![El momentum en los bancos europeos: ¿está en la crisis la oportunidad?](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/pre2017/multimedia/RC/201604/03/on-extra/media/bancos--575x323.jpg)
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Alicia Miguel Serrano
Jueves, 31 de marzo 2016, 14:48
El sector financiero lleva ya un tiempo en el punto de mira de los mercados, en un entorno de menor crecimiento y tipos bajos que complican su rentabilidad, nuevas presiones regulatorias y dudas sobre el potencial impacto de los bajos precios del crudo en sus carteras de créditos. Las fuertes caídas de sus acciones en los últimos meses han hecho saltar las alarmas sobre una crisis, similar a otras ya vividas, aunque el contagio de momento parece limitado. «Las caídas de los bancos europeos me recuerdan al estallido de la burbuja tecnológica en 2000. Creo que algo parecido le ha sucedido a la banca de nuestro entorno, convirtiéndose, además, en una arriesgada inversión», dice Guillermo Santos, fundador de la EAFI iCapital.
Pero Guy de Blonay, gestor principal del Jupiter JGF Global Financials -uno de los fondos más expuestos a la banca europea (ver cuadro)-, recuerda que algunas entidades financieras que sufrieron de forma desproporcionada en enero han rebotado desde mínimos, «gracias a un gran número de anuncios en cuanto a la política de dividendos en febrero y un mejor flujo de noticias». Así las cosas, analistas y gestores se muestran divididos sobre el futuro que le espera al sector: mientras algunos se quedan con los retos y prefieren la cautela a la hora de invertir, otros creen que, a estos precios, empiezan a surgir atractivas oportunidades para posicionarse en renta variable financiera en Europa; una historia que juegan en sus fondos.
Entre estos últimos está Anabel Laín, gestora de Ibercaja Gestión: aunque es muy consciente de las dificultades que atraviesan los bancoscon unos márgenes financieros cada vez menores que presionan su rentabilidad-, considera que ya es momento de estar en el sector, en un entorno que percibe como más tranquilo -gracias a las últimas medidas del BCE y a una mayor transparencia sobre la exposición bancaria a un petróleo que, además, está rebotando-. «Hemos de intentar posicionarnos para beneficiarnos del recorrido que aún tiene la renta variable: las proyecciones económicas para este año son positivas y se plasmarán en bolsa. En este momento los bancos están infraponderados en las carteras y, aunque ya han recuperado parte de las pérdidas sufridas a principios de año, las variables son más claras y hay menos incertidumbres».
El fondo Ibercaja Financiero, que invierte en el sector de forma global, tiene una exposición a Europa que supera el 50 por ciento de su volumen, con un 13 por ciento en entidades españolas, mientras infrapondera Reino Unido (en parte por el riesgo de Brexit, aunque cree que el país no saldrá de la Unión Europea), Estados Unidos (porque el ciclo está más avanzado y tiene menos recorrido) y Suiza, porque el sector bancario está más dominado por la banca de inversión y hay menos entidades con negocio retail, que es el que más le gusta a Laín. «Sobreponderamos bancos con negocio retail, menos orientados a banca de inversión, donde haya crecimiento del crédito sobre todo a empresas- y de la eurozona y España», explica, y reitera su convicción a pesar de la incertidumbre política. La gestora también se muestra positiva con el sector de seguros (que pesa un 30 por ciento en el fondo), donde encuentra rentabilidades por dividendo del 5 por ciento-7 por ciento.
Fernando Gil de Santivañes, gestor de Mutuactivos especializado en el sector financiero, apuesta asimismo por Europa. «Hay compañías que presentan mucho valor: es un segmento diferencial a la hora de aportar rentabilidad a las carteras en los próximos años», dice. Aunque destaca como retos la dificultad para generar rentabilidad, la regulación en cuanto a capital y un problema de credibilidad -tras la publicación de pérdidas extraordinarias en bancos como Deutsche Bank, Credit Suisse o algunos problemas de la banca italiana-, cree que el mercado ya ha penalizado a la industria. «Presenta unas valoraciones atractivas y un alto potencial, que se reflejará en sus cotizaciones. Hay bancos y entidades financieras muy bien posicionadas, pese al complicado entorno, que pueden salir muy reforzados en los próximos 10 años».
