JAVIER GARCÍA LEGORBURU
Lunes, 15 de abril 2024, 15:47
Reivindicar los derechos de los nicaragüenses en Durango. Con ese objetivo, un grupo de vecinos de este país de América Central -que cuenta con 202 censados en la población- ha creado la Asociación por el Desarrollo y la Innovación Social (ADIS) para que los inmigrantes ... tengan la oportunidad de acceder a los estudios y trabajo.
Publicidad
«Llevábamos pensando en este proyecto desde hace varios años y queremos ayudar a las personas que vienen de otros países. Cuando llegas aquí, tienes que buscarte la vida y queremos fomentar que la comunidad latina no se quede desprotegida y conozca sus deberes y derechos. Y tengan la opción de formarse y conseguir un empleo», explica Darling Marín, residente en la villa y actual responsable de organización del colectivo.
La propia Marín se muestra agradecida a Durango -que ha organizado diferentes actividades dentro de la semana contra el racismo- y al País Vasco por su acogida. «Llegué hace ocho años, tras haber vivido otros tantos en Valencia. Una sobrina me animó a venir aquí porque había trabajo y me consiguió una habitación. Me ha gustado mucho el pueblo, solo tengo buenas palabras. La gente es más cercana, cuando te ayudan te ayudan de verdad. Es muy humana y nos tratan muy bien», confiesa.
El perfil del inmigrante que llega de dicho país es de gente joven, sobre todo mujer. «Algunas llegan con 18 años y trabajan en casas. Es la primera puerta que se nos abre a las mujeres. Algunas de ellas tienen cierto nivel de estudios e incluso cuentan con títulos universitarios», añade.
El presidente de este colectivo es Donald José Muñoz y alerta por la situación que atraviesa su país, gobernado por Daniel Ortega. «Llegué a Bilbao hace cinco años. Tuve que exiliarme de mi país porque yo soy activista en derechos humanos. En Nicaragua hay una crisis de derechos humanos porque existe una dictadura y el Gobierno empezó a perseguirme a mi familia y a mí. Vine a España a solicitar asilo», recalca.
Publicidad
Su compañera Marín va más allá e insiste en la gravedad que atraviesa. «Está cada día peor, con una gran represión y enfocada a la gente joven. Hay un adoctrinamiento desde el colegio hasta la universidad y te obligan a estar de parte del gobierno para poder acceder a los estudios. No puedes pensar de forma diferente. Todos los días, hay inmigración a España o Estados Unidos o incluso a Costa Rica», confiesa.
Este jueves, pedirán a los partidos políticos que no se olviden de los derechos humanos de los nicaragüenses. A seis años del inicio de las protestas en abril de 2018, recordarán a las más de 355 personas que fueron asesinadas en las manifestaciones cívicas por el hecho de alzar su voz en la búsqueda de justicia y libertad para Nicaragua.
Publicidad
Formarse es uno de sus grandes objetivos. «Nos hemos reunidos con el concejal del Partido Popular, Carlos García, y la técnica de Inmigración del Ayuntamiento, Verónica Redondo, para poder realizar un curso de atención sociosanitaria que nos permita trabajar en residencias sanitarias», explican. «Queremos implementar programas que apoyen a la comunidad latina en el País Vasco, fortalecer la participación de las mujeres y jóvenes en la comunidad. Hay muchos problemas de integración social, con muchas dificultades y tratamos de ser un medio o un agente que ayude a movilizar información y empoderar a la comunidad y darles información de cómo seguir el proceso de legalización para integrarse de una forma más amigable en el País Vasco», subraya Muñoz, ingeniero de sistemas que abrió su propio negocio.
«Una de las grandes dificultades que tenemos es encontrar un empleo, un trabajo que realmente se corresponda con las habilidades y la experiencia que tenemos debido a la falta de reconocimiento de las cualificaciones profesionales. No podemos homologar el título porque no me lo reconocen aquí. Otros compañeros también tienen experiencia en la gestión pública en Nicaragua pero aquí tienen que realizar otros trabajos», manifiesta.
Publicidad
En los últimos cinco años, el perfil del migrante de Nicaragua ha cambiado. Hasta ahora llegaba procedente del interior del país, que trabajaba en el campo pero ahora están viniendo otro tipos de perfiles con el exilio forzado de tantas personas. La mayoría son mujeres jóvenes, pero también hay diferentes profesionales que están viniendo. Según uno de los últimos barómetros de Ikuspegi, más de 15.000 nicaragüenses residen en el País Vasco y el 73% son mujeres.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.