«Las sucursales bancarias no van a desaparecer»

El mundo digital gana peso y los grandes bancos, de un modo u otro, han avanzado para el largo plazo el cierre de buena parte de su red. A ustedes, ¿cuántas oficinas les sobran?

Desde la integración del Pastor en 2011 venimos haciendo una reestructuración. Ya hemos reducido el 23% las sucursales (de 2.600 a 2.150) y el 17% la plantilla de una forma gradual y no traumática. Ahora disponemos de una red muy ajustada y, de hecho, tenemos un plan de expansión por Cataluña. No prevemos más cierres.

Pero cada vez gana más fuerza la banca online.

Es cierto que cada vez hay más gente dispuesta a utilizar internet y el móvil, y por eso hay ofertas personalizadas para jóvenes que ofrecen los servicios más sencillos: consumo y tarjetas, esencialmente. Nosotros tenemos 840.000 clientes digitales y cada año hay más. Pero todo eso es un complemento a las oficinas. Las sucursales nunca desaparecerán porque es el ámbito donde debes relacionarte con el cliente cara a cara. Y eso para nosotros, que ponemos la máxima atención a las pymes, es fundamental.

Se definen como el banco de las pymes al contar con una cuota de mercado del 17%. ¿Cómo han arrancado ellas el año?

Están en continuo crecimiento, aunque no a la velocidad que a todos nos gustaría. El primer semestre de 2015 las exportaciones crecieron a muy buen ritmo, luego se ralentizaron, y en el arranque de 2016 han vuelto a coger ritmo.

La automoción, «puntera»

¿Qué sectores ve más fuertes?

Los servicios y la industria son los que más están tirando de la economía vasca. El consumo está tirando muchísimo y la automoción es el sector industrial más puntero y exportador.

¿Cree que la recuperación es sólida?

Sí. Pese a que hay varias incertidumbres por despejar...

¿Cuál es el efecto de la incertidumbre política?

La situación en el Estado influye negativamente en el PIB a corto y medio plazo. Esperemos que el Gobierno que salga de las próximas elecciones sea fuerte y siga apoyando todas las reformas para que se consolide el crecimiento.

¿Temen entonces un Gobierno de izquierdas que revierta esas reformas?

Lo que queremos es un Gobierno fuerte, que apueste por el crecimiento y por las empresas; ellas son el motor de la economía y las que generan empleo.

¿Se nota en la actividad económica el oasis de estabilidad política en el que se ha convertido Euskadi?

Aquí las incertidumbres son ligeramente inferiores a las del Estado. Pero, insisto, al final las que tiran de la economía son las empresas y el País Vasco destaca en sectores punteros. También hay factores muy positivos, como el hecho de tener un porcentaje de paro mucho menor.

Los bancos tienen que atravesar su propio rubicón, con unos tipos de interés desplomados. ¿Cómo se hace negocio así?

Nosotros estamos ganando cuota de mercado; a nivel de particulares, estamos consiguiendo mayores vinculaciones y el margen de clientes es el más alto de todo el sistema financiero. Pero, sobre todo, la parte más rentable del negocio está en las pymes; de hecho, la única manera de ser rentables es estar con las empresas.

En el Popular han sufrido un fuerte impacto por la cláusulas suelo. ¿Ya está digerido?

A finales del año pasado hicimos una provisión de 350 millones para cubrir un hipotético riesgo legal para hacer frente a la retroactividad hasta mayo de 2013. Nosotros ya no incorporamos esas cláusulas, pero seguimos manteniendo que eran transparentes. Ahora estamos pendientes de la resolución del Tribunal de Justicia de la UE, que no es vinculante.

¿Y si establece la retroactividad total?

Más provisiones...

Ustedes siempre aparecen en las quinielas para una futura ronda de fusiones. ¿Cómo lo ve?

Nuestra intención es que si en algún momento estamos en una futura ronda de integraciones sea para jugar el mismo papel que el que hemos protagonizado en la compra de Pastor, Citi en España o Barclays en España y Portugal. Hemos reiterado nuestra independencia en numerosas ocasiones y lo volvemos a hacer ahora. La ampliación de capital en la que estamos ahora inmersos es para anticiparse al mercado, potenciando nuestra rentabilidad, que pasará de un retorno en capital tangible del 3 al 9 en los próximos dos años y medio.

Otra ampliación de capital

¿Sería posible una fusión con Kutxabank?

Kutxabank es una gran entidad que respetamos enormemente. Todas las fusiones son plausibles, como es normal, pero no me consta que estemos valorando esa opción, ni nosotros ni ellos.

Acaban de anunciar la tercera ampliación de capital en cuatro años. ¿No da eso una sensación de debilidad?

Al contrario. Cuando presentas al mercado una ampliación de capital de 2.500 millones es que confías en tu modelo para cubrirla, y si finalmente se cubre, como será sin duda, es que los inversores confían en Popular y su modelo de negocio y crecimiento. Antes de la ampliación contábamos ya con un exceso de capital respecto a los requerimientos exigidos por el regulador. La ampliación se lleva a cabo para fortalecer aún más un modelo de negocio de empresas, en el que somos líderes. Como decía, la ampliación potenciará nuestra rentabilidad y nos dará mayor capacidad para liberarnos de activos inmobiliarios que no son actividad bancaria. Esto, sin duda, deberá reflejarse en el mercado y en la cotización de la acción. El banco en Bolsa vale ahora un 40% sobre su valor en libros y por lo tanto el potencial de revalorización es muy significativo.