Actualmente el sector bancario supone un 10,5 por ciento del patrimonio de Mutuafondo España, con participaciones en Santander, Bankia, Liberbank y BCP (en Portugal). En Mutuafondo Bolsa, el peso es del 15 por ciento, representado, principalmente, por Allianz, BNP y Santander. «Entre otros aspectos, las operaciones corporativas serán muy importantes para aflorar el valor latente que hay en el sistema, porque mejorarán la rentabilidad de las entidades financieras», explica.
Una apuesta por bancos de calidad
Para el gestor de Jupiter, el actual escenario ofrece también muchos puntos de entrada en compañías de calidad: «Nos aprovecharemos de esas oportunidades tan pronto como surjan». Guy de Blonay explica que su fondo seguirá centrándose en compañías que favorecen la rentabilidad al crecimiento de los ingresos, con foco sobre todo en historias de reestructuración que ofrecen potencial (como Danske Bank, que ha pasado de la banca de inversión a enfocarse en banca corporativa y gestión de activos), y aquellas que ya han vivido cambios significativos y, como resultado, ofrecen «generosos dividendos» como Banque Cantonale Vaudoise-, siempre con una filosofía de inversión de crecimiento a un precio razonable. «El fondo viene sacando partido a su participación en proveedores de índices y bolsas como Deutsche Boerse, LSE o MSCI, pues la volatilidad lleva a expectativas una mayor negociación. Vemos oportunidades en negocios con comisiones y con fuertes flujos de caja como las entidades anteriores, gestoras de activos, bancos regionales en EE UU, negocios con sanos balances y política de dividendos en Europa y entidades de tecnología financiera, como procesadores de pago digitales», dice el gestor, y pone como ejemplos a Visa y Mastercard.
Frente a las razones de los más pesimistas, los que apuestan por el sector hablan de un cambio de modelo en el negocio bancario, de su potencial rentabilidad futura, del alivio que suponen las medidas del BCE o de su baja exposición al crudo. Aunque en Ibercaja Gestión también reconocen que las políticas de tipos cero han dañado las cuentas y dejado muy poca capacidad para obtener márgenes si bien han caído los créditos udosos y la morosidad-, piden un cambio futuro «Los bancos son menos rentables de lo que eran y han de hacer cambios para ser menos dependientes del margen financiero (la diferencia entre el coste del dinero que piden prestado y el de sus créditos) y más dependientes de otros negocios como la gestión de activos u otros servicios financieros». Recientemente, la presidenta del consejo de supervisión del BCE, Danièle Nouy, instaba a los bancos a ajustar sus modelos para mantener su rentabilidad.
También se valoran los pasos datos por el BCE, al bajar menos de lo esperado, hasta el -0,40, los tipos de los depósitos (algo que daña sus cuentas de resultados porque no pueden trasladar al cliente el coste de guardar su excedente de capital en el BCE) pero sobre todo por el nuevo TLTRO, que pone a su disposición, en cuatro subastas que empiezan en junio y que pueden tener hasta cuatro años de vencimiento, dinero gratis o incluso remunerado (hasta con el 0,4 por ciento) si el crédito crece o frena su caída. Palo y zanahoria, pero más de lo segundo porque ello permitirá, según Laín, volver a jugar el carry con un mayor margen de beneficio (aunque no tanto como en el pasado) e ir cancelando deuda emitida para financiarse gratis. «Como resultado, el coste de los CDS para asegurarse contra defaults de los bancos disminuyó y se dispararon las nuevas emisiones de bonos», dice un reciente informe de Legg Mason.
