Roberto Hernando posa en la prueba de la Transpirenaica, realizada años atrás. Roberto Hernando

Así era Roberto Hernando Rojo, el montañero durangués que falleció ayer en el Mugarra

El vecino de la villa, que también practicó el baloncesto en su juventud, era un apasionado por la naturaleza. Ayer falleció en el monte Mugarra a los 66 años tras sufrir graves lesiones a consecuencia de una caída

Viernes, 14 de junio 2024, 16:39

Durango ha amanecido este viernes con una triste noticia, el fallecimiento del vecino Roberto Hernando Rojo a los 66 años de edad. En la tarde ... noche de este jueves sufrió «gravísimas lesiones» fruto, al parecer, de una caída en el monte Mugarra, una cima situada en la zona del Duranguesado, según informa el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco.

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En su juventud, estudió en el colegio San José Jesuitak, donde también practicó el baloncesto. Su gran pasión era la montaña y era muy habitual que realizara diferentes travesías como la Transpirenaica, una ruta de montaña que cruza los Pirineos de oeste a este. Comienza en Cabo Higuer que está en Hondarribia, en la desembocadura del río Bidasoa, y termina en Cap de Creus, muy cerca de Cadaqués.

«Estudié en Jesuitas con él, jugó a baloncesto en categorías inferiores de Tabirako. Era muy buen alumno, trabajador y serio. Hacía mucho deporte, corría e iba al monte», explica el durangués Juan Miguel Moreno. Tras su etapa en el centro educativo, estudió una ingeniería en Bilbao.

Roberto Hernando, con el número 7 en la camiseta, con el equipo de baloncesto en su juventud, en la temporada 72-73. J.C.

«Los motivos por los que a mis 59 años, sin experiencia en montaña, con una condición física buena pero sin ser ninguna fuerza de la naturaleza, entran dentro de esas acciones que se nos ocurren y que no suelen ser capaces de entender otras personas», subrayó en 2017 el propio Hernando en una web de montañismo.

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También daba consejos a la hora de realizar estas rutas. «En una salida puntual te puedes machacar e incluso cometer errores técnicos, pero el problema aquí es que al día siguiente no descansas y hay que seguir andando. En una salida de día se lleva una mochila mucho más ligera. Si, por ejemplo, está mal ajustada colgando de los hombros y no soportada por las caderas seguramente no creará ningún problema. Si se hace esto con una mochila más pesada en una travesía larga, al tercer día los hombros y la espalda pueden estar hechos puré», añadía.

El accidente de este jueves obligó a la Ertzaintza a movilizar a su helicóptero para poder trasladar su cuerpo hasta las dependencias policiales de Iurreta. Pasadas las seis de esta tarde, un familiar llamó a los servicios de emergencia para informar de que el varón había ido esa mañana al monte y no había regresado. El localizador que llevaba encima el fallecido le indicaba que llevaba más de dos horas parado y, además, éste no respondía ni a las llamadas ni a los mensajes.

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Inmediatamente, se movilizaron recursos de bomberos y de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza (U.V.R.). Minutos antes de las siete de la tarde, el montañero era localizado en la zona de Izurtza. Según explicó el Departamento de Seguridad, presentaba «lesiones, al parecer, fruto de una caída». El cuerpo fue trasladado por el helicóptero de la Ertzaintza hasta las dependencias policiales de Iurreta y, desde allí, será llevado hasta el Servicio de Patología Forense para realizarle la autopsia.

Mugarra, monte fatídico

«En una travesía larga los errores no perdonan y pasan siempre factura. En una salida de día solo se sale si las condiciones climáticas son favorables. Aquí se camina con cualquier tiempo y condición. Por un lado porque superar esas adversidades es uno de los desafíos y, por otro, porque si se empiezan a poner excusas para salir no se acabaría nunca», explicaba Hernando en aquella ruta que realizó hace unos años.

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«Moverse en solitario por una naturaleza tan magnífica y resolver en solitario los problemas que se presentan provoca una emoción especial. En solitario puedes hacer la Transpirenaica a tu ritmo y, además, eres más sociable, de hecho en estos días nunca me he sentido aislado», confesó en dicha web especializada tras completar aquel recorrido.

Es el Mugarra un monte en el que se acumulan los accidentes. En enero de este año, un montañero de 75 años tuvo que ser rescatado en las inmediaciones tras romperse un brazo a consecuencia de una caída. En otras ocasiones, se han producido otros accidentes fatales. Como en agosto de 2020, cuando falleció un vecino de Berriz de 40 años, o en febrero de ese mismo año: un bergarés de 81 años que perdió la vida al precipitarse por un barranco cuando estaba acompañado por su hija.

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