La ermita de los pastores cumple 75 años

Transmitir a las siguientes generaciones el trabajo realizado por los vecinos en la década de los 40 en la construcción de la ermita de Belatxikieta, situada en Amorebieta, cuando se cumple el 75 aniversario de su construcción. Con ese objetivo, el zornotzarra Juan Martín Iriondo ha decidido publicar un libro ofreciendo una mirada detallada a la historia de la ermita y su entorno, proporcionando un homenaje a este lugar emblemático y a las personas que han contribuido a su preservación.

«Quiero recordar que la ermita estaba allí, quién la hizo y por qué se hizo y lo que nos han dejado seamos capaces de contarlo a los demás. Era un sitio tradicionalmente pastoril muy frecuentada por la gente del valle de Arratia como Dima o Igorre. Era un punto de encuentro y devoción para los pastores de la región. Este enclave tuvo un tirón grandísimo, destacando el fervor de la gente», confiesa.

Originalmente concebida como un lugar sagrado donde podían asistir a misa los domingos, la ermita ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en un símbolo de identidad y tradición para los vecinos. Impulsada por Don Emiliano Zuloaga en respuesta a las necesidades espirituales, se ha mantenido como un lugar de referencia y reunión, especialmente durante la festividad de San Ignacio y eventos deportivos en Navidad.

«He empezado de lo más extenso a lo más pequeño. Cogí un campo de trabajo muy grande y fui acotando hasta llegar al lugar de la ermita. Cómo se hizo, quiénes trabajaron y las condiciones de trabajo fueron bastante penosas en el momento. Las aportaciones de la gente, que no tenía mucho para comer pero aportó hasta lo que no pudo para que se construyera, el esfuerzo de los vecinos y pastores que colaboraron, la ayuda de una familia notable de Amorebieta, las instituciones, ayuntamiento, iglesia…», detalla Iriondo en su publicación «75 urte Zazpitxaboletan»,

La ermita se construyó a petición de unos pastores porque en los años 40, cuando todavía la gente tenía bastante fe, pensaban que allí tenía que haber una ermita para satisfacer las necesidades espirituales. En toda esa zona, no había ninguna romería de montaña que en los años anteriores se hizo por otros montes de alrededor. Hasta el año 2000 se impartió misa todos los domingos.

«A partir del 2005, se ha recuperado la misa de los pastores por iniciativa de una familia que tradicionalmente se hacía en San Juan. Hay dos misas: una de San Juan: 24 de junio y el día de San Ignacio», explica este autor que ha elaborado en sus ratos libres durante los últimos cinco años esta publicación. «Recabé información, yendo a los archivos de la Diputación, obispado, seminarios de Cantabria, Vitoria-Gasteiz y Barbastro, realizando 110 entrevistas personales de gente que había estado trabajando en la ermita, demostrando todo el amor que le tienen a ese sitio y ermita», confiesa.

Iriondo lamenta que diez de estas personas han fallecido y agradece a la familia Zuloaga su aportación de documentación, así como las aportaciones voluntarias que hizo la gente del pueblo. «También enumero los detalles que trabajó la gente desde el mes de abril hasta el 30 de julio de aquel 1949: qué y cómo lo hacían, el transporte tan penoso: a lomos de burro, carros de vacas y bueyes porque no había caminos», detalla.

La mayoría de los vecinos que construyeron este edificio eran del propio Amorebieta y otros de Igorre. El domingo 23 de junio, se celebrará una misa conmemorativa y la bendición de un nuevo buzón en el monte a las 12:00, seguida de un homenaje a los 31 pastores de la zona a las 13:00 y un lunch posterior. Además, se realizará una mención especial a los cabreros más mayores de 94, 92, 90 y 88 años. Y es que tradicionalmente, el Día de San Juan ha sido el día de las y los pastores. Por ello, en este año de aniversario, el 23 de junio el Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano homenajeará a las personas que han tenido por oficio el pastoreo en los alrededores de Belatxikieta.

«Es un lugar muy emblemático para el pueblo. Que no se olviden de ello: se hizo con el sudor de la frente de muchos vecinos en el famoso auzolan que se llama. Que lo que aquellos nos dejaron seamos capaces de mantener y no olvidarnos del lugar, cuidadosos con el entorno. Suele haber sabotajes y refugios de alrededor», concluye.

«La ermita de San Ignacio de Belatxikieta ha sido testigo de innumerables historias y momentos compartidos, por lo que representa una parte fundamental de nuestra identidad como comunidad. Este aniversario nos recuerda la importancia de mantener vivos nuestros valores y tradiciones y nos anima a seguir trabajando juntos para preservar lo que nos hace únicos', subrayó la alcaldesa, Ainhoa Salterain.

Por último, el miércoles 31 de julio, se llevará a cabo otra misa a las 11.30, seguida de actuaciones de txistularis y aizkolaris a las 12.00, y la participación del Mariachi Pancho Balbuena a las 13.00. Estas actividades, organizadas por Belatxikieta Elkartea, buscan no solo celebrar la historia y el patrimonio de Belatxikieta, sino también reforzar el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes de Amorebieta-Etxano.

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