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Enfadados, indignados, desilusionados… El vecindario de San Fausto no oculta su malestar por la paralización del centro cívico que estaba previsto construir en el caserío Kapitanena del barrio. Se sienten «engañados» y no admiten los argumentos expuestos por el equipo de gobierno durangués (PNV y ... PSE), en los que justificaban el parón del proyecto debido a la «mala» situación económica que atraviesa Ayuntamiento «como excusa». «Primero nos dijeron que era pequeño, después que no se iba a usar lo suficiente, ahora que no hay dinero… ¿Qué será lo próximo que nos digan?», se preguntaban este miércoles en la concentración que han realizado frente al Ayuntamiento antes de subir al pleno municipal. Ni jeltzales ni socialistas hicieron mención al proyecto durante la sesión. EH Bildu y Herriaren Eskubidea, ambos partidos de la oposición, sin embargo, han compartido la postura de los vecinos y han lamentado que «no vemos ningún motivo para paralizar el proyecto».
Decenas de residentes, muchos de ellos ataviados en las camisetas azules que los caracterizan, han unido fuerzas para reclamar la construcción de un centro cívico en San Fausto. «Es una petición que llevamos haciendo desde hace más de doce años. Creemos que es algo bueno para el barrio y para las personas. No entendemos que no lo quieran hacer», han censurado desde la asociación de vecinos, que está llevando a cabo una recogida de firmas.
Además, han dicho ser conocedores de que el centro dispone «desde hace meses» de todo lo necesario para su creación, «incluida una partida de 1.022.000 euros», para sacar a concurso las obras que costaban, previsiblemente, un millón de euros.
«Este año el Ayuntamiento dispondrá de 43 millones de euros, un millón más que en 2023. Además, Diputación dará 1,6 millones más, de los que 350.000 irá destinado al remanente. No nos creemos el argumento de que no hay dinero», han destacado. A su vez, han criticado que «hay una obra que va desde ONA hasta Tabira en el que se van a recuperar más o menos 5 millones de euros según el antiguo Gobierno. Son cosas que este Ayuntamiento no quiere decir o que quiere ocultar», han lanzado desde la asociación, mientras han dejado claro que lo suyo es un colectivo «apolítico» que defiende los intereses de un barrio, independientemente de quién esté al mando.
En este sentido, han defendido el proyecto del centro cívico como «un lugar abierto a todo el pueblo», espacio en el que contemplan abrir una sala infantil, un lugar de enfermería con servicio de podología y con un espacio para bailar o realizar gimnasia, entre otras actividades. Asimismo, consideran el proyecto existente «positivo» para San Fausto, ya que cubre las necesidades que se han detectado en el barrio. «Si el Ayuntamiento nos ofrece otro espacio, más barato y más grande que Kapitanena, nosotros encantados. Lo que queremos es un centro cívico para San Fausto y que no se olviden de nosotros», han detallado en alusión a la reunión que celebrarán este jueves miembros de la asociación vecinal con representantes del Ayuntamiento.
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