El proyecto del túnel que unirá la Línea 5 y el Duranguesado supera el último trámite

La L-5, que conectará el barrio basauritarra de Sarratu y el Hospital de Galdakao, empezó a construirse hace unos meses y está previsto que pueda quedar inaugurada durante 2029. La conexión con Euskotren es un proyecto independiente que se desarrolla en paralelo y que debe estar finalizada para la entrada en funcionamiento del nuevo servicio del suburbano.

El enlace metro-Euskotren lo facilitará un túnel de 1,3 kilómetros que partirá de la estación del hospital, cruzará por debajo del Ibaizabal y atravesará Usansolo por su extremo sur -el más alejado a la N-240- hasta las inmediaciones del apeadero de Bedia, el municipio limítrofe. Según los cálculos iniciales, el proyecto tendrá un coste de 42,5 millones y la obra durará 22 meses, casi dos años. Un estudio elaborado por la ingeniería Sener estima que hasta 11.000 vecinos de Arratia y del Duranguesado podrían sumarse diariamente a la red del metro por esta ruta.

La declaración de impacto ambiental positiva despeja el camino para que otra consejería del Ejecutivo autonómico, la de Movilidad Sostenible, tenga a partir de ahora vía libre para aprobar el estudio informativo del trazado, paso previo a la redacción del proyecto constructivo y la licitación de las obras. Aunque el inicio de los trabajos queda aún lejos, el proyecto deja atrás el último gran escollo administrativo.

Pese a que ya puede darse por hecho que el trazado cruzará Usansolo, lo que aún no se sabe es cómo podrán acceder los vecinos de la localidad a la Línea 5. El Gobierno vasco tiene sobre la mesa dos opciones e intenta acordar con los residentes y con la gestora que lidera el Ayuntamiento, recién constituido tras la segregación de Galdakao, la solución que más convenga en la zona. Aunque no parece que vaya a haber un acuerdo.

Desde hace más de un año políticos locales y vecinos vienen reclamando que se ejecute una estación de la Línea 5 en el centro de Usansolo para compensar la desaparición del apeadero de Euskotren en cuanto el suburbano se inaugure. Tras encargar un estudio de alternativas, Lakua ha descartado esta posibilidad debido a su alto coste. Se considera que la población a la que daría servicio es demasiado bajo como para planteárselo. A cambio ha dado alternativas.

La que prefieren los técnicos pasa por alargar uno de los cañones de acceso a la estación del hospital, situado a las afueras de Usansolo, hasta la entrada al municipio, justo en el límite que marca el río Ibaizabal. La distancia hasta el centro se complementaría ofreciendo una lanzadera gratuita con tres paradas en el pueblo que circularía cada ocho minutos. Ante la oposición vecinal, el Ejecutivo ofrece otra opción: acercar más aún el cañón al núcleo urbano y eliminar la lanzadera. El 'fosterito' de acceso estaría en el centro y los vecinos llegarían a la estación del hospital por un tapiz rodante de 500 metros que costaría unos 5 minutos recorrer. Tampoco convence. La directora de Infraestructuras del Ejecutivo, Loli de Juan, se reúne hoy con los vecinos.