«Es una oportunidad para que los vecinos de Garai y Lanciego compartan vivencias»

«Esta unión surgió gracias a la relación que tenían los dantzaris de distintos territorios y diferentes comarcas. Es una oportunidad para que dos pueblos pequeños se hermanen y busquen un nexo de unión en torno a la cultura y con el objetivo de intercambiar experiencias y vivencias en ambos pueblos», recalcaba el alcalde de Garai, Erramun Osa.

Con esta bonita tradición, un año los habitantes de Garai se acercan a Lanciego y al año siguiente lo hacen al revés, renovando cada ejercicio este acuerdo de hermandad. Dicha actividad se ha visto interrumpida en los últimos tres años por los efectos de la pandemia. Afortunadamente, este sábado los dos consistorios van a recuperar las relaciones.

«En estos tres últimos años, hemos tenido dificultades no sólo de movilidad, sino a la hora de organizar cosas que intercambiaban personas de diferentes territorios y teníamos muchas ganas de retomar esta bonita tradición entre los dos pueblos», aseguraba Osa.

En la iglesia San Miguel de Garai, ubicada cerca del frontón, se puede ver un símbolo de este hermanamiento, con la plantación de la encina y la piedra divisoria colocada hace una década. Osa recuerda que «es una forma de que los propios vecinos de Garai compartan un proyecto con vecinos de otro municipio».

«Junto a esa piedra está ubicada una pequeña placa de cerámica. Sobre ella, está colocada una encina que es algo propio y singular del entorno. El árbol recoge todas las vivencias como un elemento distintivo y alrededor de él, se ha organizado la vida comunitaria de los pueblos de Euskadi a lo largo de la historia», explicaba el alcalde.

El Ayuntamiento de Lanciego recibirá mañana a los ciudadanos y a la representación municipal de Garai. Entre las actividades programadas, se encuentra la celebración de un almuerzo, la visita al 'dolmen de la Chabola de la Hechicera' ubicada en el entorno de la localidad alavesa y, posteriormente, la organización de una comida popular en el frontón.

Según declara el alcalde, el componente cultural de conocer el entorno va a ser algo muy importante. «El dolmen tiene un topónimo determinado y una serie de historias alrededor del mismo que es algo que está muy arraigado en la localidad de la rioja-alavesa», añadía.

Ambos municipios comparten un anhelo común de impulsar las relaciones interpueblos e intergeneracionales, algo que lo podrán atestiguar los 35 vecinos que se desplazarán en un autobús facilitado por el Ayuntamiento de Garai para acercarse a Lanciego, para lo que ha sido necesario inscribirse previamente en el consistorio municipal. El horario de salida será a las ocho y media de la mañana desde la Herriko Plaza de la localidad de la comarca.

«Es muy bonito desde el punto de vista del reencuentro porque vamos a poder vernos las caras y compartir vivencias. Es un momento en el que los pueblos pequeños comparten un proyecto común porque muchas veces pasa que en localidades pequeñas el reencuentro suele ser ocasional», confesaba el regidor del municipio.

Osa recalcaba que el próximo año, cuando los vecinos de Lanciego visiten Garai, organizarán una serie de excursiones por la zona, siendo una forma de poner en valor el patrimonio cultural y paisajístico. «Es un motivo para que las personas conozcan nuestro pueblo y nuestra comarca. Tenemos unos sitios singulares preciosos como la zona de San Juan de Momoitio, la encina de Etxeita -catalogado como singular por la Diputación-, la zona de Santa Katalina y cada uno de ellos tiene un valor inmaterial en forma de contar historias y su relación con el pueblo», concluía.