La ikastola Kurutziaga de Durango recibe la certificación de comedor eco-responsable

La ikastola Kurutziaga de Durango ha recibido el certificado de comedor eco-responsable junto a Ausolan, de manos de la compañía Bureau Veritas. Así, más allá de la alimentación equilibrada, han valorado el proyecto integral puesto en marcha en la ikastola durante el tramo de mediodía. Esta iniciativa aúna la comida preparada en la cocina de la ikastola, el kilómetro cero, el consumo de productos de temporada, la colaboración con los baserritarras de la zona, el amplio patio relacionado con la naturaleza, el ocio y la convivencia.

Hace diez años plantearon un cambio en torno al modelo de comedor en el centro educativo, con un grupo de padres y madres. «Realizamos una apuesta para añadir los productos locales y de temporada en los menús del centro. El proceso partió del objetivo de ofrecer una comida más saludable y el consumo de productos de los baserritarras de la zona. En este sentido, a lo largo de los años se ha ido incorporando el incremento y las mejoras de estos productos. Y a medida que hablamos de productos, la basura que se genera también se gestiona con los mismos criterios de sostenibilidad «, explica el director de Kurutziaga, Urko Rodríguez. Ejemplo de ello son algunos de los productos que se consumen en el comedor de la ikastola, como el pan integral y el aceite de oliva. «Asimismo, cada quince días en el comedor preparamos un menú vegetariano. Cabe destacar que preparamos más de 800 comidas al día», confiesa.

Junto a estas mejoras, vieron la necesidad de realizar una reflexión sobre las actividades que ofrecía completar el servicio de comedor en aquella época, con el fin de mejorar el bienestar del alumnado, la convivencia y el ocio de sobremesa.

El proceso abarca varias etapas. Por un lado, de las preocupaciones del profesorado con la necesidad de superar el simple cuidado en ese largo espacio de tiempo y de una nueva propuesta, desde la gestión de los múltiples problemas de convivencia que se producían en los momentos de juego y descanso tras la comida y la necesidad de que el ocio del mediodía impulsara el uso del euskera.

➼ En aquella época se organizaban varios talleres, pero bajo pago y respondiendo a un pequeño número del alumnado. Además, transmitieron sus opiniones y aportaciones a lo largo de los diferentes cursos escolares en los diferentes puntos de reunión de la ikastola (directiva, asamblea general, reuniones de nivel,…). Buscando una solución a esta situación, en el curso 2016/17 crearon el grupo motor e iniciaron el proceso de reflexión y el grupo de trabajo estuvo formado por profesionales de diferentes ámbitos.

«En la ikastola Kurutziaga entendemos el ocio del alumnado como una vivencia y un momento entre amigos y amigas que desarrollan disfrutando juntos fuera de las actividades del aula. Concretamente, los espacios de recreo, sobremesa y extraescolares. El tiempo después de comer es ese momento. Espacio libre de ocio y esparcimiento de carácter educativo. Se trata de un conjunto de actividades lúdicas dirigidas a los intereses del alumnado que se queda a comer alternando actividades tanto dirigidas como libres y que tienen como objetivo garantizar la convivencia, el bienestar y el espectro del alumnado de todas las etapas. Se enmarca dentro de la cuota de servicio de comedor sin coste adicional, superando las diferencias entre iguales», confiesan desde el centro.

A lo largo de este proceso se produjo otro cambio importante en la ikastola: el replanteamiento del patio exterior, que en ese momento ofrecía la posibilidad de desarrollar actividades múltiples y mucho más amplias. La primera tarea fue llevar a cabo su diseño con el alumnado. A través de los cuestionarios recibimos información sobre sus intereses y deseos en EI, EP y ESO. Incluyendo la reflexión del profesorado, diseñamos un nuevo modelo de ocio organizado y de carácter alternativo (deporte, creatividad, juego cooperativo,…).

Así, además de las áreas de alimentación y sostenibilidad, incorporaron el cuidado, la convivencia y el ocio como elementos importantes al proyecto. Con todo esto tomamos decisiones estratégicas. Por un lado, que el tramo del mediodía sea un espacio de descanso. Por otro lado, situar las actividades extraescolares fuera de la ikastola para que no se produzcan diferencias entre iguales.

Para Kurutziaga este premio es fruto del esfuerzo realizado por el centro en los últimos años. «Llevamos años trabajando en este proyecto integral y recibir este certificado en el camino es una satisfacción para todas y todos», añade Rodríguez.

Además, el centro educativo de Zaldibarko Ikastetxea también ha recibido el certificado de 'Escuela sostenible' de la mano del Gobierno vasco.

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