La imagen de una novia antes de su boda, obra de un vecino de Amorebieta, 'Premio Nacional Quijote de Fotografía'

El vecino de Amorebieta Alex de Pedro se ha alzado con el 'Premio Nacional Quijote' de fotografía organizado por la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Castilla-La Mancha (AFOCAM). Su padre, Jesús de Pedro, ya consiguió este mismo año el premio nacional al mejor fotógrafo de naturaleza en la octava edición del concurso que organiza la Federación Española de Profesionales de la Fotografía e Imagen (FEPFI).

Una instantánea de una chica en los preparativos del día de su boda, realizada en el Silken Gran Hotel de Durango, fue la ganadora del certamen, lo que le ha permitido ser preseleccionada para la Copa del Mundo. «Envié tres fotos y, casualidad, la que menos opciones pensaba que tendría es la que ha resultado ganadora«, analiza, tras recoger el premio en el Auditorio de Cuenca 'José Luis Perales'.

«Quedaron los novios en la suite del hotel. Y fue entonces cuando vi clara la composición, con la luz entrando de refilón por la ventana. Sólo tuve que sugerirle a la chica que se sentara en una silla y que fuera natural», indica Alex. El autor de la instantánea ha heredado su amor por las cámaras de su padre, que regentan un establecimiento en Amorebieta desde hace más de tres décadas.

«Por contar tanto con tan poco y ser capaz de hacernos anticipar lo esperado», fue la explicación del jurado para explicar su fallo. «La composición tiene la virtud de acercarnos a su protagonista, realzada además por las ventanas que la rodean. La silueta resalta una luz muy bonita, que destaca más si cabe con el blanco y negro», explica Álex.

¿Qué debe tener una buena fotografía de boda? Según este fotógrafo de 45 años, sobre todo que sea natural, que no esté preparada. Un buen encuadre también ayuda. «Es fundamental que los novios se vean reflejados ellos mismos», detalla.

No es el primer premio que Álex gana. Hace dos años fue distinguido como mejor fotógrafo nacional FEPFI en el apartado comercial. «Siempre me ha gustado. Cuando tenía apenas 15 años ya iba a ayudar a mis padres para fotografiar bodas. En los enlaces nupciales disfrutas mucho, siempre son diferentes y hay muy buen ambiente. También me gustan mucho las fotos de publicidad o las de recién nacidos. Lo bonito es poder hacer un poco de todo», explica.

«Empezó a trabajar el vídeo y no tardó en hacerse al trabajo, tomando el relevo generacional. Yo creo que lo hace mejor que yo. Es un gran fotógrafo», le alaba su padre Jesús, agradecido por los buenos trabajos que ha realizado junto a su familia. Alex, por su parte, reivindica su estilo: «Tenemos opiniones diferentes, aunque sin piques», bromea. El padre ofrece otra clave. «Tienes que disfrutar con lo que estás haciendo. Esa foto que no existe, que ni siquiera sabes cuándo vas a hacer. Hay que esperar muchas horas y cuando llega el momento, aprovecharlo».

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