![El empleo femenino resiste la crisis en Euskadi y gana estabilidad](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/pre2017/multimedia/noticias/201602/14/media/cortadas/mujeres--575x323.jpg)
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José Luis Galende
Domingo, 14 de febrero 2016, 23:13
El empleo femenino está saliendo reforzado de la crisis en el mercado laboral vasco, donde ya representa casi la mitad de la población ocupada. Desde el final de 2007 este colectivo sólo ha perdido 14.200 puestos de trabajo frente a los más de 100. ... 000 de los varones, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del año pasado. Esto ha propiciado que las mujeres ocupen ya el 47% de todos los puestos de trabajo en Euskadi (420.100 frente a 474.800 de los hombres), una proporción que es del 49% en el caso de los asalariados. En los últimos ocho años, las mujeres han aportado también dinamismo al mercado laboral, al incrementar su población activa en más 15.000 personas, cuando entre los hombres bajaba en más de 60.000.
Otra circunstancia reseñable es que, en conjunto, la ocupación femenina ha ganado estabilidad, al haber crecido el número de contratos indefinidos, aunque este fenómeno haya ido acompañado de una mayor precariedad, aportada por el aumento de la jornada a tiempo parcial y de la brecha salarial con los hombres.
Tasa de actividad
Más mujeres y menos hombres en el mercado
Empujadas con frecuencia por la situación de crisis que viven los hogares, el acceso de las mujeres al mercado laboral es en Euskadi de una pujanza similar a la del conjunto de España, pese a que en este último ámbito esa presión ha sido superior. Recuérdese al respecto que en el País Vasco el nivel de paro ha estado en los últimos años cerca de diez puntos por debajo del total nacional. En concreto, la tasa de actividad entre las mujeres de 16 a 64 años ha pasado del 64,8% al 70,6% en siete años, cuando en el ámbito nacional ha subido desde el 63,3% al 70,2%. La presencia de las mujeres vascas en el mercado laboral se encuentra en el quinto puesto, por detrás de Madrid, Baleares, Cataluña y Aragón.
Las mujeres son y eran ya mayoría en el sector público en Euskadi antes del comienzo de la crisis. En el último trimestre de 2007 sumaban 83.400 frente a los 53.100 de los hombres, es decir el 61% de los 136.500 empleados en que la EPA estimaba entonces este colectivo en la comunidad autónoma vasca. Durante estos años, esa presencia femenina al servicio de las administraciones ha crecido en 5.400 personas, mientras que los varones perdían 2.800. De esta forma, el empleo femenino público alcanzaba a 88.800 personas, el 63,8% de los 139.000 ocupados, mientras que la presencia masculina bajaba a únicamente 50.300.
La presencia de las mujeres en el empleo público es importante porque es considerado en muchos aspectos de más calidad que el privado, tanto por la retribución como por la estabilidad y las condiciones de trabajo en general. No obstante, también tiene un elevado nivel de precariedad por la importante utilización de contratos temporales, que al acabar el año pasado afectaba a 34.300 mujeres (600 más que ocho años antes), lo cual revela también una mejora en este criterio, ya que el empleo indefinido ha crecido en este tiempo más que el temporal.
En detalle, los datos de la última EPA estiman que las mujeres con relación laboral indefinida en las diferentes administraciones de Euskadi suman 54.400, 4.700 más que antes del comienzo de la crisis. Esto supone una tasa de temporalidad del 38,6%, que prácticamente duplica la que existe en el sector privado.
Esta tasa es entre los varones, en cambio, de sólo el 23,3%, lo que demuestra que también en este apartado el empleo masculino es de una calidad superior al femenino.
¿Tenemos tasas europeas en este apartado? Pues según los datos de Eurostat, que toman la franja de edad de 15 a 64 años, Euskadi supera la media de la UE en unos dos puntos, pero está hasta cinco puntos por debajo de los países de referencia en esta materia, como pueden ser Holanda, Austria, Dinamarca o Alemania. En estos socios comunitarios, por cierto, esta proporción apenas ha variado durante la crisis, por lo que cabe pensar que son niveles difíciles de superar, situados unos cinco puntos por debajo de los que tienen los varones. En España y Euskadi esa diferencia en la tasa de actividad por sexos es de unos diez puntos; en torno al 70% y al 80%, respectivamente.
