Las pensiones, oscuro objeto de deseo electoral

Ahora bien, con ser una afirmación constatable con las cifras de la propia Seguridad Social, este mensaje puede considerarse, como mucho, una verdad a medias cuando el receptor es un pensionista con varios años en esa situación. Y es que cuando echa mano a su nómina de las fechas citadas puede comprobar que en realidad su prestación ha subido mucho menos, como máximo en torno al 3,5%. De ahí a que pueda considerarse una vez más víctima de la euforia de los políticos en periodo electoral no hay más que un paso. Y puede pensar que o bien le están diciendo una burda mentira o bien que le están tomando el pelo.

En unos tiempos en que la credibilidad de los políticos ha bajado muchos enteros, es más que probable que el efecto causado por el ambiguo mensaje electoral sobre el votante sea exactamente el contrario al buscado.

Y es que un pensionista que en diciembre de 2011 cobraba ya su pensión, en abril pasado habría tenido una subida de poco más del 3,5%; y si la misma superaba los 1.000 euros al mes al comenzar 2013, la revalorización ha sido de solo del 2,5%. Y ello en virtud de los incrementos dictados por el Gobierno del 1% en enero de 2012, del 1% en el mismo mes de 2013 (2% para las de menos de 1.000 euros), y del 0,25% en el comenzar 2014 y 2015.

Las nuevas pensiones

Pero lo curioso del caso es que el partido en cuestión no necesitaba de esta ambigüedad para 'vender' a votantes activos y a pensionistas una gestión de las pensiones que en este periodo que muchos califican de "aceptable", teniendo en cuenta los difíciles tiempos que corren para la caja de la Seguridad Social, que los últimos años ha acumulado déficits de más de 10.000 millones de euros al año. Es más, contra todo pronóstico, las prestaciones han ganado poder adquisitivo desde la llegada al poder del PP, aunque para ello haya tenido que recurrir al Fondo de Reserva creado durante los años de bonanza económica.

También ha colaborado a esa ganancia de poder adquisitivo la evolución de la inflación, que lleva casi un año en negativo y que ha posibilitado que desde diciembre de 2011 las prestaciones hayan ganado 0,3 puntos, que se convierten en 1,3 puntos para las que eran inferiores a 1.000 euros al acabar 2012. Y es que la inflación acumulada en el periodo ha sido del 2,2%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

¿A qué se debe esa diferencia entre el aumento de la pensión media y la subida dictada desde el Gobierno? Se trata de un fenómeno habitual que tiene su base en los efectos a largo plazo del alza de las cotizaciones por parte de los trabajadores, consecuencia de los incrementos salariales. Las nuevas pensiones son más altas que las que desaparecen por fallecimiento de sus titulares, lo que arrastra al alza la prestación media del sistema. En una economía con salarios a la baja o estancados, o con cambios como los introducidos por las últimas reformas del sistema de pensiones, este efecto tenderá a moderarse.

Ese fenómeno es automático, de tal forma que incluso con la congelación de las pensiones que decretó para 2011 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la prestación media creció ese año el 3,2%, al pasar de 786 a 811 euros al mes. Incremento, por cierto, que fue más elevado que en ejercicios sucesivos, hasta situarse en 2014 en el 1,7%, siempre según datos oficiales.

Un ejemplo ayuda a explicar esa evolución: la media de las nuevas prestaciones generadas el año pasado fue de 1.041 euros al mes, frente a los 832 euros de las que desaparecieron.