«Los bancos podrían más que compensar la caída de los tipos de interés y la penalización del tipo negativo de depósito del BCE. Suponiendo que el conjunto de los bancos de la eurozona decidieran solicitar todo el importe ofrecido por el BCE, tendrían acceso a una financiación de más de 1,5 billones de euros a coste cero. El impacto neto de esta medida sería de más de 6.700 millones de ingresos adicionales para el sector bancario, de los cuales 1.600 millones serían para Alemania, 1.400 para Francia, 1.260 para Italia y más de 800 millones para España», dice un informe de Imantia Capital, que destaca también un ahorro de costes en la refinanciación del sistema financiero español con el TLTRO de entre un 1 por ciento y un 2 por ciento del margen de intereses, con bancos beneficiados como Liberbank, Popular o Sabadell, entre otros efectos positivos.
Para analizar la salud del sector, Patrick Lemmens, gestor del Robeco New World Financials, dice que la cuestión es si las últimas caídas de la banca han sido más rápidas que las rebajas en las expectativas de beneficios: «Algunos bancos en mercados emergentes, en mercados desarrollados y aseguradoras han sobre reaccionado y, en general, parece que las valoraciones han caído más que las expectativas de beneficios en el sector financiero global», dice, aunque llevará tiempo que los mercados se estabilicen. «Los mercados pueden darse la vuelta si los inversores se convencen de que no habrá recesión global. Y están sobre reaccionando al impacto que los bajos precios de las materias primas tendrán en las provisiones». Su proceso se centra en tendencias de largo plazo, con tres temas dominantes: el envejecimiento en las finanzas, las finanzas digitales y las finanzas emergentes, que lleva a Robeco a prestar atención al Fintech.
Retos por delante: cautela
En contraste con ese moderado optimismo, otros expertos hablan de un escenario muy negativo para la banca. «Un negocio que se basa en la concesión de crédito a un tipo superior al que se paga para la obtención de fondos tiene grandes dificultades cuando muchos de los teóricos receptores de créditos no tienen «suficiente cualificación » de solvencia y, a la vez, las diferencias entre el tipo del activo y el del pasivo tienden a ser cada vez menores por el ínfimo nivel de tipos de interés que vamos a seguir teniendo en la eurozona», dice Santos, que añade la falta de la demanda de crédito: «La falta de confianza y de seguridad de gran parte del tejido empresarial le lleva a no invertir y, por tanto, a no pedir crédito».
También destaca la imposibilidad de los bancos de hacer carry (financiarse a corto plazo a un tipo de interés bajo, gratis con el BCE, e invertir a mayor plazo con mayor rentabilidad, algo ahora muy difícil debido a la situación de la curva de tipos en Europa, casi plana, y también con la deuda privada en mínimos, debido a las medidas de Draghi) y la presión regulatoria, que exige a los bancos más capital y trae nuevas limitaciones para la realización de actividades que se salen del ámbito de la banca tradicional (mercados financieros y banca de inversión). Otros problemas son la desaparición de los suelos de las hipotecas y el peso de la deuda soberana en sus balances. Y Santos añade la incertidumbre política en el caso español y el hecho de que los bancos aquí son muy lentos y se resisten a reducir el valor de los inmuebles en cartera.
«No estaría en el sector bancario», dice también Araceli de Frutos, fundadora de la EAFI que lleva su nombre. «Creo que el efecto Draghi de la reunión del 10 de marzo ha sido efímero, pues las revisiones de beneficios para el primer trimestre del año se han revisado a la baja en más de un 10 por ciento. Realmente la ampliación del QE del BCE retrasa las perspectivas de mejora de márgenes por intereses, a lo que se une la falta de control de costes y las ajustadas valoraciones. Otra cuestión es el proceso de concentración y saneamiento de balances que, a pesar de haber mejorado desde 2008, queda aún pendiente». De Frutos tiene dos bancos en la cartera de su fondo asesorado Alhaja Inversiones, ING e Intesa Sanpaolo, nombres «centrados en productos en los que no dependen tanto de la evolución de los tipos y del impacto del QE».
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