Merino contó con su propia tienda de fotografía, un 'hobbie' que se convirtió en profesión. GEREDIAGA ELKARTEA

Un durangués de adopción apasionado por la fotografía

La familia de Carlos Merino, que ilustró el día a día de la villa en la década de los 60 y 70, ha cedido su archivo a la asociación cultural Gerediaga Elkartea

Jueves, 8 de febrero 2024, 15:13

Instantáneas en blanco y negro. Carlos Merino Martínez fue un fotógrafo que vivió décadas en Durango e ilustró el día a día de la localidad en la década de los 60 y 70 en forma de paisajes, personajes, fiestas, vida callejera y eventos deportivos. Además, ... retrató muchas bodas de la comarca del Duranguesado los fines de semana.

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«El recuerdo que tengo de mi aita es que se dedicaba a realizar fotos de boda. En esta localidad, tuvo su propia tienda y luego comenzó a navegar. Cuando volvía de vacaciones, Argazkari, una tienda de Amorebieta, le encargaba reportajes de enlaces. Nos llevaba a los hijos de un lado a otro a zonas como Goiuria u otros pueblos de la comarca. Hacía las fotos de los reportajes de boda. En casa, tenía un estudio propio y dejó la tienda que tenía ubicada cerca del barrio de Madalena», explica Gontzal, uno de sus cuatro hijos, junto a Humberto, Alejandro y Guillermo.

El fotógrafo falleció el 18 de marzo del pasado año. Nacido en Labastida en 1935, llegó a Durango de joven. Con 21 años se interesó por la fotografía y después de casarse, abrió un taller en casa para poder empezar su labor de fotógrafo. También inauguró su tienda en la calle Ermodo en 1968 pero estuvo abierta pocos años. En 1973, cerró y se fue a trabajar como marinero. De todas formas, siguió haciendo fotografías aunque no fuera profesionalmente.

Una de sus sobrinas, María Jesús Merino, destacó que aparte de su faceta con la cámara «estuvo muchos años en el mar». «Cuando volvió, se dedicó a su gran pasión», añadió. La familia de este vecino de la villa ha cedido su archivo a la asociación cultural Gerediaga Elkartea. Son copias en papel, diapositivas y destacan los negativos de 35 milímetros, y especialmente fotografías del Casco Viejo de la localidad. Completan el fondo instantáneas de personajes y fotografías de las fiestas y acontecimientos deportivos que se celebraban en la localidad. Su afición a la montaña también se refleja en el archivo cedido.

Exposición de las diferentes fotografías del artista durangués.

El material se conservará en el archivo fotográfico de la asociación y la idea primero es clasificar y digitalizar las fotografías. Posteriormente, se expondrán en la página web de la asociación, y también organizará diferentes iniciativas para dar a conocer las mismas

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Asimismo, en los últimos diez años, dentro del programa de actos de las fiestas del barrio de Madalena de del municipio se han organizado exposiciones de fotografías. Un grupo de aficionados a la fotografía del barrio ha sido el encargado de recopilar las fotos. Muchas de las imágenes mostradas han sido cedidas por los vecinos del barrio y se conservarán ahora en el archivo de Gerediaga Elkartea, se clasificarán y, junto con las de otros fondos, se mostrarán en la página web de la asociación.

Carlos Merino, en un autorretrato que realizó delante de un espejo. GEREDIAGA ELKARTEA

A lo largo del pasado año, Gerediaga adquirió fondos de dos fotógrafos de la comarca, el durangués Ignacio Ansorena y el elorriarra Alejandro Landaburu. Como muestra del trabajo que están realizando, están preparando dos exposiciones en el Museo de Durango y el Palacio Iturri de Elorrio.

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