El banco más viejo del mundo, una amenaza para el joven Renzi

Es comprensible que el primer ministro, que en octubre afronta un referéndum clave en el que se juega su futuro, busque una alternativa para salvar la entidad, la tercera mayor del país. Aunque urdir apaños para Monte dei Paschi es justo lo que se ha hecho durante toda la crisis y el resultado ha sido desastroso. Ya se ha inyectado dos veces dinero público en el banco -casi 4.000 millones en 2013 y 1.900 en 2009- y las pérdidas acumuladas desde 2011 superan los 14.000 millones. En 2014 fue el peor de toda Europa en los test de estrés y el capital que consiguió levantar entonces se lo ha fundido. Su historia reciente, que recuerda a Bankia en muchos aspectos, contiene todos los elementos que han pervertido la banca estos años: interferencias políticas, trapicheos con los bancos de inversión para ocultar pérdidas, ineficacia de lo supervisores... Hasta daría para una novela negra por la muerte de su jefe de comunicación en 2013, primero considerada un suicidio y ahora investigada como asesinato.

La política ha estado siempre presente en la gestión de Monte dei Paschi. A mediados de los 90 se privatizó el sector en Italia con un esquema similar al aplicado recientemente a las cajas españolas: los bancos quedaron en manos de fundaciones que se encargaban de la obra social. En general estas fueron poco a poco rebajando su participación y su control, pero no en el caso de la entidad más antigua del mundo. Hasta 2012 la fundación mantuvo más del 50% del capital y un poder de decisión absoluto sobre el banco. Y este organismo estaba dominado por políticos, primero del Partido Comunista y luego de su sucesor de centroizquierda, el Partido Democrático (PD), al que pertenece Renzi. Hay que recordar que la rica Siena está en el corazón de la Italia 'roja' y la 'sinistra' ha gobernado el municipio y la provincia durante decenios.

La influencia de la fundación en la región de la Toscana era inmensa. Se calcula que entre 1996 y 2010 se gastó 2.000 millones de euros en todo tipo de ayudas y subvenciones, incluidas la otorgadas para la celebración de las famosas carreras de caballos de Palio. Hay un proverbio que dice que los 60.000 habitantes de Siena se dividen en tres categorías: los que trabajan en Monte dei Paschi, los que estudian para trabajar en la entidad y los que reciben una pensión de la misma. De ahí a que se le apodase 'Padre Monte'.

Estos vínculos con la política sirven para explicar por qué estaba Giuseppe Mussari, un abogado ligado al PD sin experiencia bancaria, al frente de Monte dei Paschi cuando la entidad compró Antonveneta al Santander en 2007. Ahí empezaron todos los problemas. La firma italiana pagó a Botín 9.000 millones, 2.400 más de lo que había abonado el banquero santanderino un mes antes. Una chapuza, en la que intervino como asesor Merrill Lynch, que se transformó en tragedia tras el estallido de la crisis con la quiebra de Lehman y el colapso de la banca.

Desde entonces se acumularon los errores. Para tapar sus agujeros, la entidad contrató sofisticados derivados con Deutsche Bank y el japonés Nomura que le generaron todavía más pérdidas. Esto es algo que no se supo hasta 2012, después de que el Banco de Italia relevara a la cúpula. Se dice que los nuevos gestores encontraron los documentos en una caja fuerte. En 2013 estalló el escándalo y hubo que realizar el segundo rescate.

Fue en marzo de ese año cuando el jefe de comunicación de Monte dei Paschi, David Rossi, se tiró -o fue arrojado- por la ventana de su oficina, ubicada en un palacio del siglo XIV. Al principio se pensó que era un suicidio. Pero su familia nunca se creyó esa tesis. Su esposa Antonella defendió que era un asesinato y tachó de falsa la nota de despedida que supuestamente le había dejado. En ella le decía "Ciao, Toni, mi amor. Lo siento" y, según afirmaba la mujer, nunca le llamaba Toni.

Este año se ha visto que sus sospechas estaban justificadas. La Fiscalía ha ordenado exhumar el cadáver después de que aparecieran pruebas que apuntan a un asesinato. Entre ellas una grabación de una cámara de seguridad que ha sido difundida por varios medios. En ella se ve como su cuerpo sale disparado por la ventana en una posición que no encaja con un suicidio y sí con un empujón. Pero lo más extraño viene después. Mientras agoniza en el suelo, se ve a dos hombres. Uno de ellos se acerca muy tranquilo, se le queda mirando como para comprobar que no sobrevivirá, y luego se va con el otro.

La verdad sobre la muerte de Rossi es una de las incógnitas que quedan por resolver. Otra es qué va a hacer Renzi para que Monte dei Paschi pueda sobrevivir para seguir cumpliendo años como la entidad más antigua del mundo. Pero aportando a la sociedad y no siendo una carga para ella.