es un trabajo muy duro, aquí no se regala nada. Todo se puede mejorar, pero tenemos el código de transparencia más duro de cualquier institución de Europa y estamos constantemente bajo la lupa mails, reuniones... Todo se sabe.
Vamos, que usted no fichará por Goldman Sachs.
No creo que se fijasen en mí.
¿Y usted, como lo haría?
(Sonríe) No es mi responsabilidad.
Porque lo de ser ministro de nuevo ni se lo pregunto... ¿O sí?
Siempre he estado donde me ha dicho mi partido, pero ahora he cumplido dos años de comisario y aún me quedan tres. Juncker me dio dos carteras, las que tenía Dinamarca (Clima) y Alemania (Energía), y esto es algo a lo que quizá en España no se le ha dado la suficiente relevancia.
Pero se perdió la vicepresidencia que siempre se tenía.
Los vicepresidentes coordinan, pero los comisarios son los que tienen la iniciativa legislativa. Aquí no vale con la tarjeta de visita, el puesto hay que ganárselo cada mañana y España, se lo aseguro, tiene una gran cartera en la Comisión.
El reto energético
Como comisario de Acción por el Clima y Energía y tras cerrar el histórico acuerdo de París, ¿ahora qué?
Me queda el reto del millón: hacer que funcione el mercado energético europeo. Aquí nos la jugamos.
¿Por qué?
La UE debe ser competitiva y tenemos una energía muy cara. Tenemos 28 mercados y no uno integrado. Faltan interconexiones y el mercado no funciona para las renovables. Si lo hacemos bien, el PIB de la UE crecerá el 1% en 2030, se pueden crear 900.000 puestos de trabajo y se pueden estimular 177.000 millones de inversiones al año desde 2021 a 2030.
¿El gran problema de Bruselas es que no sabe vender esto, que sigue perdiendo la batalla del relato?
Es el grave problema de todos los políticos. Como se dice, a veces la gestión del producto es muy buena pero la venta es más deficiente. Pero cuando el producto es muy bueno se vende bien, y en la UE hay muchos.
¿Y lo de Valonia? ¿Cómo es posible que una región de 3,5 millones vete un acuerdo con Canadá que quieren 500 millones de europeos?
Es muy preocupante. Lo primero que denota es que no tenemos en cuenta lo importante que es el comercio mundial para la UE. No llega a tener el 7% de los habitantes del mundo, pero supone casi el 30% del comercio internacional. Y cuando se habla de inversiones, el 30% de la inversión extranjera mundial aterriza en Europa. 30 millones de trabajadores europeos dependen de las exportaciones. Se dice pronto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.