El obispo de Bilbao, Joseba Segura, presidió la Eucaristía con una basílica abarrotada. J.G.L.

«Nació en Elorrio y transformó el mundo»

En comunión ·

Centenares de feligreses rinden homenaje en Elorrio a su vecino y patrón San Valentín de Berriotxoa, una cita donde no faltó la gastronomía, la música y el buen ambiente

Jueves, 4 de julio 2024

Devoción en las calles de Elorrio por San Valentín de Berrio-Otxoa. Niños, jóvenes y mayores llenaron las calles de la localidad para disfrutar de los actos en honor a su santo, en un día festivo en el que las obligaciones pasaron a un segundo plano. Desde primera hora de la mañana, los músicos amenizaron hasta el último rincón al ritmo del txistu, el tamboril y el atabal. «Cada 4 de julio, salimos y tocamos los instrumentos en forma de pasacalles. Es un día especial. Venimos del grupo de bailes de Besaide. Hacía años, también había alarde de bailes en la plaza y poco a poco, se han ido reduciendo los eventos. Durante cerca de una hora, interpretamos media docena de canciones», relataba la cuadrilla de amigos formada por Igor Fernández, Dani Palacios, Mikel Ugalde, Niko Moreno e Itziar Eguren. «Otros miembros del grupo no han podido asistir por motivos laborales, ya que trabajan fuera del pueblo», apuntaban.

Publicidad

Momentos antes de la misa mayor, que abarrotó la basílica de la Purísima Concepción, los feligreses pasaban por el pórtico y compraban lenguas de gato, rosquillas y mostachones, dulces realizados por las monjas dominicas de la villa. «También vendemos reliquias del santo, como pulseras y rosarios, a precios de entre 5 y 35 euros», subrayaba Toñi Grande. La monja Sor Patricia, procedente de Kenia, acudía puntual a su cita con la venta de estos típicos dulces. «En el convento, donde llevo trece años, también elaboramos tartas por encargo. Mis compañeras, Sor Carolina y Sor Rosa, llevan una década en la villa y estamos muy contentas. Somos ocho monjas de nuestro país y tres de Elorrio», añadió la religiosa africana.

Los músicos Igor Fernández, Itziar Eguren, Niko Moreno, Mikel Ugalde y Dani Palacios amenizaron las calles de la villa. J.G.L

Devoción y parrillas

El obispo de Bizkaia, Joseba Segura, presidió la Eucaristía, que contó con la presencia de la diputada general, Elixabete Etxanobe, y la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui. «San Valentín transmitió su sabiduría, que hoy la mayoría de la gente encuentra muy extraña. Si a nosotros nos tocara sufrir esas persecuciones, aquellas que vivió el Santo en su propia carne, probablemente saldríamos corriendo o tendríamos una gran tentación de hacerlo. Pero San Valentín fue capaz de encontrar carencias de todo tipo y asumir la muerte de pie, con dignidad. La fe genera confianza. El de este vecino de Elorrio fue un ejemplo de convicción y transformó el mundo, siempre pensando en el bienestar de las personas», declaró Segura, que aprovechó para presentar a Javi Garai, que será desde septiembre el nuevo párroco de esta localidad y de Atxondo.

La diputada general, Elixabete Etxanobe, y la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, junto con concejales de Durango y Elorrio.
La figura del santo

«Es un símbolo para los vizcaínos y un ejemplo de convicción, siempre pensando en el bienestar de las personas»

Tras la Eucaristía, llegaba el momento de disfrutar de la gastronomía y de las sabrosas hamburguesas con tomate. «Es una iniciativa de las sociedades del pueblo, preparamos un almuerzo gratuito para todos los que se acercan a Elorrio. Con la colaboración de Eusko Label, preparamos esta carne a la parrilla, todo producto de 'kilómetro cero', con alimentos de la huerta y el pan del barrio Arrazola de Atxondo», confesaba Carlos Ibarrondo. Su compañero, Luis Marín, recalcaba que es un proyecto impulsado por el Ayuntamiento. «Es un día diferente, muy bonito. Nos juntamos las cinco sociedades: Alkartu, Pitxa, Buzkantz, Lagun Toki y la mencionada Lagun Arte. Todos ellos pertenecemos al colectivo Iturrizoro», declaró.

Los vecinos también disfrutaron de la gastronomía. J.G.L.

Las elorriarras Matilde Noval, Ana Rodero y Elena Beitia disfrutaban de la carne en la plaza. «Le tengo mucha fe a San Valentin», declaraban, mientras todos hacían tiempo para asistir a la actuación del coro Berri-Otxoa en la capilla de Santa Ana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad