![Por algo lo llaman 'oro líquido'](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/pre2017/multimedia/noticias/201509/04/media/cortadas/aceite-4--575x323.jpg)
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Jorge Murcia
Viernes, 4 de septiembre 2015, 11:42
El sobrenombre por el que popularmente se conoce al aceite de oliva, el oro líquido está hoy día más justificado que nunca. La sequía y el intenso calor han dado como resultado una nefasta campaña de la aceituna, que se ha traducido en una espectacular escalada del precio que los distribuidores pagan al agricultor por el aceite en origen. Se trata del periodo alcista más prolongado en los últimos 20 años. Sin embargo, esa subida no se ha acabado de trasladar del todo al consumidor final. Aquí van algunas claves que ayudan a entender la situación del sector.
¿A qué responde la escalada en el precio del aceite?
Fundamentalmente, por las altas temperaturas y las escasísimas precipitaciones que se han producido durante la recién acabada temporada (2014-2015). Circunstancias que han originado un descenso acusado de la producción: 900.000 toneladas, cuando la media debería estar en torno a las 1.200.000. Como resultado de ello, no hay stock en las almazaras. Tampoco ha ayudado el hecho de que la producción italiana también se haya resentido a causa de una bacteria denominada Xilella. La ley de la oferta y la demanda se ha impuesto una vez más, aunque hay voces que defiende que sí había producto suficiente para abastecer el mercado. Y que las grandes distribuidoras, ante el miedo a una campaña corta y sin excedentes, compraron el aceite en enormes cantidades, y a precios más altos de lo habitual.
¿A cuánto ha ascendido esa subida?
El precio abonado en origen por los distribuidores ha crecido hasta un 50% respecto al año pasado, según diversas estimaciones. Se ha llegado a pagar un poco más de 4 euros por litro de aceite de oliva virgen, cuando en pasadas campañas esa cifra era inferior a los tres euros. Una cota que no se alcanzaba desde 2006. Los agricultores, por su parte, se defienden con el argumento de que durante años han vendido su producto por debajo de coste. Como resultado de todo ello, la principal industria del ramo, Deoleo (envasadora de marcas como Koipe o Carbonell) ha reconocido un descenso del 44% en su Ebitda (resultados antes de impuestos, amortizaciones, intereses y depreciaciones).
¿Cómo afecta esta situación al consumidor final?
Deoleo justifica el desplome de su Ebitda porque los distribuidores no han acabado de trasladar al consumidor final esa subida del producto en origen. La envasadora cuantifica en un 15% el alza en el precio del aceite de oliva virgen que se encuentra en los estantes de los supermercados. Según datos de Euromonitor recogidos por la agencia Reuters, el ascenso se ha limitado a un 10%. Lo cierto es que el consumo se ha resentido en el primer semestre del año: ha caído casi un 9% respecto al mismo periodo de 2014, según Deoleo.
¿Hasta cuándo se puede prolongar esa situación?
Depende en buena medida de la climatología de este mes y el siguiente, que puede marcar la producción de la campaña 2015-2016. Si no llueve pronto y no se adelanta el otoño, la cosecha volverá a ser mala (ligeramente por encima del millón de toneladas), y los precios seguirán subiendo. Además, cabe la posibilidad de que las distribuidoras no puedan mantener durante mucho más tiempo su política de no trasladar del todo al consumidor final esas subidas.
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