Las salidas a Bolsa del último año se saldan con un balance muy pobre

Lo cierto es que durante este periodo la Bolsa española, también la europea, ha tenido una evolución presidida por la apatía. Un encefalograma plano, con el Ibex por debajo de los 9.000 puntos y sin demasiados visos de recuperación. Las cuentas de resultados de las grandes empresas no acaban de despegar, los temores sobre el negocio bancario son cada día mayores y cuando se despeja una incógnita surge otra. La próxima que hay que resolver es el Brexit. No hay caldo de cultivo para animar a los inversores, pese a que la renta variable, asumir riesgos en empresas cotizadas, se ha convertido en una de las pocas alternativas para el ahorro tras el hundimiento de los tipos de interés. Pero ni con esas.

Tan sólo la empresa vasca de telecomunicaciones Euskaltel ha tenido un comportamiento aceptable en este periodo, aunque sin grandes maravillas. Sus títulos cotizan estos días en el entorno de los 9,54 euros, apenas cuatro céntimos por encima de su precio de salida al mercado el pasado verano. Para encontrar algún desempeño brillante hay que ir muchos meses atrás, hasta febrero del pasado año y a la entrada en la Bolsa de los títulos de AENA, el operador español de aeropuertos. Las acciones de AENA, que debutaron en el parqué a 58 euros por título, cotizan ya en torno a 122 euros, lo que supone una revalorización del 110%.

En el lado opuesto, en el de los fracasos estrepitosos, hay que colocar a Talgo -sus acciones han perdido el 53,7% de su valor en algo menos de un año- y Telepizza, que a base de anunciar que no repartirá dividendos en los próximos dos años ha cosechado también un retroceso del 18,7%. Parque Reunidos, una de las incursiones bursátiles más recientes, tampoco ha conseguido superar los precios de colocación y anota un descenso de casi el 7%. Una de las últimas incorporaciones, la de la empresa vasca Dominion, filial de Cie Automotive, tampoco está para tirar cohetes y aunque surfea como puede en el mercado también ha perdido un 2,11% de su valor si se toma como referencia el precio de colocación.

Los analistas estiman que en la segunda mitad del año se puede producir una recuperación del mercado bursátil, lo que animaría a muchas empresas que están en la rampa de salida a materializar su entrada en Bolsa. Es el caso de la alavesa Aernnova, que ha estado a punto de iniciar la cotización en varias ocasiones pero ha aplazado la decisión, aunque en este caso parece que será la definitiva. Borges, Coca Cola Europa e incluso Cortefiel son otras sociedades que están en el mismo proceso.