El oro brilla en las nubes

En un año en que es difícil encontrar rentabilidad positiva, los metales preciosos se desmarcan

jorge del canto

Viernes, 1 de julio 2016, 11:31

El resultado favorable de los británicos decididos a abandonar la Unión Europea en la que, dicho sea de paso, tampoco es que estuviesen muy integrados, con su propia política monetaria y control de fronteras al margen de los acuerdos de Schengen por citar ciertas distancias ... con el club Económico Europeo, puede que no guarde relación con la eliminación de Inglaterra en la Eurocopa de fútbol a manos de la «potente» selección que Islandia realizó entre sus trescientos y pico mil habitantes, pero sí parece que está detrás del tirón del oro frente a todas las divisas, incluido su majestad el dólar. Un impulso el del oro que, a pesar de la volatilidad desmedida, ha demostrado fidelidad a las proyecciones técnicas sobre la evolución de su cotización.

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Hasta el goteo de datos fiables sobre el escrutinio en la votación, el oro se había apoyado en el primer soporte de corto plazo en los 1.255 dólares por onza. Más tarde, con la confirmación de la victoria del sí a la salida de los británicos de la UE, el oro sufrió un empuje vertical y hacia arriba que, en un exceso de frenada, se pasó los 1.330 dólares en primera instancia, para regresar rápidamente a cualificar esa referencia como resistencia a vencer en el corto plazo. Rebasar el rango lateral alcista por su parte superior deja abierta la expectativa de continuidad alcista, hacia los siguientes objetivos de apreciación en los 1.395/1.400 dólares por onza que, para este año, se convierten en la principal meta a lograr.

No obstante es de esperar que la sobrereacción al impacto real del inicio del proceso de abandono de la UE por parte de los británicos se suavice en las próximas sesiones, al menos en forma de reducción del exceso de volatilidad que se extendió por los parqués del mundo al hacerse público el resultado (creo que hubiese sido el mismo con el «no» que con el «sí»). Bien con una fase lateral o bien con un proceso de reacción al fuerte tirón del viernes pasado, la vigilancia del soporte situado en el los 1.255 dólares por onza debe aumentar, no solo porque represente el valor de una incipiente directriz alcista sino también porque en esa cifra confluye la base del canal lateral alcista que el oro abandonó por arriba y, por tanto, reflejaría un límite respetable para las esperanzas de continuidad alcista.

Valor en tiempos revueltos

A las nubes que cubrieron el cielo de la economía de Estados Unidos al final del invierno, alimentadas con la debilidad del sistema financiero europeo y otras crisis más o menos mediáticas durante la primavera, la primera tormenta del verano ha llegado con mucho ruido y un fuerte chaparrón inicial en el que, con un ligero repunte del dólar con las divisas en general, una fuerte apreciación del billete verde americano frente a la moneda del complejo económico europeo y el «castañazo» en cierto modo exagerado de la libra llamada 'pound' en la lengua de Shakespeare, los metales se han conseguido abrir paso en el plúmbeo cielo gris para brillar con una atractiva rentabilidad en la primera mitad del año.

En un año en el que la rentabilidad positiva es difícil de mantener en la mayoría de los mercados, el oro y la plata han ido incrementando la distancia frente a otras alternativas de reserva de valor o de inversión, en un protocolo habitual cuando el dinero siente «miedo» a circular en los mercados de capitales. Para todos, pero especialmente los británicos, es difícil haber encontrado un activo con mayor rendimiento y protección de valor y casi imposible lograr un mayor grado de liquidez y seguridad si de metales en estado físico se trata. La suma de reserva, de valor, liquidez y seguridad siempre es muy atractiva y debe ser anhelada; con rentabilidad añadida debe ser codiciada.

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