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CaixaBank también podría recurrir a una ampliación de capital para hacer frente a la compra de BPI.
Qué hacer con los bancos tras la ampliación de capital del Popular

Qué hacer con los bancos tras la ampliación de capital del Popular

Los analistas creen que hay que mantener la prudencia con el sector e invertir en él sólo con vistas al medio o al largo plazo. Avisan de que puede haber más sorpresas por el camino, como operaciones corporativas y a partir de la nueva circular del Banco de España

cristina vallejo

Viernes, 3 de junio 2016, 13:32

Justo tras un potente rebote del sector financiero español en el que destacó especialmente el Popular con su revalorización del12,5 por ciento en dos días, la entidad que preside Ángel Ron anunció una ampliación de capital de 2.500 millones de euros con un descuento de casi el 50 por ciento, así como la suspensión del dividendo. El desplome del precio de sus títulos fue inmediato: en una sesión se hundió un 26,5 por ciento. ¿Qué recomiendan los analistas?¿Conviene acudir a la ampliación, o no? Los expertos consideran que el movimiento es positivo con vistas al medio plazo y así se está recogiendo en la cotización de los derechos para acudir a la ampliación, que en sus primeros días subieron un 80 por ciento, así como en el precio de los títulos del banco, que han rebotado. «Se quita el lastre de ser el banco menos provisionado y hace difícil que nos vaya a dar otro susto», comenta Nagore Díez, analista de Norbolsa.

¿Otro susto? Ésta es la segunda macroampliación de capital que realiza la entidad: en 2012 realizó otra por una cantidad de dinero similar, por lo que ésta es la segunda gran dilución a la que se enfrentan los accionistas del Popular. Nuria Álvarez, de Renta 4, comenta que a los accionistas actuales de la entidad les está recomendando ir a la ampliación: «El banco hace borrón y cuenta nueva. La operación ofrece un buen punto de partida. Además, la entidad tiene cosas buenas, como su eficiencia y su rentabilidad». Aunque también tiene cosas malas, como su exposición a activos improductivos y la necesidad de realizar provisiones muy grandes (de 4.700 millones). Pero, en su opinión, «al accionista no le compensa asumir la dilución que llevaría consigo no acudir a la ampliación», cuyo periodo de suscripción termina el 10 de junio. Además, prevé que a dos o a tres años, su cotización debería recuperarse.

Álvarez reconoce que no se puede descartar que tenga aún margen de caída adicional y que la cotización de sus derechos aún viva episodios de volatilidad. Javier Bernat, de Beka Finance, comenta que para el accionista puede ser una oportunidad acudir a la ampliación de capital, dado que ahora mismo, la entidad cotiza a 0,42 veces valor en libros, frente a las 0,8 veces de su competencia, es decir, el resto de la banca doméstica. Pero advierte de que esta inversión tiene alto riesgo. A juicio de Bernat, la operación sólo tiene visibilidad a doce meses: este año sí prevé que vaya a cumplir sus objetivos en cuanto a desinversiones, pero el tercer año, cuando saldrán a la venta los activos de menor calidad, si el mercado inmobiliario no se ha recuperado, puede necesitar nuevas provisiones.

Esa es la duda: si con el dinero que captará en esta operación será suficiente. En este sentido, Carlos Val-Carreres, de Augustus Capital, dice que hay incertidumbres respecto a qué va a dedicar las provisiones, si a cubrir riesgos presentes o a posibles pérdidas futuras. Todo eso se verá en un plazo de tres años, comenta Álvarez. «El banco pone en orden parte de su balance, pero aún hay riesgos», apunta esta analista. Para Álvarez, 2016 está perdido para el banco. En su opinión, este año va a tener pérdidas y no tiene claro en qué medida eso está ya recogido en su precio. A Val-Carreres no le preocupa que estos números rojos sean contables. Según el escenario base de Bernat, la entidad seguirá generando beneficio neto debido a la actividad recurrente. En su opinión a 1,25 euros por acción, estaría descontando que no obtendría beneficios este año. ¿Y el inversor que está fuera del banco?¿para ése que es lo recomendable? Álvarez dice que el Populares un valor a vigilar. Afirma que ahora mismo no tomaría posiciones en el valor, dado que por delante puede haber mejores oportunidades para entrar.

Nagore Díez, por su parte, apunta que efectivamente Popular cotiza a ratios por debajo de la media del sector, pero recomienda esperar a ver cómo el mercado valora al banco cuando comiencen a cotizar los nuevos títulos. Álvarez apunta, además, que por delante hay un mes de junio muy importante con grandes citas, tanto políticas como monetarias, y que ello provoca que el momento de mercado no sea muy acertado para invertir en banca.

¿Más ampliaciones?

¿Es posible que haya más ampliaciones de capital en el sector? Javier Bernat explica que el Popular parecía haber apostado por un modelo en el que el sector inmobiliario jugaba un papel dentro del negocio, mientras que el resto de la banca había decidido desinvertir para que el negocio del ladrillo no llegara a pesar tanto como tras las anteriores crisis en España. Por eso, comenta Bernat, Popular se ha visto obligado a realizar esta operación y también por esta razón no cree que vaya a haber más ampliaciones de capital, pese a que también entidades como Sabadell o CaixaBank tienen problemas en su cartera crediticia. El hecho de que se hayan autorizado operaciones de adquisición por parte de los dos bancos hace poco probable que tengan necesidades adicionales de capital. Para Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, lo que ha hecho Popular con esta operación ha sido ponerse al nivel de los demás, y ello le hace pensar que no habrá más operaciones de este tipo.