Ramas de actividad
Administración, Educación y Sanidad
De la mano de la crisis, se está produciendo una cierta reconfiguración del empleo femenino y masculino en las diferentes ramas de actividad en que la EPA encuadra a los trabajadores, aunque en este caso sólo existen datos de los últimos siete años. Así, las mujeres han perdido presencia en la mayoría de ellas, pero la han ganado de una forma importante en el apartado Administración Pública, Defensa, Seguridad Social Obligatoria, Educación, Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, donde la ocupación femenina ha crecido un 16,2%, hasta las 147.000 trabajadoras. Por contra, entre los varones, el incremento ha sido inferior al 3%, con un resultado final de 61.000 ocupados.
En la industria, la rama más importante, la bajada de las mujeres ha sido más intensa que la de los varones, con el 28%, frente al 18,5%. Las trabajadoras en este área suman 31.200, por 154.900 hombres.
Por otro lado, el caso de la construcción es sorprendente, ya que pese a la debacle que se ha cernido sobre esta actividad en los años de crisis, el sexo femenino ha aumentado su presencia en el mismo, aunque sigue siendo minoritaria. Su ocupación ha subido de 5.500 a 7.700 personas, mientras que el empleo masculino ha caído a menos de la mitad, de 82.900 a 40.000.
También ha bajado de manera significativa el empleo femenino en Comercio, Reparación de vehículos, Transporte y Almacenamiento, y Hostelería, donde la ocupación de ambos sexos es bastante equilibrada. Los empleos de mujeres bajaron el 15,6% (hasta los 100.700), y los masculinos, menos del 7% (178.200).
Además, puede destacarse la mayor ocupación de ambos sexos en las Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas, aunque más entre los varones. Así mismo, en el apartado de las Actividades Artísticas y de Entretenimiento, Hogares...., ha bajado la ocupación femenina, que sigue siendo muy mayoritaria, y mejorado la masculina.
Precariedad y estabilidad
Más contratos indefinidos y más jornadas parciales
En un mercado laboral castigado por la precariedad, el hecho de que pese a la larga crisis haya crecido el número de mujeres que tiene un trabajo fijo es todo un éxito. En los últimos años, según la EPA, las asalariadas con contrato indefinido han subido de 246.000 a 275.100, cuando los hombres han perdido casi 27.000 empleos estables, al bajar de 328.600 a 301.600. Así, las damas han pasado de tener una tasa de estabilidad del 66% al 74% en los ocho años analizados. Por contra, entre los varones sólo ha crecido del 75,3% al 78%, un alza que se debe sobre todo a la gran destrucción de empleo temporal.
Por contra, empleo indefinido no quiere decir ausencia de precariedad, y ahí las mujeres han retrocedido, al haber pasado de 112.00 contratos a tiempo parcial a 126.000, esto es, de una tasa del 25,9% al 30%.
Inmigrantes
Menos empleo femenino
El colectivo de mujeres extranjeras es el que peor lo ha pasado en este periodo en Euskadi, ya que ha acaparado por sí solo toda la destrucción de empleo en el segmento laboral femenino. Al acabar 2007 había 35.700 trabajando en el País Vasco, y los datos de la EPA revelan que sólo quedan 20.600; es decir, han perdido 15.100 ocupaciones. Los varones tuvieron un comportamiento más moderado, al desaparecer 8.400 puestos de trabajo que ocupaban, con lo que se han quedado en 24.300.
También ha bajado la población activa de los inmigrantes, aunque tanto en este apartado como en el de la ocupación en parte se debe a que en estos ocho años muchos trabajadores extranjeros han logrado la nacionalidad española y ahora ya no son contabilizados en ese grupo social; en concreto, casi 17.000 mujeres la han conseguido entre 2007 y 2014. Sea por esta o por otra causa, la población activa sólo ha bajado en 1.600 mujeres, mientras que los varones se han reducido en 11.600. Hay que precisar al respecto que la tasa de paro femenina de las trabajadoras extranjeras ha escalado en ocho años del 15% al 33%, y la de los varones, del 12% al 32%.
Ingresos
Crece la brecha salarial con respecto a los hombres
Las mujeres han ganado estabilidad según reflejan las estadísticas, pero también han visto incrementarse la precariedad y comprobado cómo crecía la diferencia salarial con los hombres.
En este caso, los últimos datos conocidos del INE datan de 2013 (Encuesta de Estructura Salarial) y los primeros conocidos corresponden a 2008. Pues bien, los cinco años de referencia muestran que mientras que las retribuciones de las mujeres crecieron el 4,2%, las de los hombres casi duplicaron esa tasa, con el 7,2%. La diferencia en 2013 era superior a los 7.600 euros a favor de los varones, que ganaban en números redondos 30.300 euros al año, frente los 22.700 de las féminas. Aunque una parte de esta diferencia puede explicarse por el trabajo a tiempo parcial de los hombres, la realidad es que la discriminación salarial sigue vigente.
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