Bendición de mascotas en Urkiola Maika Salguero

«Ojalá que la bendición mejore la salud de Zeus»

Decenas de personas se han acercado al santuario de Urkiola para rendir homenaje a San Antonio Abad, patrón de los animales

Viernes, 17 de enero 2025

La festividad de San Antonio Abad, protector de la naturaleza y de los animales, ha vuelto a llenar de vida y alegría el santuario de Urkiola. Perros, gatos, caballos y hasta alguna cabra se han reunido con sus dueños con el propósito de recibir la bendición. Desde tempranas horas de la mañana, el camino hacia el santuario se ha llenado con los más madrugadores. Familias, parejas y amigos han subido con sus mascotas, creando una estampa pintoresca.

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En el trayecto, encontramos a Ainhoa Urizar con un simpático chihuahua. «Venimos siempre. Es una tradición que mi familia ha mantenido por generaciones. 'Txuri' es parte de nosotros, y la bendición es muy importante», comenta Urizar. Entre los asistentes se encontraba también Martín Aguirre, que ha venido de Abadiño con su gata 'Luna', de tres años. «Es la segunda vez que venimos y estamos encantados con la experiencia», dice Aguirre mientras acaricia a Luna.

Manu y su perro 'Zeus', de 12 años, participan por primera vez en la celebración. Esta visita es especialmente significativa para el vecino de Algorta, debido a la salud delicada de 'Zeus'. «No está demasiado sano que digamos, está mayor y desde pequeño padece una displasia de cadera», comenta, con la esperanza de que la bendición pueda ofrecer algún alivio a su fiel compañero. Otro habitual es Juan Pablo, quien ha venido acompañado de su perra 'Kira', de 6 años. «Tengo la suerte de que he podido venir en cuatro ocasiones seguidas», dice. Este año, además, ha traído a su compañero de trabajo, un uruguayo que asiste por primera vez, y a su hija. «Es una forma de pasar el día y así me llevo un panecillo bendecido para mi mujer», afirma.

Una figura entrañable de la festividad es Adriano Ferreira, de origen portugués y residente en el bar Landajuela de Urkiola. Este año ha llegado tocando la gaita con su burro 'Perico' y su perrita 'Fly' sobre su lomo. Pero no son los únicos ejemplares que ha traído. «En esta ocasión traigo 3 gatos, 2 gallos, 1 paloma, 2 gallinas guineas, a 'Perico', a 'Fly' y a mí mismo, que aunque de dos patas, también soy un animal», bromea Ferreira.

El acto ha comenzado a las 12.00 horas de la mañana con una eucaristía oficiada por el presbítero de la Vicaría IV, Javier Garai. A pesar de las bajas temperaturas, la iglesia estaba repleta de feligreses, en medio de los cuales se encontraban algunos residentes de la residencia IMQ Igurco Orue, ansiosos por participar en esta costumbre anual. Al finalizar la misa, el padre Garay ha salido acompañado al son de la música de un trikitilari y un pandero al atrio de la iglesia para rociar con agua bendita a los animales uno por uno. «Es importante recordar de dónde viene esta tradición», afirmó el párroco. Además de la bendición, como es habitual, se han repartido 350 bolillos de pan bendecido entre la feligresía.

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Una tradición renovada

La festividad de San Antón marca el inicio de una serie de celebraciones tradicionales durante el mes de febrero en la vida de los baserritarras, que incluyen la Candelaria el día 2, San Blas el 3 y Santa Águeda el 5. Estas festividades forman parte del ciclo de carnaval que se aproxima.

La bendición ha cambiado con el tiempo. Antes, los campesinos llevaban su ganadería al santuario para recibir la protección. Ahora, es común ver a personas urbanas con sus mascotas, reflejando un cambio en la relación entre ambas especies. En el pasado, la celebración incluía una feria y se bendecían el agua, el aceite y los cencerros del ganado. También se ofrecían velas y misas para proteger a sus compañeros domésticos, y se realizaban diversos ritos con el fin de bendecir alimentos y animales.

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