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El sentimiento latino mantiene viva la procesión del Silencio en Durango. La asociación Virgen del Cisne, creada por ecuatorianos afincados desde hace cerca de dos décadas en la villa, se ha convertido en una pieza clave para que hoy, Viernes Santo, desfilen con los pasos ... que organiza la cofradía de la Vera Cruz. Desde hace varios años se encargan de sacar a hombros el de 'La Dolorosa'.
Devoción y unión en familia. Son los ejes de las decenas de personas procedentes del país sudamericano en Durango y entre todas ellas, destacan los Torres. Uno de sus miembros, José, recalca su pasión por la religión y más en la festividad de Semana Santa. «Empezamos en el año 2002. Hicimos un grupo bastante numeroso y comenzamos a llevar a La Dolorosa. Poco después, las mujeres también empezaron a participar llevando los demás santos», subraya. Su pareja, Esperanza, y su hija Janet también llevan otros santos.
«Se unieron a la Cofradía de la Vera Cruz porque a todo ellos les gustaban nuestras creencias y religiones. En su país también lo llevaban con mucho fervor y cariño. Contactaron con nosotros y estamos encantados de esta ayuda tan bonita y tan buena de esta gente que se ha integrado perfectamente en nuestro pueblo», reconoce Victoriano Pérez, vicepresidente de la cofradía fundada en 1.435.
Todos los ecuatorianos pertenecen a la asociación Virgen de El Cisne, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la basílica de El Cisne, en la provincia de Loja. «Es muy parecida a La Milagrosa, que entre 60 personas la llevamos todos los años por Durango», resalta José Torres.
Las mujeres también llevan distintos pasos, con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años. «Siempre que haga falta gente, ayudamos. Lo más bonito es tener fe a los santos y al paso en sí», reconoce. Su hija Janet va más allá e incide en que cuando llegan a Santa María se produce «el momento más emocionante».
La familia Torres está compuesta por cerca de 40 personas. Antiguamente, la asociación Virgen del Cisne realizaba una procesión que salía de Durango y la llevaban hasta Mañaria, donde tenían un local. «Además, durante el año organizamos distintas actividades como la comida Arroces del Mundo, celebramos bailes y nos reunimos con las demás asociaciones ecuatorianas que residen en Bilbao», subraya.
Aunque consideran que no hay muchas diferencias entre la Semana Santa de Durango y su país de procedencia, este Viernes Santo realizarán una comida típica de dicho país, llamada Fanesca, un guiso que contiene pescado, diferentes clases de verduras, alubias, maíz o garbanzos. Este grupo de ecuatorianos confiesa sus nervios en los días previos a la procesión. Han sido tres años sin poder desfilar», subrayan, antes de señalar que necesitan que la juventud se implique y participe en este tipo de tradiciones. Eso sí, confiesan que echan un poco de menos la vestimenta típica, como los capirotes que antiguamente se utilizaban en Durango, similar a lo que hoy en día se ven en la Semana Santa de Bilbao, Andalucía o Ecuador.
Alrededor de 120 personas se implican en esta procesión y mantienen uno de los actos con más antigüedad de la Semana Santa duranguesa. Una treintena de personas trabaja en la iglesia del que fuera el convento de las Carmelitas en el montaje y preparación del desfile de pasos, que partirá hoy a las 22.00 horas de Intxaurrondo.
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