Más de una veintena de vecinos recogieron la suciedad del río Ibaizabal. IÑIGO NEKALUR

Durangueses recogen más de 400 kilos de residuos del río Mañaria

Una veintena de vecinos recogieron la basura del cauce fluvial, entre lo que destacaron botellas de vidrio y gran cantidad de todo tipo de plásticos

Lunes, 21 de octubre 2024

Como parte de las actividades de cierre de los Sanfaustos, la comisión de fiestas de Durango organizó por cuarta edición una jornada de limpieza del río Mañaria con la participación de más de una veintena de vecinos, desde niños a mayores.

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«Los protocolos de recogida de basura en el río tiene unos protocolos de actuación, teniendo que llevar a un sitio para que se visibilice lo que es la suciedad en el río. Yo calculo que se recogieron más de 400 kilos de residuos, con muchas botellas de vidrio que tira la gente y flotan en el cauce fluvial y gran cantidad de plástico, con bolsas de botellones y cachos de poliespan», explica el vecino Rai Bikandi, impulsor de esta iniciativa.

Más de una veintena de personas se afanaron en limpiar el río y también encontraron un edredón nórdico empapado de agua y barro. «No obstante, no había tantas personas como en otras ediciones y hubo que dejar cosas en el río porque no podíamos sacar», explica este durangués, que recalca que estas iniciativas obligan de alguna manera a que las instituciones públicas se involucren y tomen decisiones. La actividad se completó con la realización de un mural conmemorativo en el centro de Ezkurdi.

La acción tuvo como objetivo retirar los residuos acumulados en varias zonas del río que atraviesa la localidad. Los organizadores proporcionaron guantes, salabardos, pinzas y bolsas de basura. «El río atraviesa todo el pueblo y tiene mucha presión de la actividad humana. El problema de los plásticos es grave y urgente a nivel mundial, hay un grave problema de los plásticos en el río y hay que incidir en la educación de sensibilización medioambiental, las medidas de prevención y recogida de los residuos», reconoce el vecino de la villa, Rai Bikandi.

Este durangués organiza anualmente actividades de sensibilización medioambiental y se dedica a esta materia desde 1997. También pertenece a la comisión de fiestas y hace siete años, observó el grave problema existente en el río con los vertidos de residuos que se incrementan en las fiestas patronales.

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No obstante, indica que en estos años, ha habido una evolución. «Antes, se arrojaban bastantes más residuos en la localidad que ahora. Ha variado y ya no se ven tanto las bolsas llenas de botellas de plástico; hoy en día, se ven bolsas sueltas y muchas latas de cerveza. Va variando el tipo de residuo que te puedes encontrar», detalla.

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