Protesta contra «la compra de criaturas y la utilización del cuerpo de las mujeres para fines reproductivos»

En su comunicado, el colectivo explica que se ha sumado a un llamamiento feminista para parar un congreso internacional sobre la explotación reproductiva de las mujeres, que se celebrará del 21 al 23 de julio en Bilbao. Distintas organizaciones abolicionistas de los vientres de alquiler, la pornografía y la prostitución han respondido al llamamiento.

Según informan desde la agrupación, un tercio de los bebés comprados en el extranjero por ciudadanos españoles se inscriben en Euskadi (sobre todo en Bizkaia): 250 al año. El negocio de la explotación reproductiva ha pasado de facturar 6.000 millones en 2012 a 115.000 millones en 2022.

«El cuento de la criada no era una distopía, era una muestra de la realidad que nos espera a las mujeres en el colapso del sistema capitalista. Una vez más, nos quieren sometidas a los caprichos de la burguesía cómplice del patriarcado», aseguran.

En su opinión, el vientre de alquiler es el eufemismo utilizado para deshumanizar a la mujer que gesta un bebé que compran otros. «Se intenta presentar la gestación subrogada como una forma más de reproducción asistida para paliar la infertilidad, erigiendo a derecho el deseo de ser padres y madres. Los deseos no son derechos» manifiestan. No obstante, consideran que «la realidad es bien distinta y la compra de bebés no constituye ningún progreso ni avance social. Por el contrario, es otra forma de explotación de la mujer y de tráfico de personas que convierte a los bebés en productos comerciales».

Según esta asociación, supone «una flagrante violación de la dignidad tanto de la madre, como del niño. A pesar de ser una práctica prohibida en todo el estado, basta con hacer una búsqueda en internet para comprobar cómo diferentes agencias se ofrecen a gestionar todos los trámites. Porque un parto no es la expulsión de nuestro cuerpo de una criatura. Es un proceso que deja huella, marcas, heridas a suturar, cicatrices que quedarán aunque tal vez no se vean, física y psicológicamente».

Por otra parte, consideran que «la maternidad no se puede subrogar». «Este eufemismo le es muy útil a los traficantes de seres humanos para crear la idea en la sociedad de que hay mujeres que donan su capacidad reproductiva para el beneficio de pobres mujeres u hombres que no pueden tener hijos», analizan antes de hablar de la explotación de la capacidad reproductiva de las mujeres y de esclavas reproductivas, porque es la única forma de concienciar a la sociedad sobre lo que está ocurriendo con millones de mujeres en el mundo.

Por último, exige que se cumpla la prohibición de publicitar y promocionar la venta de bebés en el territorio y a nivel nacional, así como cualquier gestión que se lleve a cabo para facilitar este comercio y no se permita que se celebre en Durango este Congreso.

Por otra parte, la asociación denuncia los asesinatos de mujeres cometidos este mes bajo el grito ¡Ni una menos! Recordamos a: Begotxu, Ana Vanesa y Lida. Andereak hace suyo el comunicado del colectivo 'No es ficción, está pasando'.