Nagore Díez, que cree que es difícil ver más operaciones de este tipo, sí contempla la posibilidad de ampliaciones a medio plazo, a medida que haya movimientos de consolidación. «Las entidades que vayan a comprar pueden tener que recurrir a ampliaciones si es que no quieren consumir capital para llevar adelante esas operaciones», señala Díez. En este sentido, Nuria Álvarez no descarta, como tampoco lo ha hecho el propio banco, que CaixaBank tenga que levantar dinero en el mercado para pagar la compra de BPI. Las operaciones que Díez ve en el sector consisten en compras de pequeñas entidades por parte de las grandes.

Nuria Álvarez, por su parte, no descarta más ampliaciones de capital: «Puede haberlas. A ver qué pasa con la circular del Banco de España sobre provisiones. Alguna sorpresa negativa nos podríamos llevar, pero no van a conllevar ampliaciones de capital en masa. Clara, clara, no veo ninguna», comenta.

¿Qué bancos tener en cartera ahora?

A corto plazo, avisa Díez, puede haber volatilidad en el sector. No sólo por los acontecimientos previstos para el mes de junio, sino también porque en julio y agosto el volumen negociado baja mucho y la hipersensibilidad de la banca ante cualquier noticia se acentuará, lo que la desaconseja para inversores conservadores. A medio plazo las cosas tampoco pintan bien: Álvarez anticipados o tres malos años para la banca, con lo que el horizonte de inversión ha de exceder ese plazo.

«No aconsejaríamos bancos ni a corto plazo ni a un inversor conservador; los niveles actuales pueden revelarse atractivos una vez se superen incertidumbres tales como la evolución del euribor, la recuperación económica. Quizás el horizonte de inversión debería ser 2019, que es el último año para cumplir con Basilea III», explica Álvarez. Además, esta analista apunta que, con vistas a esa fecha, las entidades tienen que realizar importantes emisiones de híbridos en los mercados mayoristas para cubrir los requisitos en cuanto a colchones de capital. Este proceso puede suponer tirones al alza en los costes del pasivo.

De todas formas, las carteras no están exentas de banca. La propia Nuria Álvarez apunta que con recomendación de sobreponderar tiene ahora mismo dos bancos: Bankia y el Santander. Pese a sus problemas: en el caso del Santander, su exposición al Reino Unido y a Brasil; en el caso de Bankia, la incertidumbre política en España, que introduce dudas respecto a lo que hará el Estado con su participación; la demanda de Iberdrola, que, de tener éxito, abriría la puerta a que también tenga que devolver a los inversores institucionales el dinero de la salida a Bolsa, y ese riesgo no lo tiene cubierto; y, por último, la posiblemente pendiente operación de fusión con Banco Mare Nostrum.

Javier Bernat se inclina por CaixaBank porque, en su opinión, está resolviendo sus probleas con Criteria, y en cuanto aclare su posición respecto a BPI, mejorará su aspecto. Además, sus medidas para reducir el activo harán posible que, fácilmente, su rentabilidad sobre el capital salte del 4 al 8 por ciento, como mínimo. También le gusta su masa crítica tanto en seguros como en gestión de activos. En Norbolsa tienen con recomendación de compra a BBVA y Santander. Y también Val-Carreres, además de a Société Générale, en Europa. Estas tres entidades, según Val-Carreres, cumplen con estas características: precio por debajo de su valor en libros, retornos normalizados, franquicias globales, así como buen posicionamiento para un futuro digital.

Álvaro Cubero, de Intermoney Gestión, explica que ahora mismo la banca pesa poco en su cartera, apenas un 4 por ciento. Las entidades españolas por las que apuesta son BBVA y CaixaBank, porque son las más avanzadas ante la revolución tecnológica, así como por su potente red. Las entidades europeas que le gustan son BNP, por el mayor peso con que cuenta el negocio de banca de inversión; e ING, debido a que se ha repuesto de la crisis y cuenta ya con una alta rentabilidad.

¿Más apuestas en Europa?

Para Gonzalo Sánchez, la recuperación europea se puede jugar con BNP y Société Générale, donde los volúmenes están creciendo y el coste del riesgo, bajando. Además, en la parte de banca de inversión, la que tiene más problemas, se están tomando medidas para reducir su peso. También apuesta por Intesa San Paolo, debido a que, en el contexto italiano, es la entidad que ha hecho los deberes, con la construcción anticipada de su propio banco malo. Según Val-Carreres, las bancas europeas más atractivas son la española, la francesa y la del Benelux, además dela británica. Son las que han hecho los deberes y van a tener rentabilidades por encima del coste del capital. La que sigue sin levantar cabeza es la italiana y ello se debe, además de a sus problemas irresueltos de morosidad, a que su negocio está más orientado a la financiación del sector industrial interno que a la obtención de rentabilidad.

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