Los pensionistas del Duranguesado reclaman a Osakidetza una mejor asistencia médica

En Zaldibar y Berriz-Garai, de los 2 y 3 facultativos asignados respectivamente, «se llegó a estar sin ninguno en varias ocasiones», y las citas se dieron con esperas de hasta dos meses, según denunciaron los pensionistas. Asimismo criticaron que la ayuda a domicilio fue «inexistente». A pesar de las movilizaciones y «promesas» por parte de la directora de Asistencia Domiciliaria, este mismo mes de enero Berriz ha tenido días con «solo un médico o ninguno». En el caso de Zaldibar, los pacientes han tenido que desplazarse a Elorrio frecuentemente con el fin de ser atendidos.

Como recordaron desde el movimiento de jubilados, Osakidetza tomó la decisión de recortar servicios «en 126 de los 339 centros de salud» existentes, afectando su funcionamiento en el transcurso de 180 días del año. Estos ajustes implicaron el cierre o la reducción de horarios en los PAC de Amorebieta y Durango.

El colectivo presentó mociones en los ayuntamientos del Duranguesado para exigir la garantía de puestos de trabajo necesarios en cada pueblo, la recuperación de la normalidad asistencial y la defensa del derecho a la salud de todos los ciudadanos. La moción ha sido aprobada en distintos consistorios, incluyendo Durango, Zaldibar, Elorrio, Iurreta, Izurtza y Atxondo, aunque fue rechazada en Amorebieta.

«Los datos demuestran el interés de los vecinos y el apoyo mayoritario de los ayuntamientos del Duranguesado en defender una sanidad pública universal gratuita y de calidad», detallaron en la rueda de prensa celebrada ayer, que contó con el apoyo de la plataforma DOPA (Durango Osasungintza Publikoaren Alde-Durango en Defensa de la Sanidad Pública). El movimiento de pensionistas hizo un llamamiento a participar en la próxima manifestación que se llevará a cabo en Bilbao el sábado 1 de febrero a las 12.00 horas desde la plaza del Sagrado Corazón.

Aunque comparten objetivos comunes en la mejora de la asistencia sanitaria y los servicios públicos, las particularidades de cada localidad demandan soluciones específicas y un enfoque adaptado a las realidades de cada municipio. Por ejemplo, Salva Martín, pensionista de Zaldibar, destacó la importancia de la unión con otras asociaciones o grupos locales: «Tenemos un gran vínculo con otros colectivos como los jóvenes de los gaztetxes y las feministas, y nos hacemos oír al juntarnos». Además, señaló una de las mayores peticiones: «Nos urge una mejora en el ambulatorio, ya que está bastante obsoleto y eso dificulta el acceso».

Por su parte, Jesús Aristegui, pensionista de Elorrio, manifestó su preocupación por la falta de un centro de día a pesar de tener más de 7.000 habitantes. «Estamos discriminados. Es un tema verdaderamente necesario para el pueblo y aún así no nos hacen caso». Y en Iurreta, Miren Eguzkiñe Uriondo, parte del colectivo local, comentó que aunque su municipio no está en una situación crítica, se ha notado una gran carencia de personal sanitario, especialmente durante los periodos vacacionales. A su vez, Matías Oregi, residente de Durango, demandó una actuación por parte de Osakidetza: «Ya es hora de hacer algo de una vez».