Borrar
Julen Jiménez posa durante el rodaje de 'El silencio de la ciudad blanca' en Vitoria. E. C.
«Recibir el cariño y las felicitaciones de la gente del pueblo ha sido maravilloso»

«Recibir el cariño y las felicitaciones de la gente del pueblo ha sido maravilloso»

Advierte el zornotzarra Julen Jiménez, que ha dado el salto a la gran pantalla con Calparsoro en 'El silencio de la ciudad blanca', tras su pase en Amorebieta

NAHIKARI CAYADO

AMOREBIETA-ETXANO.

Miércoles, 6 de noviembre 2019

Julen Jiménez aún saborea la reciente proyección de la película 'El silencio de la ciudad blanca', de Daniel Calparsoro, en su localidad natal, Amorebieta. «Es súper bonito recibir el cariño y las felicitaciones de la gente del pueblo en el Aretoa. Aquel día fue maravilloso, una pasada», señala este joven de 25 años de edad que está viviendo «una etapa maravillosa, pero siempre con los pies en la tierra».

En su salto a la gran pantalla, este joven que no recuerda una etapa de su vida en la que no deseara ser actor interpreta a Nancho Lopidana. «Un personaje con un toque místico y muy rural. Cuando vi el guion me encantó, me pareció muy personal. Me venían muchas imágenes a la cabeza ya solo con leerlo», rememora el actor zornotzarra, que ha compartido reparto con intérpretes de la talla de Belén Rueda, Javier Rey y Aura Garrido, así como con el también joven durangués Mariano Estudillo. Todo un «honor» para Julen, que se presentó al casting sin saber de qué se trataba.

«Mi representante me pidió que grabara unas frases describiéndome a mí mismo y, al día siguiente, me llamaba para decirme que me daban el papel. Bajo ningún concepto era consciente de que se trataba de una película ni la magnitud del personaje», confiesa Jiménez.

Gracias a este thriller cinematográfico basado en el fenómeno editorial de la escritora Eva García Sáenz de Urturi, el joven actor zornotzarra ha entrada por la puerta grande, en el séptimo arte. «Una de las cosas que más me atrajo de este proyecto fue que se trataba de una película fuera de lo comercial», matiza.

Pero si el rodaje ya resultó impactante para este vecino de Amorebieta, jamás olvidará su reciente estreno en el Zornotza Aretoa, que se quedó pequeño, y la ovación del público que asistió. «Tengo que reconocer que soy muy vergonzoso y que me cuesta mucho exponerme a la gente, aunque parezca una contradicción. Pero al ser actor eso es algo que lo he tenido que filtrar».

«Lara Izagirre, un regalo»

Mientras disfruta del presente, Julen Jiménez continúa su formación como actor en Madrid, a la vez que participa en talleres y en un laboratorio de teatro. «El cine me impone algo más que el teatro. El mundo de la escena me gusta porque es más cercano con el público y se puede jugar con otras vidas, pero es obvio que nunca diré que no a un proyecto audiovisual».

Mientras estudiaba arte dramático en Bilbao, Jiménez llegó a participar en un festival de teatro universitario en Lituania, donde junto a sus compañeros se hicieron con el galardón a la mejor obra extranjera. Pero también tuvo la suerte de trabajar como figurante junto con Concha Velasco en el teatro Arriaga. «Recuerdo que me dio un consejo: Disfruta del momento y así lo hice», revela.

Ahora que ya ha metido un pie en el mundo del cine, Julen reconoce que le encantaría poder trabajar con la directora Lara Izagirre, también vecina de Amorebieta. «Tuve oportunidad de verla trabajar con los actores en el rodaje de 'Otoño sin Berlín' y me parece un regalo de persona», precisa.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo «Recibir el cariño y las felicitaciones de la gente del pueblo ha sido maravilloso»