Confebask recupera la calma tras la crisis que desató el nombramiento del presidente

El nuevo máximo representante de los empresarios vascos mantuvo ayer un encuentro con el lehendakari, Iñigo Urkullu. Este fue, en realidad, su primer acto institucional tras ser elegido el pasado 20 de julio. La reunión, en la que estuvo acompañado por su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Lujua, y el director general de Confebask, Eduardo Aréchaga, tuvo un carácter protocolario y de primera toma de contacto. También participó en la cita la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, que es junto con el titular de Empleo, Ángel Toña, quien mantiene un contacto regular con los representantes empresariales.

Colaboración

Fuentes de la Administración vasca señalaron que tanto el lehendakari como Larrañaga coincidieron en la necesidad de priorizar la creación de empleo, al tiempo que se mostraron dispuestos a mantener y reforzar la colaboración entre las empresas privadas y la Administración para impulsar el crecimiento económico.

Medios cercanos al nuevo presidente de la patronal aseguran que su voluntad es restañar las heridas internas, con el fin de alejar cualquier duda sobre su capacidad para desempeñar la función que le han encomendado, así como mantener el consenso interno entre los representantes de las tres organizaciones territoriales que componen Confebask: la vizcaína Cebek, la alavesa SEA y la guipuzcoana Adegi.

Como ya es conocido, Larrañaga asumió la presidencia de Confebask en medio de evidentes recelos por parte de los empresarios vizcaínos de Cebek. De acuerdo con el sistema rotatorio de turnos establecido en su seno, cada cuatro años debe ser una de las organizaciones territoriales la que proponga a su candidato a presidir la organización que actúa como cúpula. Le correspondía por tanto a la alavesa SEA hacer la propuesta, tras consumirse los cuatro años de mandato del vizcaíno Miguel Ángel Lujua, y el proceso previo ya estuvo cargado de tensiones. La convivencia dentro de Confebask de las territoriales siempre ha sido compleja -todas las decisiones en esta institución exigen un consenso total, de ahí que muchas veces se utilice la discrepancia como estrategia de bloqueo para cualquier asunto, por intrascendente que pueda ser-, pero en este caso la falta de sintonía fue pública y notoria. La patronal vizcaína Cebek consideró fuera de lugar que sus responsables se enterasen de que el candidato era el constructor y promotor inmobiliario Roberto Larrañaga a través de los medios de comunicación. La noticia se filtró antes de que se hiciese oficial en el seno de los órganos de gobierno de Confebask, y este hecho fue interpretado por Cebek como una falta de rigor que merecía una respuesta.

El pasado 20 de julio, en la votación que se celebró en el consejo general de Confebask, Larrañaga salió elegido con los votos de la alavesa SEA -que le había propuesto- y también de la representación guipuzcoana de Adegi. Los miembros de la vizcaína Cebek, sin embargo, decidieron abstenerse para hacer patente así su malestar con el procedimiento que se había seguido.

Poca actividad

Fuentes de la organización empresariales destacan que en este proceso de pacificación que se ha vivido ha jugado un papel clave el «parón de las vacaciones». Esto es, la ausencia de actividad, determinante para que no hayan surgido nuevos enfrentamientos. De ahí que, apuntan, habrá que esperar todavía algún tiempo para comprobar que «esa calma se mantiene cuando se hayan celebrado varios encuentros del comité ejecutivo de Confebask que, por el momento, no se ha reunido». La vida interna de Confebask, indican los mismos medios, adquirirá una velocidad de crucero normal a finales de septiembre.

Por otra parte, el nuevo presidente de la Confederación se estrenará hoy como representante de los empresarios vascos en la reunión de la junta directiva que celebrará la patronal española CEOE en Madrid. Larrañaga ocupará el sillón que hasta ahora correspondía a Miguel Ángel Lujua en este organismo.